“Es muy importante escucharlos para saber qué es lo que necesitan”

Lo dijo la psicóloga Verónica Dagatti, al hablar de los ataques de pánico. También afirmó que los padece sobre todo la población adulta, puesto que en los niños “es muy raro que suceda”

En diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, la profesional de Psicología, Verónica Dagatti, explicó que los ataques de pánico se tratan de “una aparición súbita y repentina de sensaciones de miedo”,  acompañada de síntomas físicos,  tales como son las palpitaciones, la sudoración, la opresión en el pecho, mareos; también puede haber dolores de panza, la persona puede experimentar hiperventilación, temblores, hormigueos, y temor a morir o temor a volverse loco. 

El pico máximo de un ataque de pánico se alcanza a los 10 minutos, “si es que llega a durar 10 minutos, es bastante breve en realidad”, agregó.

Asimismo describió que, generalmente, la población en la que se dan ataques de pánico es la población adulta, y que  en niños es muy raro que suceda. La población adulta refiere, estadísticamente, a partir de los 24 años, que es cuando en la mayoría de los “panicosos” suele desencadenarse el transtorno de ansiedad.

Dijo que los ataques de pánico de los niños y los de adultos no son diferentes, pero lo que sí varía es la interpretación que puede hacer de la sintomatología. “El adulto, por ejemplo, tiene mucha más capacidad para creer que esto que le está pasando es algo grave, es decir puede imaginar peores consecuencias del ataque de pánico, el niño en cambio no”, detalló Dagatti.

Luego la psicóloga pasó a aclarar que los ataques de pánico no tienen un motivo, ni son “consecuencia de algo”, sino que el sistema del miedo, que tenemos todos, funciona de manera incorrecta y se despierta en la persona ante la percepción de sensaciones que son fisiológicas y que son normales. “Es lo que se conoce como miedo al miedo”, dijo, y continuó: “Quien tiene ataques de pánico, tiene sensaciones fisiológicas que son normales, que tenemos todos, pero las interpreta de una manera un tanto catastrófica”.

A modo de ejemplo manifestó, por decir, “que a una persona el corazón se le acelere, no necesariamente es un predictor de infarto, pero el sujeto en cuestión puede llegar a interpretarlo de  aquella manera; y así es como el individuo va a exacerbar las señales del miedo”.

También agregó que “puede haber alguna situación puntual que desencadene esta situación, como puede que no haya sucedido nada con anterioridad”. Y sostuvo: “Son personas ya con un componente ansioso en su personalidad. No es condición necesaria haber pasado por una situación difícil o estresante para tener ataques de pánico”, afirmó la profesional.

“Si bien hay personas más propensas que otras a tener ataques de pánico -personas de características más ansiosas-, no se puede afirmar que tal persona va a padecer ataques de pánico o no”, aclaró Dagatti.

Cómo reconocerlos

La psicóloga pasó a explicar que lo más probable es que la persona que lo tiene no sepa que se está tratando de un ataque de pánico, porque puede presentarse uno y que transcurra mucho tiempo sin que haya otro, lo que hace que la gente no suela consultar ante los primeros ataques de pánico, porque no sabe que los está teniendo.

Dagatti describió lo que puede hacerse siendo una persona externa. “Ahora bien, si estás como tercero ante un ataque de pánico, decirle ‘tranquilo, relajate’ no lo va a ayudar demasiado. Lo que sí lo puede ayudar es permitir que este estado pase, porque tiene un pico máximo y después comienza a descender, y poder acompañar y contenerlo afectivamente, a veces con expresiones del tipo ‘entiendo lo que te pasa’, ‘si querés podés explicarme lo que te pasa’ o ‘qué estás sintiendo’ para que pueda poner en palabras todas esas sensaciones que esta teniendo”. Lo resumió diciendo que “básicamente es esperar a que pase, porque difícilmente va a suceder algo grave”.

“El acompañamiento es fundamental -dijo-. Hay quienes necesitan salir a caminar un poco, respirar aire fresco, y otros necesitan permanecer en el lugar. Todo va a depender de la persona, por lo que es importante escucharlos para saber qué es lo que necesitan en ese momento”.

Cómo se tratan

Desde la Psicología y bajo la corriente cognitiva-conductual, Dagatti dijo que los ataques de pánico primero se trabajan con “psicoeducación”, que significa enseñarle al paciente qué es lo que le está sucediendo y cómo funciona el mecanismo de ansiedad, “y ésta como un componente normal que tenemos todas las personas, explicándole acerca de los pensamientos catastróficos y la interpretación de las distintas situaciones,  ya sean externas o internas, que es el caso de la interpretación de las sensaciones fisiológicas”.

También se lo trabaja con relajación; con “reestructuración cognitiva”, que tiene que ver con discernir estos pensamientos catastróficos y tratar de adaptarlos mejor a la realidad.

Se puede llegar a utilizar también lo que se llama “exposición con prevención de respuesta”, la cual requiere que el paciente no evite las situaciones que le puedan llegar a desencadenar un ataque de pánico, sino que se exponga a las mismas hasta lograr un proceso de habituación y de sensibilización. Lo que significa que esta sintomatología empieza a aminorar, en el mejor de los casos, hasta desaparecer, porque se transmite esta enseñanza que da este aprendizaje de que en realidad “nada malo esta ocurriendo y nada malo me va a ocurrir”.

Consejo

Para concluir, la psicóloga quiso agregar que “es importante que se consulte”, y que, si bien suelen darse episodios aislados, ante la recurrencia de estas situaciones, que no se dude en consultar. “No es algo tan raro ni poco frecuente. Tampoco es signo de locura ni de que algo mal está funcionando en nosotros”, y continuó: “Que se consulte sin temor, hay que aprender a reconocer que uno a veces no puede con todo y que necesita ayuda”. 

Agregó que, a nivel personal, en la consulta clínica ve con más frecuencia la consulta por ataques de pánico. “Yo no sé si es que se da más, o bien es que se habla más del tema, pero desde mi experiencia lo veo más en personas que sufren mucho de estrés, pero no conozco estadísticas ni estudios que lo confirmen”, finalizó.



Lara Martínez Bollo.  Redacción Puntal Villa María

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