Opinión | campaña | ciudad | Río Cuarto

El reto de pasar de los eslóganes a las propuestas

Del "Río Cuarto bien alto" de Llamosas a "La esperanza que viene con el cambio" de Abrile, la campaña ha mostrado hasta ahora sólo buenas intenciones. Sería lamentable que no se debatan proyectos de cara a la pospandemia en la ciudad.

Faltan 36 días para las elecciones municipales y en la ciudad empiezan a aparecer los primeros carteles de campaña. Claro está que algunos han quedado del proceso proselitista anterior. Por ejemplo, aún se ven gigantografías promoviendo la reelección del intendente Juan Manuel Llamosas con el eslogan que dice “Río Cuarto bien alto”. Es que el mandatario municipal, según sus propias palabras, aún no ha comenzado la campaña en forma oficial, aunque en la oposición se lea cada paso que da como el de un candidato en acción. “Vamos a arrancar con todo en noviembre. A la gente no le gustan las campañas largas”, coinciden en el Palacio Municipal. En el oficialismo ven que “está bajando la espuma” vinculada con la cuestión epidemiológica, a partir del amesetamiento de la curva en el orden de los 100 casos promedio por día, a partir de lo cual argumentan que ello les permitirá vislumbrar a los votantes lo que Llamosas hizo en los cuatro años de gobierno. En el gabinete municipal dicen que hay que ir a votar el 29 de noviembre. “Vemos que los riocuartenses han internalizado el concepto de que se tiene que aprender a convivir con el virus. Y, en ese marco, hay un protocolo electoral hecho a medida de la pandemia, que es seguro”, sostiene el equipo del intendente. Los funcionarios municipales también se preguntan de cuánto será el nivel de participación del electorado. La expectativa está centrada en que concurra un 60 por ciento de los electores que figuran en los padrones electores. Pero nadie asegura que vaya a ser así, dado que hay personas que tienen miedo de ir a votar por temor a contagiarse de Covid-19 y están también aquellos que se encuentran muy enojados con la clase política y que posiblemente no vayan a sufragar ese día. “De todas formas, tenemos que ir a votar sí o sí y aunque sea ganar por un voto”, manifiestan ansiosos los militantes que ya empezaron a hacer campaña, sobre todo por las redes sociales.

En tanto, el comando de campaña de Gabriel Abrile (Juntos por Río Cuarto) ya empezó la pegatina de afiches por las calles de la ciudad. “La esperanza viene con el cambio”, dice uno de los eslóganes que muestran una estética distinta a lo que utilizó el radicalismo en las campañas anteriores. Y agrega: “Abrile, mejor para Río Cuarto”. El radicalismo busca instalar como eje de campaña que la ciudad necesita en este contexto particular un líder que esté a la altura de las circunstancias tanto para manejar la pandemia como la pospandemia y exhibe al médico terapista como al candidato ideal. Pero Hacemos por Córdoba retruca diciendo que Río Cuarto no requiere de un líder que grite o que sea violento sino que sea moderado y que esté cerca de la gente. Precisamente, los nuevos spots de Abrile indican: “Viene un intendente que escucha a los vecinos”. Sin embargo, el llamosismo replica diciendo que “si hay un intendente que está cerca de la gente ése es Llamosas”. ¿Vendrá Horacio Rodríguez Larreta, el dirigente con mejor imagen en Córdoba, a hacer campaña por Abrile? Por estos días, el oficialismo difunde videos de las acciones de gobierno que se están concretando tendientes a controlar el coronavirus, aunque promete dar a conocer las nuevas propuestas cuando arranque el mes de noviembre. Por su lado, Eduardo Scoppa (Riocuartenses por la Ciudad) sigue cuestionando la fecha de la elección y alerta que la tormenta de la pandemia aún no pasó. “Como decíamos a la mañana, el ministro de Salud (Diego Cardozo) lo confirma a la tarde”, tuitea Scoppa, tras mencionar una declaración del funcionario provincial, en la que alerta sobre “una cantidad elevada de contagios”. Hasta ahora, los postulantes usan mucho las redes sociales para los cruces de campaña. Pablo Carrizo, del Frente Política Abierta, apuntó contra sus excompañeras de Respeto tras las declaraciones de Lucía de Carlos, que señaló que no descartaba bajarse de su candidatura si se complicaba la situación sanitaria. El exconcejal dejó entrever que había “miedo” en dicho partido porque las encuestas no lo favorecen. Mientras Mario Lamberghini, del Partido Libertario, avanza con la idea de que es el “administrador” que necesita la ciudad, el ucedeísta Marcelo Ljubich y Guadalupe Fantin, del Frente de Izquierda, esperan el momento justo para salir a la cancha.

Hasta ahora la campaña se basa en eslóganes que poco dicen de las propuestas de los candidatos que aspiran a ocupar el Sillón de Mójica. Es cierto que el proceso proselitista recién empezó a carretear y que probablemente tome vuelo en los últimos quince días de noviembre. Pero lo lamentable sería que se quede en un estadio de frases de ocasión y que no derive en la presentación de proyectos de cara a lo que viene. El paso de la pandemia no solamente deja huellas en la salud de las personas sino también en la economía de la ciudad. Por ende, sería positivo que los candidatos a intendente le dijeran al electorado cuál es la ciudad que proyectan en el caso de acceder a la intendencia. La pospandemia contemplará un escenario difícil y complicado que necesitará de todos los riocuartenses para salir adelante.