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"El sueño de Alumni es posible"

Juan Cardozo consideró que "hace 30 años que llegué a la ciudad y soy hincha del club. Quiero ver a Alumni campeón del mundo. Siempre se hizo todo a medias, y se quedó a mitad de camino. Tiene un predio para cumplir el sueño"

Juan Antonio Cardozo jugó con Diego Maradona en Argentinos Juniors, y luego de una extensa trayectoria, llegó a Alumni para quedar grabado en su historia, y para radicarse definitivamente en Villa María.

Hace 30 años es un villamariense más. “Agradecido a Alumni, a Villa María y su gente, porque me abrieron las puertas de la ciudad, me permitieron terminar mi carrera y comenzar una vida con mi mujer Rosana. Hoy puedo disfrutar de mis 3 hijas y de mis 3 nietos. No me voy más de acá. Lo dije cuando conocí a Villa María, y lo ratifico día tras día”.

Futbolísticamente asegura que “soy más hincha de Alumni que cualquiera, y quiero ver a Alumni campeón del mundo. Mi sueño es volver a verlo en torneos superiores, pero esta vez para siempre, y para que no nos quedemos a mitad de camino. Vamos por todo”.

Reconoció que el camino será difícil. “Villa María siempre le dio mucho a Alumni, y Alumni también a Villa María. Pero todo ese esfuerzo fue siempre a medias”.

Confesó que “cuando llegué les dije a mis compañeros que yo no compartía ir a colgarme del travesaño a Córdoba, o a hacer marcas hombre a hombre. Quería ganar”.

Por ello, “de la mano de José Pisaroni en 1993 se formó un equipo que ganó en la ACF, aún cuando era muy complicado cobrar. Yo llegué en 1989 con Arturo ‘Cacho’ Santaclara como DT, y luego Iván Miranda. Me fui a jugar a Juniors, y José Pentrelli no me quiso como titular en 1991 en Alumni porque había traído a ‘Toti’ Coria en mi puesto. Pero al año siguiente Pentrelli me llevó a Acción Juvenil. Cobraba bien, pero quería volver a jugar a Alumni, y lo hice en 1993”.

Ese año “salimos campeones con Pisaroni, y convertí 17 goles. Me acuerdo que Sandro Cepeda hizo otros 15, y le ganamos a todos después de un comienzo flojo”.

Insiste en que “cuando llegué a Pisaroni lo estaban por echar. Llamé al grupo y les dije: José no tiene nada que ver, los culpables somos nosotros. Vamos a cobrar si ganamos, y empezamos una racha que terminó con el título”.

La gloria no tiene precio

El partido más recordado de esa campaña fue el que “ganamos 6-2 en San Francisco. Yo hice dos goles de tiro libre. El árbitro era ‘Colorado’ (Guillermo) Albiero y me dijo: vos me estás haciendo perder mucha plata. Dejá de patear así los tiros libres. La clave en el ángulo, y se reía. Ese día alcanzamos a Sportivo Belgrano, luego lo pasamos y llegamos con aire a la última fecha, cuando empatamos con Racing y dimos la vuelta en el Estadio Miguel Sancho. Fue una fiesta”.

Lo más curioso es que “el plantel no iba a viajar a San Francisco si no nos pagaban. Llegó el domingo y no pagaron. Llegó el colectivo y yo estaba de acuerdo con no viajar, pero nos reunimos y les dije que había que jugar por la gloria. No nos iban a pagar jamás si no nos presentábamos. Fuimos, ganamos y aunque no fue fácil cobrar en Alumni, no tiene precio ese título que conseguimos”.

Quedar en la historia o en el olvido

Consideró que “en Villa María hay gente con plata. En Alumni se atrasan para pagar (sonríe). Los que ponen 10 pesos no faltan, y dejan 100 aunque no tengan para comer. Hay gente que puso 100 y hasta 10 mil. Los que faltan son los que pueden poner 1 millón, porque para no quedarse a mitad de camino, hace falta esa plata”.

Indicó que “esa gente no invierte en el deporte. ¿Qué raro que no les guste el fútbol, el basquet, el tenis, el vóley, el hándball, el rugby, la natación? Les gusta, lo que pasa es que debemos debatir para encontrar un proyecto común, en el que todos nos propongamos con orden y seriedad, armar un proyecto sólido, que nos permita llegar a Primera. Villa María no es una ciudad chica, pero además es muy seductora para vivir, y tiene muy buena materia prima en fútbol”.

