Hubo una cena que reunió a la gran familia del club rojinegro y no faltaron las anécdotas ni los recuerdos que emocionaron a muchos que ya peinan canas en el vecino y futbolero Arroyo Cabral.
La historia indicaba que por entonces por tercer año consecutivo el Sport Club Colón se coronó campeón de la Liga Villamariense de Fútbol.
Ganó todo lo que disputó: su zona en la clasificatoria, su grupo en la segunda ronda, eliminando a River Plate en la semifinal para enfrentar a Unión Central y vencerlo en la final, primero en Arroyo Cabral por 3 a 2 y después en Plaza Manuel Anselmo Ocampo, con un contundente 4 a 0. Jugó 24 partidos, con 15 triunfos,
Ocho empates y sólo 1 derrota. De los 57 goles convertidos, 13 fueron de Diego Cabral, delantero de Colón que compartió el primer lugar, en la tabla de goleadores. En el clásico frente a Rivadavia empató 1 a 1 como visitante y ganó por 5 a 1 como local.
En la primera parte del campeonato, Colón tuvo a Juan C. Giacri como Director Técnico (quien lo había llevado dos años seguidos a la obtención del título) y en la última parte asumió en su reemplazo Raúl González.
Los gritos eufóricos, los cánticos jubilosos y las banderas flameando victoriosas en la sede del Club Colón, enmarcaban el festejo de un nuevo título, camino al tetracampeonato que lograrían al año siguiente, hazaña sólo alcanzada por River Plate en la Liga Centenaria. Por eso se entendía a la ruidosa hinchada que celebraba tamaña victoria.
La fotografía del equipo campeón muestra com mascota a Diego Miguel Cerutti, hijo de un dirigente emblemático del Club. Arriba de derecha a izquierda: Javier Boasso, Iván Bitar, Leonardo Comba, Gerardo Aveldaño, Elder Conti, Juan C. Fernández, Jorge Martínez, Ariel Menta, Gori, Norberto Esquibel (Ayud.); abajo: Luis Rosso, Gerardo Capornio, Carlos Navarro, Diego Cabral, Jorge Giraudo, Francisco Martina y Sergio Martina.
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