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Cuando resuena Pedro Aznar

Ante un Teatro Municipal repleto, el notable músico argentino repasó 35 años de intachable carrera artística.

Desde el inicio con “Because” de Lennon hasta el final con “A primera vista” de Chico César y “Ya no hay forma de pedir perdón” de Elton John, cuando resuena Pedro Aznar interpretando a otros, convierte la obra en suya y la embellece.

“Los chicos de la calle”, con la imagen del niño pidiendo en pantalla grande ubicada detrás del escenario, cuando la canta Aznar da escalofríos en esta realidad nuestra y tanta razón tiene: “Los chicos de la calle son un grito aunque los callen, ya son tantos que serían un país donde nadie fue feliz”.

“Muñequitos de papel”, cuando Aznar percute el bajo con un destornillador, recuerda por qué es un bajista extraordinario, además, claro, de pianista, guitarrista y cantante destacado.

“Soledad, Jujuy 1941”, cuando Aznar canta esa baguala con letra de Atahualpa Yupanqui y música propia, queda bien claro que puede meterse con cualquier género y hacerlo siempre, muy bien.

El público haciendo las veces de batería con las palmas a pedido del artista, cuando la comunión de Aznar con su gente es profunda. Y sigue con “Tan alta que está la luna” con un coro que replica en todo el Teatro Municipal, en la noche del jueves último.

Toda su historia

Con entradas agotadas y un público devoto, Pedro Aznar repasó  35 años de carrera con el show íntimo “Resonancia”.

Aznar recorrió toda su historia en un concierto "tranqui" de pop y algo de folk. Faltó, lástima, su costado más rockero, ese que tan bien le calza y que se lo escucha tremendo en el nuevo tema “La trampa”, incluido en el ep que acaba de editar.

Durante una hora cuarenta, Aznar entregó también, otras grandes canciones como “A cada hombre a cada mujer”, “Quebrado”, “Ella se perdió”, “Traición” y “Fotos de Tokio”, entre muchas otras de esa obra estupenda que el público disfrutó de principio a fin.

Andrés Natali