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"Buscamos reírnos de lo que nos pasa a diario, sacarle el jugo y llevarlo al extremo"

Los hermanos Nicolás y Juan Andrés Ospina integran el dúo colombiano que combina la música, el teatro y el humor con un genial resultado. Aseguran haber sido influenciados por Les Luthiers y cuentan que desde chicos en su casa hacían obras con su familia.

Son dueños de un humor muy particular y un dominio musical que caracteriza a todas sus presentaciones. Con sus primeros trabajos viralizados notablemente por las redes sociales, el proyecto de Inténtalo Carito llegó a todo el mundo y consiguió una importante repercusión por todos lados. Son parte de una familia en la que nunca faltó la música y desde chicos emprenden curiosas iniciativas que vinculan el teatro, la música, la poesía y el humor. Nicolás y Juan Andrés Ospina se hicieron conocidos por “Qué difícil es hablar el español”, pero a esa canción le siguieron muchas otras que dejan a todos con una sonrisa y tarareando melodías.

En el marco de la cuarentena, desde sus hogares en Bogotá (Colombia), grabaron un nuevo tema que grafica lo vivido por todas las familias en medio de la pandemia, “En la casa pero tranquilus”. Aquí recorren un poco su historia y reflexionan sobre cómo encontrarles el lado humorístico a esas cosas que nos vuelven un poco locos en la vida.

“Como los dos somos pianistas no hemos tocado mucho, pero mientras estudiábamos en Barcelona, hacíamos cosas juntos, si uno tenía que preparar algo le pedía al otro que hiciera el bajo en el piano”, comentó Nicolás Ospina sobre los primeros pasos con su hermano Juan, quien agrega: “Durante la época de estudio colaborábamos ayudándonos, pero no en plan de presentaciones en vivo. En alguna época que Nicolás tenía algún concierto me invitaba e improvisábamos, o tocábamos a 4 manos. Pero antes de empezar a estudiar, en el colegio también hacíamos muchas cosas, sólo que no lo hacíamos conscientes de estar en un proyecto. Tuvimos un grupo a capella con un sexteto, nosotros hacíamos los arreglos, pero totalmente de manera intuitiva, no sabíamos nada de partitura”.

- En sus trabajos lo teatral está muy presente.

Juan: Sí, totalmente, por ejemplo Les Luthiers es uno de los principales referentes que tenemos en ese campo cómico musical. Lo que sucede es que en todo nuestro contexto siempre tuvimos música, en nuestra casa había todo el tiempo. Nuestro padre canta y en casa siempre hubo instrumentos, siempre hicimos cosas juntos, sólo que fue de un modo más profesional desde el proyecto de Inténtalo Carito. Además, estuvimos viviendo por separado varios años: yo en Boston (EE.UU.), mientras que Nicolás estaba en Buenos Aires.

- ¿Cómo eran las reuniones familiares en ese contexto lleno de arte?

Nicolás: Somos 4 hermanos, tenemos dos hermanas: una que también es música y otra que es diseñadora gráfica y fotógrafa, aunque también canta muy lindo. Por eso, algo que siempre hicimos mucho en los encuentros familiares fueron las cantadas, con guitarreada, porque mi padre y algunos tíos tocan, de hecho sabían un cancionero con temas como “Zamba de mi esperanza” o “Lunita tucumana”. Otras veces montábamos cosas a voces, como un coro familiar, para fiestas como Navidad o en un casamiento, con arreglos lindos y muy elaborados.

- ¿Puede decirse que era casi imposible que ustedes no estuvieran vinculados al arte?

J: Sí, porque incluso nuestra madre también es artista, está vinculada a lo gráfico y las manualidades, de hecho teje y tiene un canal de YouTube que es re famoso, con muchos seguidores.

El proyecto “Inténtalo Carito” surge a partir de una canción, con ese mismo nombre, que compusieron juntos para una prima con el motivo de su casamiento. No sólo tuvo buena respuesta de los presentes en la fiesta, sino también en los miles y miles de seguidores que se sumaron con su apoyo desde las redes sociales. “Nuestra casa siempre fue un punto de encuentro social de muchos grupos, de familiares que venían de visita, y a todos les gustaba ir porque siempre estábamos inventando cosas distintas, ya sea desde la música o creando nuestras propias películas”, comentó Juan, al igual que los conciertos que organizaba su padre en el mismo hogar, con programa incluido, en los que ellos se sumaban a tocar.

- Sus canciones no sólo se destacan por lo musical, sino también por las letras. ¿Son de dedicarles el mismo tiempo a los textos que a la música?