Ejemplificó que “en otros tiempos se traían 20 jugadores de afuera a vivir en los mejores hoteles. No se puede más así. Hay que trabajar con 30 pibes, y prepararlos para que la ciudad juegue en Primera”.

Apuntó que “los refuerzos cuando lleguen se tienen que encontrar con un presidente que se dedique a la parte institucional con su comisión, un DT al que se le brinden las necesidades que requiera para hacer un gran proyecto, y jugadores que quieran al club, con líderes positivos del club, que reciban a esos refuerzos y terminen de hacer un gran equipo”.

Recuerda “nadie me contó lo que pasó en Alumni y en los clubes de Villa María y la región. Yo jugué en Rivadavia, en River, en Alem, y siempre veo que los de Villa María se quejan porque el dirigente quiere armar el equipo y tomar todas las decisiones, y en la región se quejan porque tienen que pagar un peso más para llevar jugadores un mes antes, pero por no hacer ese gasto terminan fracasando en el intento. Siempre a medias”.

Siempre a medias

Cardozo resaltó que “los pibes de atletismo piden sponsors para ir a correr a otra provincia. Es siempre la misma historia que en Alumni. El sueño es llegar bien arriba, pero a medias no se puede. Cuando le tocás el bolsillo al que tiene plata, sólo te ayuda a medias”.

Se preguntó: “¿Qué hicimos en 30 años? Yo hablo por estos 30 años en los que vivo en la ciudad. No le encontraron la vuelta al deporte”.

Recuerda que “siempre fue todo a medias. Hay apoyo oficial, pero no el suficiente. Hay apoyo privado, pero no el necesario. Hay apoyo de la gente, pero no alcanza haciendo polladas y rifas”.

Estimó que “lo que se hizo alcanzó para poco, para llegar a la mitad del camino”.

Aseguró “lo más importante de Alumni es el predio que construyó. No reniego de su historia deportiva, pero el sueño sólo se logró en la infraestructura para fútbol que armó en el predio ‘Mauro Rosales’. Está hermoso, y tiene todo para llegar lejos, pero se queda a mitad de camino, no cumple el sueño”.

Resalta que “hay gente para laburar, y hay jugadores. Yo dirigí a Barrio Industrial y observé chicos muy talentosos en el baby. En inferiores hay jugadores. Pero después hace falta confiar en un gran guía para terminar de formarlos, y hacer un proyecto superador”.

Estimó que “no por tener plata y ponerla en un club, te debés creer dueño del club o dueño de todas las decisiones. Un club requiere de un presidente, de un bufetero, de un cuidador del predio, de un DT, de un grupo de jugadores, y cada uno debe cumplir su rol. Me cansé de ver clubes en los que el presidente le pone los jugadores al DT, el utilero le da o le quita la ropa del club al jugador, el canchero le riega la cancha al DT para que no entrene, el jugador pierde dos partidos y empieza a cobrar menos de lo pactado. Siempre a medias”.

Todos de acuerdo

Juan Cardozo estimó que “si uno maneja la plata del club, uno maneja el bufet, uno maneja el predio, uno maneja el equipo, y todos juegan para que el equipo gane, en Villa María se nos cumplirá el sueño de ver a un equipo en Primera. No tengo dudas. Falta orden, trabajo y claridad en los roles”.

Aclaró que “sin plata en el fútbol no se puede llegar lejos. Si el sueño de la ciudad es llegar a Primera, se necesita la plata que se debe invertir para tal fin. No se puede jugar contra Boca y River con 100 pesos, ni con 100.000. Si hay proyecto, en Villa María hay jugadores, hay DT, hay buenos dirigentes de fútbol y buenos políticos, pero se tienen que poner de acuerdo, dejar el egoísmo de lado, y cumplir el sueño de todos los futboleros”.

Remarca que “dejando de lado los amiguismos, y la envidia. Si todos ponen y tiran para el mismo lado, Villa María tiene potencial”.

Afirmó que “será muy difícil como está planteado, pero no es imposible. Yo traje a ‘Falucho’ Herrera a Alumni porque es pariente de mi señora. Le dije al DT Rubén Agüero que lo dejara y al cuarto partido iba a ser titular. Me llamó para decirme que debutaría como titular en el segundo partido. No le regalaron nada, y sigue haciendo goles todavía. Con respeto, con orden, con plata y si todos cumplen su rol, el sueño es posible”.