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Lo condenaron por intentar robar un quiosco a mano armada

Se trata de Miguel Ángel Silva de 60 años quien recibió dos años de prisión efectiva por ser el autor responsable de los delitos de encubrimiento y robo calificado por el uso de un arma de fuego en grado de tentativa

En la Cámara del Crimen, en el quinto piso de Tribunales, Miguel Ángel Silva fue condenado a 2 años de prisión de cumplimiento efectivo con declaración de reincidencia. En este sentido, el hombre de 60 años recibió la pena por ser encontrado autor responsable de los delitos de encubrimiento y robo calificado por el uso de arma de fuego cuya operatividad no fue acreditada en grado de tentativa.

Los detalles de los acontecimientos

Apenas iniciado el debate, y como sucede habitualmente, el actuario, que en este caso fue Guillermo Picco, leyó los hechos que figuran en la pieza acusatoria y que llevaron al individuo al banquillo de los acusados.

El primero de los acontecimientos, de acuerdo con lo que se informó, ocurrió en noviembre de 2016 cuando se corroboró que Silva recibió de autores ignorados y conociendo su procedencia ilícita, un revólver calibre 22  corto —marca Ítalo Gra— con la matrícula suprimida. Por este hecho, es preciso indicar, fue imputado por la Fiscalía de Instrucción, de encubrimiento.

El segundo los hechos tuvo lugar en el mismo mes. En un quiosco ubicado en calle Jujuy al 300, en barrio Güemes, Silva se hizo presente al advertir que estaba abierto y no había clientes.

Allí fue detrás del mostrador con actitud violenta, extrajo el arma mencionada anteriormente y le apunto a la mujer que estaba trabajando allí.

La damnificada, lejos de dejarse amedrentar por el hombre, le exhibió un cuchillo y le dijo que no le daría el dinero.

De esta manera, al implicado no le quedó otra opción más que escapar en el auto en el que había ido hasta el lugar. Es por esto que fue acusado de robo calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa.

Luego de la lectura de los hechos, el juez René Gandarillas le tomó los datos personales. Así se conoció, entre otras cosas, que padece mal de Parkinson desde hace 5 años, está casado con su pareja hace casi cuatro décadas y, previo a su detención, trabajaba vendiendo terrenos para la Municipalidad de Villa Rumipal.

Por otra parte se supo que vivía en Belgrano al 1000, en el barrio Centro de Villa Nueva y que nació en Villa Constitución (Santa Fe). Asimismo contó que tiene antecedentes —la mayoría vinculados a delitos contra la propiedad—, confesó los hechos y aclaró que el arma con la que delinquió estaba descargada.

Seguidamente, el fiscal Francisco Márquez pidió que se incorpore la totalidad de la prueba por la lectura, debido a que el juicio fue abreviado —hubo un pacto de condena entre la Fiscalía y el abogado defensor, Eduardo Rodríguez—.

Los alegatos

En primer lugar tuvo la palabra el representante del Ministerio Público Fiscal. Comenzó señalando que la confesión de Silva es congruente con los hechos y, posteriormente, realizó un relato pormenorizado de lo sucedido.

Además se detuvo y mencionó que, entre otras pruebas, en el recorrido fotográfico y en la rueda de personas, la damnificada lo identificó.

Finalmente solicitó la pena de dos años de prisión efectiva, con declaración de reincidencia.

Después tomó la palabra Rodríguez, quien tan sólo adhirió a lo formulado por Márquez. 

Por último resta decir que el magistrado, tras un breve cuarto intermedio, dictó la sentencia señalada al inicio. Un detalle no menor es que Silva ha estado privado de la libertad, en lo que va de su vida, durante 18 años por distintos ilícitos.

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