N: Sí, le dedicamos mucho a encontrar la palabra justa, el acento justo, la rima. Es algo que nos lleva mucho tiempo y que también viene desde chicos, con juegos de palabras que acostumbrábamos jugar. Son cosas del lenguaje que tenemos incorporadas desde pequeños.

J: Nos gusta mucho escribir, de hecho Nicolás tiene un taller de composición de canciones. Somos muy cuidadosos en eso. De chicos no éramos tanto de improvisar, que era algo que vino después.

- Es clave la presencia de la comicidad en todo lo que hacen, ¿qué lugar tiene en ustedes el humor?

J: El proyecto “Inténtalo Carito” es la profesionalización de algo que hemos hecho siempre, siempre estuvimos en ese registro de hacer bromas. De hecho, con nuestros amigos tenemos la fama de ser los chistosos, y así “Inténtalo Carito” se dio de manera muy natural, para organizar lo que pasa en nuestra vida cotidiana.

N: El otro día me pedían que hiciera un taller sobre cómo hacer canciones de humor, pero creo que es algo difícil. Se puede trabajar, pero si uno está acostumbrado a hacerlo desde chico, se hace más natural.

El mayor salto que dieron los hermanos Ospina estuvo con la canción “Qué difícil es hablar el español”, un tema en el que simulaban ser norteamericanos y realizaban un recorrido por todos los países de lengua española en los que los términos diferían notablemente a la hora de referirse a mismos objetos. Comentan que varias situaciones muy particulares les ocurrieron con esta experiencia, ya que, por lo pronto, muchos seguidores creyeron que realmente tenían como lengua principal el inglés y los felicitaban por cómo mejoraban en su aprendizaje del español, aún cuando todo era parte de la misma broma de la canción. “Consideramos que era chistoso empezar hablando de ese modo e incluir el acento en algunas partes de la canción, pero hay momentos en los que hablamos muy rápido en español”, destacó Juan.

- ¿La canción está relacionada con su viaje por toda América y sus experiencias en estos países?

J: Nuestro primer encuentro fuerte con este cambio de palabras se dio en España, cuando estuvimos viviendo allí, porque tuvimos muchas situaciones relacionadas con eso. Con el uso de expresiones como “me regalas una gaseosa”, cuando íbamos a comprar, que es algo que solemos decir, o cuando hablamos de “pena”, en relación con la vergüenza, no a la lástima.

N: Después de la canción empezamos a tener en cuenta el tema del lenguaje con relación a usar palabras que fueran más internacionales y que no fueran sólo de una región, palabras muy folclóricas de nuestra ciudad, porque al seguirnos gente de todos lados buscamos que se pudiera entender lo que decimos.

J: De todas formas, es inevitable tener un sello propio, aún cuando intentamos evitar los términos que son muy regionales.

- ¿Con esa canción recibieron recomendaciones de nuevos términos en español de todo el mundo?

N: Hemos recibido millones, de hecho hemos hablado de que si algún día tenemos el dinero, podríamos pagarle a alguien para que releve los miles y miles de comentarios que tenemos en el canal, porque hay mucha información, en especial cuando sacamos la canción nos escribían al mail y a la página. Si uno sacara toda esa información podría armar una enciclopedia de términos latinoamericanos. Nosotros nunca nos imaginamos que la canción tendría esa repercusión.

- Hay situaciones que se dan en el día a día y que a muchos pueden volver locos, pero ustedes las rescatan intentando sacar el lado humorístico.

J: Es que son cosas que nos pasan a todos, tenemos aftas, odiamos la burocracia, nos vamos por las ramas al hablar (en referencia a algunas de sus canciones), por lo que intentamos reírnos de eso, sacándole el jugo y llevándolo a lugares extremos.

N: La inspiración no sale de experiencias concretas, sino de situaciones que vemos que se repiten mucho, como “Me suena de algo tu cara”, porque constantemente nos encontramos con gente que no sabemos de dónde recordamos su rostro.

Consultados sobre la respuesta que tienen de diversos grupos etarios, pues son seguidos por públicos de todas las edades y de muchos países, aseguran que no es algo que surja planeado, pero indican que el no llevarse por las tendencias hace que muchos se sientan identificados con lo que dicen, “como hablamos de cosas como el uso de las redes puede gustarles más a los jóvenes y temas relacionados a la burocracia puede ser más seguido por adultos, por lo que todos se sienten identificados con algo”, señalan. Agregan que la dedicación a lo musical también es uno de los motivos por los que tienen seguidores en todos los países, al encarar una gran diversidad de géneros: “Nos gusta hacer diversos tipos de música y encontramos una plataforma donde podemos ser radicales a la hora de cambiar de un género a otro, de hecho es algo que nos gusta mucho de este proyecto, todo puede ser incluido porque no se une por género, sino que es el estilo”, sostienen.