Logran esterilizar leche de cabra: “Es único en Latinoamérica”, afirman

El desarrollo lo hizo el especialista en alimentos Willy Hintermeister. “Nuestro objetivo es la alimentación para el niño que tiene intolerancia a la lactosa”, explicó. Destacó además las propiedades de este nuevo producto

Willy Hintermeister tiene 74 años, es uruguayo de pura cepa, pero desde que comenzó este milenio está radicado en Villa María. Estudió y se especializó en la industria alimenticia.

Nació en una localidad de la República Oriental del Uruguay, precisamente en Colonia Suiza. Para ampliar su conocimiento en el rubro alimenticio realizó estudios en Europa: Alemania y Suiza lo recibieron.

De este lado del charco trabajó en empresas del rubro en diferentes países y provincias. Desarrolló proyectos en México, asistió técnicamente a compañías de Brasil, y en Argentina, recorrió Buenos Aires, Santiago del Estero, Corrientes, hasta llegar a Córdoba.

Con gentileza, accedió a dialogar con PUNTAL VILLA MARIA para hablar sobre sus últimos hallazgos en el campo de la industria láctea, según explica, “algo único en Latinoamérica”.

Un hallazgo

 -Willy, ¿qué significa este hallazgo para la industria láctea? ¿De qué se trata esto que lograron después de tanto tiempo de investigación?

-Estuvimos buscando el desarrollo de un mercado donde es importante la esterilización de la leche. Hemos logrado estabilizar el producto como para realizar un proceso que se llama OHT, y que da como resultado una leche larga vida que se envasa en un tetra de 250 centímetros cúbicos, y que va a ser lo que vamos a vender en el mercado. Esto le da la garantía a la madre que en el momento en el que se retira de su casa, pueda ser alimentado su niño con la leche de cabra. Este producto es importantísimo porque es el sustituto de la leche de vaca en todo lo que refiere a niños que tienen dificultades de digerir ese tipo de lactosa.

-¿Dónde recolectan la leche para esterilizarla?

-Hace más de 10 años que hemos comenzado a recolectarla en una cuenca de Santo Domingo, cerca de las salinas, en el norte de la Provincia de Córdoba. El desarrollo en toda esa zona da una leche totalmente pura y que es orgánica.

-¿Cuáles serían los mercados de venta para este producto de 250 cm3?

-En grandes mercados porque es ahí donde la mujer deja a sus niños en manos de terceros, y se va a trabajar. Quizá ella no está por diez horas en la casa, y eso le da la garantía al producto.

-¿Qué volúmenes de leche se manejan para más exactitud?

-Nosotros hemos ido desarrollando con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), una cuenca lechera que en la temporada nos da 300 mil litros de leche, y que llevamos a secar a la cooperativa de James Craik, o en Monte Cristo, cerca de Córdoba. Hemos desarrollado durante 10 años leche entera, leche parcialmente descremada, leche vitaminizada, y leche ultra vitaminizada, con proyectos de exportación a mercados en San Pablo, en Brasil. Tenemos un volumen importante para hacer el proceso que no se puede hacer con bajas cantidades. Es importante hacer partidas de 10 o 12 mil litros para que justifique poner los equipos en marcha y hacer un envase correspondiente. 

-¿Cómo es el proceso de alimentación del ganado?

-El proceso bajo mi dirección técnica se ha basado en no introducir ningún producto químico, a efecto de garantizar lo que el INTI y Conicet han controlado, que se relaciona a la alta cantidad de fitoesteroles. 

-¿Qué le da el fitoesterol?

-Es fundamental, sobre todo, para las madres de las criaturas. Ese tipo de leche es la más semejante a la de la madre. Otra de las diferencias con la leche de vaca radica en las proteínas que tiene. En sólido es más rica la de cabra. Hay una proteína que es la AlfaS1, que no está en la leche de cabra, y sí está en la leche de vaca, y que genera intolerancia en ciertos niños que no tienen otra salvación. Acá en Villa María hemos experimentado con médicos, y hemos salvado vidas de niños que no consumían por la intolerancia.

-¿Y ahora, qué les espera?

-Recién estamos en el primer paso del desarrollo. Ahora viene toda la parte del marketing. Es la continuidad de esto. A su vez también se verá qué es lo mejor. Nosotros consideramos que este envase es el ideal porque es la ración justa que necesita un niño. Con medio litro se corre el riesgo de que consuma una parte y la otra parte la deje. Nosotros no somos competidores de la leche de vaca, sino que abrimos un mercado totalmente diferente. Nuestro objetivo, vuelvo a repetir, es la alimentación para el niño que tiene intolerancia a la lactosa.

