Trabajadores del sindicato de Camioneros cercaron hoy el escenario montado en medio de la Plaza de Mayo y lograron evitar que se produjeran incidentes como los sucedidos en la marcha de marzo pasado, cuando los miembros del triunvirato de la CGT debieron retirarse en medio de empujones e insultos por no haber llamado a un paro general.
Esta vez tampoco se llamó explícitamente a una huelga, si bien Schmid planteó que habrá un plan de lucha que incluiría un paro, aunque el operativo de seguridad montado fue esta vez más estricto e impidió que se acercaran al escenario quienes pudieran abuchear o insultar a los dirigentes cegetistas.
Los cordones de afiliados a Camioneros fueron cuidadosos para evitar que en la parte trasera del escenario se ubicaran columnas de gremios y partidos vinculados a la izquierda o al kirchnerismo, a los que la CGT había señalado como los autores de aquella tumultuosa retirada en la marcha del microcentro porteño.
Si bien no hubo incidentes con sectores que no reportan a la CGT, sí hubo una escaramuza entre afiliados de Camioneros y La Fraternidad y otra entre integrantes del mismo gremio que lidera Pablo Moyano, que obligaron a apurar el inicio del acto.
Por motivos que se desconocían, los afiliados de Camioneros comenzaron a enfrentarse lanzando botellas pero también arrancaron y se arrojaron las cruces en homenaje a los 17 muertos de la Guerra de Malvinas en el continente que se encuentran clavadas en la plaza, cerca del acampe de veteranos.
La situación no pasó a mayores, pero igualmente se pudo ver a algunos afiliados de ese sindicato con la cabeza sangrando tras haber recibido impactos de proyectiles provenientes del bando contrario.
Esta vez tampoco se llamó explícitamente a una huelga, si bien Schmid planteó que habrá un plan de lucha que incluiría un paro, aunque el operativo de seguridad montado fue esta vez más estricto e impidió que se acercaran al escenario quienes pudieran abuchear o insultar a los dirigentes cegetistas.
Los cordones de afiliados a Camioneros fueron cuidadosos para evitar que en la parte trasera del escenario se ubicaran columnas de gremios y partidos vinculados a la izquierda o al kirchnerismo, a los que la CGT había señalado como los autores de aquella tumultuosa retirada en la marcha del microcentro porteño.
Si bien no hubo incidentes con sectores que no reportan a la CGT, sí hubo una escaramuza entre afiliados de Camioneros y La Fraternidad y otra entre integrantes del mismo gremio que lidera Pablo Moyano, que obligaron a apurar el inicio del acto.
Por motivos que se desconocían, los afiliados de Camioneros comenzaron a enfrentarse lanzando botellas pero también arrancaron y se arrojaron las cruces en homenaje a los 17 muertos de la Guerra de Malvinas en el continente que se encuentran clavadas en la plaza, cerca del acampe de veteranos.
La situación no pasó a mayores, pero igualmente se pudo ver a algunos afiliados de ese sindicato con la cabeza sangrando tras haber recibido impactos de proyectiles provenientes del bando contrario.