Mario Cortez graficó la situación al comentar que “estamos en un barrio humilde, todo nos cuesta, pero nunca nos quedamos con los brazos cruzados, y no perdemos la dignidad, ni el deseo de ser cada día un poquito más grandes”.
El presidente del “lobo” asegura que “jugar el torneo Federal ‘C’ y quedar en el camino ante el campeón (9 de Julio de Morteros), nos dio motivos para tener más ganas que nunca de volver a participar en 2019 en el torneo nacional. Tenemos que ganar la plaza en la cancha, y en eso estamos, buscando el pasaje a las semifinales en Primera, y también en Reserva, lo que prueba que somos un club competitivo en todas las categorías, desde inferiores a la mayor, y con un estilo desde el baby”.
Por ello, sostuvo que “hicimos un gran esfuerzo económico en obras, pero también nos fijamos como premisa que todos los equipos del club, desde la escuelita de fútbol, pasando por las 5 categorías de baby fútbol y las 5 divisiones inferiores jueguen hoy con nueva indumentaria, con el mismo diseño colores y modelo, que es el original del club. Todos tienen camiseta, pantalón y medias idénticas”.
Numerosas obras
Estimó que “a partir de las 18 el predio del club es como un pueblo. Entran chicos de todas las edades con sus padres a practicar deporte, y hemos incorporado a la mujer con un grupo de chicas que practican hockey y próximamente anunciaremos su participación en torneos federados de esa especialidad. Habrá más actividades”.
Agregó que “hemos superado los 400 pibes haciendo deporte en el club. Por eso necesitábamos cambiar toda la iluminación de las instalaciones. Hoy las cuatro canchas están iluminadas, y también la de césped sintético”.
Estimó que “mantener al club en nuestro predio implica tener que partir de la base de 220 mil pesos por mes. Son más de 2 millones por año, y hay que golpear mil puertas, y hacer un montón de esfuerzo, pero además estar regularizados para recibir subsidios. No alcanza nunca, porque se necesitaría ayuda y reconocimiento de parte del empresariado villamariense, que es apático con el trabajo de rol social de los clubes. Es preciso que nos ayuden a seguir conteniendo a esos 400 pibes”.
Indicó que “los invito al club, a conocer el costo de comprar 200 pelotas como hicimos a principio de año. Nosotros queremos volver a jugar un torneo nacional, pero sabemos lo difícil que es jugar el torneo de la Liga para los 20 clubes que hacemos milagros para poder participar. No vamos a aflojar, más allá de todos los escollos que se nos presentan, Argentino irá al frente con humildad y dignidad”.
“Se nos incendió la sala de concentración, y hoy podemos decir con orgullo que ya la remodelamos y tenemos más cuchetas con colchones, cubrecamas, frazadas y sábanas, más televisor y artefactos eléctricos. No nos reconocerán, pero cambiar toda la iluminación del club, y presentar un salón de fiesta renovado y la sala de concentración es un orgullo, porque sé lo que trabajó la comisión para poder reestablecer las instalaciones”.
“La iluminaria led, los uniformes, los pisos resembrados de las canchas principales y las pelotas era la prioridad para que el jugador del club se sienta contenido y mimado, pero además se sienta digno de ir a jugar al fútbol al club, desde que ingresa, pasa por los vestuarios e ingresa al campo, hasta que se retira del club. Esas son las cosas que agigantan el sentido de pertenencia”.
Concentración
Resaltó que “recuperar la sala de concentración fue muy especial. Lleva el nombre de Danna, que fue un hombre muy querido y respetado en el club. Hoy ver las nuevas cuchetas, colchones, sábanas, toallas, muebles, aire acondicionado, TV... No fue nada fácil, ni barato”.
“El salón de fiesta del club pintado, remodelado, con sillas, mesas, vajillas nuevas... El socio lo puede disfrutar y está a la vista. Es un placer que un barrio como el Nicolás Avellaneda se pueda ofrecer este trabajo de contención”.
“Reunir 220 mil pesos por mes no es sencillo. Necesitamos más ayuda. Con aportes particulares, eventos y la contribución del socio lo hemos hecho posible, pero necesitamos más ayuda del empresario local. Lo que les aseguro es que mientras Dios me de vida, no nos van a poner de rodillas, ni bajaremos los brazos. Con sólo ver a los pibes adentro del club y no en la calle, refuerza nuestra lucha”.
“El padre deja a su hijo en el club, y el pibe está asegurado, y con servicio de emergencia y clínica. No es poco tener 400 pibes haciendo deporte. No vamos a parar”.
Con energía renovable
“Con un grupo de empresarios y amigos apuntamos a instalar pantallas solares para hacer realidad el proyecto de energía renovable”.
“Eso nos permitirá tener menos gastos de luz, que era imposible de solventar. Hay que ir a la búsqueda de la tecnología, y hemos elevado un proyecto con José Iachetta, para progresar. Nunca estamos quietos, y no queremos que se apague este club. Nuestra lucha es para crecer en un club con gente”.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María.
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