En la Cámara del Crimen, en el quinto piso de Tribunales, Omar Maciel Estigarribia, fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional por ser hallado culpable de los delitos de amenazas, incendio doloso y resistencia a la autoridad. Al ser la pena en suspenso, se ordenó su inmediata libertad. Asimismo, se le impusieron determinadas reglas de conducta: entre ellas, deberá someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados, no podrá mantener ningún tipo de contacto con la víctima hasta que el Juzgado de Violencia Familiar disponga lo contrario y tendrá que abstenerse de consumir alcohol y estupefacientes.
Le incendió la vivienda a su expareja y recibió una pena en suspenso
Se trata de Omar Maciel Estigarribia. Fue condenado a 3 años de prisión de ejecución condicional por amenazas, incendio doloso y resistencia.
La audiencia se desarrolló de un modo particular porque el imputado es hipoacúsico. Es por ello que el padre actuó como intérprete para que el joven comprenda las distintas instancias del debate.
Así, en vez de leerse la pieza acusatoria, se le entregó a Estigarribia. El primer episodio ocurrió el 2 de diciembre de 2018, aproximadamente a las diez de la noche. En esas circunstancias, el hombre se hizo presente en una iglesia situada en la esquina de Intendente Poretti y Sucre, donde se encontraba su expareja. Allí realizó un gesto con una de sus manos, dando a entender que la mataría. Seguidamente, se retiró del lugar.
Por otra parte, el segundo suceso se registró el mismo día, alrededor de una hora después, cuando Estigarribia se dirigió al domicilio de la mujer, ubicado en bulevar Vélez Sarsfield al 500, ingresó y, presumiblemente con un elemento combustible, inició un incendio.
Afortunadamente, en ese momento, la víctima se encontraba en la Unidad Judicial radicando una denuncia en contra del acusado por el hecho narrado primeramente. Cabe mencionar que el foco ígneo se propagó por distintos espacios de la casa, provocando daños materiales en los bienes de la mujer.
Pasados algunos minutos de la medianoche, mientras el hombre caminaba por la calle 12 de Octubre al 500, una funcionaria policial intentó controlarlo en el marco de las tareas de prevención propias de los efectivos. En ese marco, el imputado se resistió y le arrojó golpes. Sin embargo, tras un breve forcejeo, logró ser reducido.
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Así, en vez de leerse la pieza acusatoria, se le entregó a Estigarribia. El primer episodio ocurrió el 2 de diciembre de 2018, aproximadamente a las diez de la noche. En esas circunstancias, el hombre se hizo presente en una iglesia situada en la esquina de Intendente Poretti y Sucre, donde se encontraba su expareja. Allí realizó un gesto con una de sus manos, dando a entender que la mataría. Seguidamente, se retiró del lugar.
Por otra parte, el segundo suceso se registró el mismo día, alrededor de una hora después, cuando Estigarribia se dirigió al domicilio de la mujer, ubicado en bulevar Vélez Sarsfield al 500, ingresó y, presumiblemente con un elemento combustible, inició un incendio.
Afortunadamente, en ese momento, la víctima se encontraba en la Unidad Judicial radicando una denuncia en contra del acusado por el hecho narrado primeramente. Cabe mencionar que el foco ígneo se propagó por distintos espacios de la casa, provocando daños materiales en los bienes de la mujer.
Pasados algunos minutos de la medianoche, mientras el hombre caminaba por la calle 12 de Octubre al 500, una funcionaria policial intentó controlarlo en el marco de las tareas de prevención propias de los efectivos. En ese marco, el imputado se resistió y le arrojó golpes. Sin embargo, tras un breve forcejeo, logró ser reducido.
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