Igual, la suspensión se ajusta a lo acordado. La polémica se instaló porque hace 14 días que no se juega. Es atípico, también que llueva tantos días sin pausa.
Hasta el jueves nadie dudaba que la decisión correcta era la suspensión. El viernes las canchas no estaban para jugar y la suspensión por adelantado de divisiones inferiores no fue apresurada.
Fue idéntica a la forma que se adoptó para suspender el sábado la fecha de primera prevista para ayer. ¿Cuál fue la diferencia? El sábado dejó de llover, y aunque no hubo sol y se esperaba más lluvia, había tiempo para acondicionar algunas canchas, y que pudieran soportar los partidos del domingo.
La suspensión del sábado resultó apresurada con el diario del lunes.
El domingo a las 16 se podía jugar, y la mayoría de las canchas estaban en condiciones.
Suspender para reprogramar entresemana y de noche, cuando se pronostica más lluvia, es redoblar el error.
Hay que reconocer que el presidente Claudio Martínez no es quien manda y decide. Suspendió la fecha con el consentimiento de la mayoría de los delegados, y ese error se repetirá por la sencilla razón de que evitó males mayores.
Para Martínez lo más fácil es programar los martes y enviar a los árbitros a las canchas los domingos. Es lo que indica el reglamento.
Si se aplica el reglamento, los árbitros que suspendan los partidos deberán recibir de los clubes los viáticos (costo del viaje de Córdoba a Villa María; más los remises de la Liga a las canchas). Si se juegan los preliminares, los clubes deberán oblar el 50%. Si empiezan los partidos de primera y luego se suspenden, deberán abonar el 75%. Cuando se reanuden esos partidos, pagarán 100% más. Más policías.
Esa es la razón por la que se suspenden los partidos.
También se tiene en cuenta que los pisos de las canchas resembradas se “rompen”, y los costos se duplican para arreglarlos.
Claro que los costos cuando no se juega también son muy altos en traslados para entrenar y sueldos.
Lo que no tiene sentido es reprogramar entresemana. No respetaron la fecha de inicio que establecieron en 2017 para eludir el Mundial de Rusia. El torneo finalizará después que el Mundial.
En mayo no es negocio jugar de noche. Hoy deben llegar a un acuerdo que se adapte a la realidad, para no suspender y reprogramar con innecesario apuro.
Edgar Scauso
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