A título personal

-Recorriste muchos lugares con tu profesión...

-Tengo una cadena muy larga de experiencias realizadas. Me recibí en Uruguay, soy de ahí. Me fui a Suiza y estudié el desarrollo en toda la línea de la leche, manteca y queso. Luego hice el diplomado en Alemania. Una vez que me recibí, puse en marcha la primer planta en Uruguay con sachet de leche de polietileno. En el norte uruguayo, en Salto. En Argentina tuve la suerte de ser contratado para poner en marcha el primer complejo agroindustrial en Santiago del Estero. En el país fuimos los primeros en envasar yogurt en sachet. Luego fui contratado por La Serenísima para poner en funcionamiento leche en sachet. Acá en Villa Nueva, en la planta de polvo, armamos lo que hoy es Nestlé. Como director técnico, todas las dificultades que había en Brasil, iba a corregirlas. Viajaba mucho a ese país. En ese momento me fui a instalar otra planta semejante a Guadalajara, Mexico. Estuve más de un año en ese país. Después me fui a Montevideo, Uruguay e instale otra planta de ese tipo.

-¿Y cómo fue la vuelta a Villa María?

-En el 2001 volví a Villa María e hice varias actividades con cooperativas de Arroyo Cabral, James Craik, con una de Pozo del Molle. A su vez, me contrató Marcos Juárez para el desarrollo de pymes. Ahí desarrollé un sistema novedoso de cinco corredores productivos, y en cada uno hacíamos un proceso diferente, que terminaba en un producto envasado que se guardaba cargado en cámaras. Se hacía la garantía del chequeo microbiológico por el laboratorio de los cinco corredores. Se le daba a las pymes el apoyo legal y comercial. Era todo un proyecto. Aparte de eso, hicimos una sala de extracción de miel con todas las normas ISO para garantía de exportación e hicimos una planta de extracción de jugo de aloe vera.

Ejemplo de aprendizaje

-Te seguís formando Willy. Hace un mes te recibiste en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UNVM ¿Cómo llegaste a ‘este palo’?

-La comunicación cruza todo, siempre está en el medio. Cuando llegué a la ciudad, hicimos el primer diario virtual, que se llamaba Villa María Hoy. En ese lugar conocí a un chico que estaba terminando la Tecnicatura en Comunicación, en el Inescer. Como era de noche, empecé a estudiar y ahí me hice un grupo de amigos. Llegado el momento de terminar la carrera y recibirnos, quedaba la duda de continuar en la Universidad. Se decía que era muy exigente. Yo les decía a mis amigos que no se podían quedar a mitad de camino, y que tenían que seguir, y recibirse en la Universidad porque ese es el punto cero para iniciarse. 

-Y seguiste nomás.

-Todo el grupo fue a estudiar a la Universidad Nacional de Villa María, y me dijeron: Vos no te vas a quedar, tenés que venir con nosotros. Me llevaron a la rastra (entre risas).

-Y ahora, ¿cómo seguís vinculado al sector lácteo?

-Estando jubilado sigo en la dirección técnica apoyando a una multinacional en lo que tiene que ver con el lavado e higiene en industria. Esta empresa es la quinta en el mundo que se dedica a la limpieza en circuitos cerrados. Se deben lograr los cuatro parámetros de higiene para que haya garantías. Todo eso se controla por laboratorio. En caso de que exista una dificultad, me tiran el problema para que lo resuelva. Y bueno, con eso me entretengo.

-Tenés una vasta trayectoria con estudios y experiencia en el rubro alimenticio. ¿Qué le recomendás a los jóvenes de hoy para que se realicen profesionalmente?

-Uno no deja nunca de estudiar. A mí agarrar los libros no me molesta porque no me muerden. Eternamente he tenido que estudiar en todos los idiomas, español, inglés, alemán, porque el sistema actual y el desarrollo lo hacen los países centralizados, en Norteamérica y Europa. La parte láctea es generada por Alemania y Dinamarca. Hay que estar muy actualizado en todo el desarrollo para poder estar a la altura de resolver problemas. Estuve dando charlas en varios lados. A los chicos les digo que hay que trazarse un objetivo sin tiempo. Cuando el objetivo se impone en un tiempo corto, entrás en un momento en el que te trabás  por la situación que sea, laboral, familiar o el cansancio. Eso te hace sentir frustrado y se pierde la voluntad de hacerlo.



Maximiliano Gilla.  Redacción Puntal Villa María

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