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“El macrismo vino a modificar la historia y la cultura de los argentinos”

El ex ministro de Trabajo del kirchnerismo, Carlos Tomada, dio una charla ayer en la UOM. Previamente tuvo una entrevista con este medio y alertó sobre los peligros de la reforma laboral que intenta imponer el Gobierno

“La última vez que estuve en Villa María fue hace como diez años, cuando Eduardo Accastello era el intendente y se inauguraba una biblioteca ¿Puede ser?”. Carlos Tomada habla, sin duda alguna, de la Medioteca en el año 2007. Sin embargo esta vez no vino a la ciudad como Ministro de Trabajo (lo fue durante las tres gestiones del kirchnerismo). Tampoco como dirigente político. Simplemente como disertante.

“Estoy recorriendo el país invitado por varias organizaciones sindicales y hablando de diversos temas que hoy aquejan a los trabajadores. Uno de ellos es la reforma laboral, pero no el único -comenta- Y los compañeros de la CGT de Villa María tuvieron la gentileza de invitarme. Así que aproveché su ateneo coincidiendo con una fecha demasiado simbólica para omitirla; sobre todo si uno viene a Córdoba.

-¿Y nota coincidencias entre aquel 29 de mayo del ´69 y este?

-Quizás el paralelismo más fuerte sea la unidad de los trabajadores. Esa unión aparece en el ´69 con la riquísima historia del movimiento obrero cordobés y su heterogeneidad; con dirigentes como Elpidio Torres y René Salamanca del SMATA, Atlio López de la CGT combativa y Agustín Tosco de Luz y Fuerza. Grandísimas figuras por la defensa de los obreros.

-¿Cómo definiría, entonces, al Cordobazo?

-Fue uno de los puntos más altos de la conciencia obrera en la Argentina. Y aquí viene la otra similitud con estos tiempos. Y es que ese movimiento obrero no le pidió permiso a nadie para generar esa marcha. El Cordobazo es consecuencia de un proceso de resistencia que viene del ´57. No nació por generación espontánea. Como la movida obrera de estos tiempos. 

-Cuesta encontrar en los medios alguien que concientice sobre las consecuencias de la reforma laboral ¿no?

-Yo quisiera estar más en los medios, pero hablo donde me dan un lugar, como ustedes a quienes agradezco. Con respecto a la concientización, creo que lo que está en juego no es un texto o un párrafo de una ley. Lo que está en juego es si va a haber reforma laboral o no. Y espero que no. Porque si se plantea que los problemas de la Argentina se resuelven quitándole los derechos y garantías a los trabajadores y las trabajadoras, me parece una barbaridad total y un sinsentido absoluto. 

-Hay una relación directa entre el FMI y esta reforma, ¿no es así?

-Totalmente. Y por eso lo digo, teniendo en cuenta la intervención del Fondo Monetario Internacional en los próximos días. Este organismo ha sido el impulsor de todas las reformas laborales que hubo en el mundo. Hubo 103 países que las hicieron y con los mismos argumentos que propone el presidente Macri: traer inversiones, generar empleo, reducir el déficit... El resultado es que ninguna reforma laboral dio resultado. Nunca. Y no lo digo yo. Lo dice un informe de Naciones Unidas. Lo que siempre hubo tras este tipo de reformas fue pérdida de derechos, pérdida de garantías e incertidumbre laboral. Lo mismo que está pasando ahora. 

-¿Los argentinos no hemos reaccionado como deberíamos?

-Yo diría que al contrario, hemos reaccionado y mucho. No te olvidés que estamos ante un gobierno que fue electo democráticamente y ganó dos veces seguidas. Y entonces no es tan sencilla la confrontación. Sin embargo, la sociedad, a través de no pocas organizaciones sindicales, resistieron. Hubo movilizaciones impresionantes en Buenos Aires y la protesta del 25 de mayo contra el FMI se dio en un contexto que impide quitarle importancia. Fue muchísima gente enojada pero también esperanzada. Y eso fue muy positivo.

-¿Cuál considera que fue el legado suyo y del gobierno que representó durante doce años?

-Me resulta difícil hablar del legado personal así que hablaré del legado del gobierno. Yo siempre digo que tuve la suerte de trabajar para dos Presidentes que hicieron del trabajo y de los trabajadores un eje fundamental de su gestión. No recuerdo otro poder ejecutivo donde tuviera tanta importancia el trabajo, el salario y la seguridad social. Esas tres cosas fueron centrales para nuestro gobierno. Pero ahora son una variable de ajuste. 

-¿Tiene algún ejemplo?

-No me puedo olvidar cuando empezaban los efectos de la crisis financiera del 2006 y Cristina me llama a su despacho de Olivos. Me dijo “Carlos, esta crisis no la van a pagar los trabajadores así que andá viendo cómo vas a hacer, porque mientras yo sea presidente esto no va a ocurrir”. No sé cuántos presidentes del mundo, frente a una crisis así, reaccionaron de esa manera. Además, se recuperó el protagonismo sindical. A partir del 2003 valió la pena afiliarse. Y por eso los gremios hoy son el enemigo número uno del gobierno. Este gobierno que viene a cambiar la relación capital-trabajo en la Argentina.

-¿Un mensaje final?

-Resistir de todas las formas posibles. En el congreso, en las calles, en todas partes. Y con dirigentes que estén a la altura del desafío histórico que tenemos en esta oportunidad. Pero esta vez es diferente a las anteriores. Porque el macrismo no viene a arreglar algunos problemas económicos, sino que vino a modificar de raíz la historia y la cultura de los argentinos. 

Iván Wielikosielek

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