Las paredes externas sufren las inclemencias del tiempo, están en constante exposición al sol, al viento o la lluvia, por lo que es muy importante la elección del revestimiento, más allá del gusto personal. Es fundamental evaluar y analizar las variadas alternativas y luego elegir la que más se adecue a gusto y estilo que se quiera lograr.
Más allá del diseño y la estética, la fachada es un elemento fundamental en una edificación y tiene tres funciones fundamentales que debe satisfacer: generar resistencia ante cambios de clima, optimizar la estética exterior y contribuir al ahorro de energía.
El aislamiento térmico que genere una fachada no sólo hará que la edificación dure más, sino que también hará que sea más confortable en su interior. Ayudará a reducir el consumo energético porque tendrás que gastar menos en aire acondicionado y calefacción. Te contamos algunas opciones:
PIEDRA
La piedra le otorga a tu fachada un acabado robusto y elegante. Es un revestimiento simple, noble y resistente que permite que lo simple se vuelva vital en una fachada. Lajas, adoquines de pórfidos, mármoles, granitos, pizarra, caliza: las opciones son infinitas.
En fachadas de líneas básicas y simples, el uso de la piedra es un recurso que permite resaltar algún volumen en particular y poner énfasis en la textura de este material. Que, a su vez, puede combinarse con otros como la pintura o el hormigón visto.
MADERA
La calidez de la madera realza cualquier fachada con su encanto natural y aporta un estilo rústico y elegante a la vez, aunque es un material que demanda cierto mantenimiento y debe protegerse del ambiente exterior.
En el caso de no querer invertir tiempo ni dinero en mantenimiento de madera, otra opción es optar por paneles de fibrocemento. Un material de alto rendimiento, delgado, liviano, duradero y resistente, que ha evolucionado para llegar a ser uno de los más empleados en fachadas.
El fibrocemento (que se compone de cemento, agua, celulosa, fibras textiles y aire) ha surgido como un material innovador. Se emplea menor uso de materiales primas, menos energía, menos desechos, a cambio de un mejor rendimiento y aislamiento. Gracias a su aspecto de madera, se puede combinar con ladrillo, hormigón, yeso, piedra, etc.
CERÁMICA
Aunque habitualmente se utiliza más en interiores, también puede ser útil para revestimiento de fachadas. Presenta la ventaja de no necesitar mucho mantenimiento y, al mismo tiempo, es fácil de limpiar y crea un buen efecto aislante térmico y acústico.
REVESTIMIENTO PLÁSTICO
Si bien su inclusión en el universo de la construcción es relativamente reciente, los revestimientos texturados ya son parte indiscutida del menú de opciones para darles color y protección a los exteriores de una vivienda.
Cuando hablamos de revestimiento plástico, nos referimos a la capa que cubre y viste la superficie, que aporta textura, color y protección. Los revestimientos reemplazan el revoque fino y se colocan directamente sobre el grueso. Tienen texturas finas, medias y gruesas y variedad de dibujos y colores según como se aplique.
Requiere poco mantenimiento, es de larga durabilidad y 100% impermeable al agua de lluvia, debido a la combinación de resinas acrílicas y cuarzo en su composición.
POR:
ARQ. ANTONELA VARRONI/ ARQ. EMILIA PONCIO
JUNTA ESTUDIO