Se estima que en Argentina 1 de cada 100 habitantes puede ser celíaco. Ese es uno de los datos centrales que surgió en el encuentro que se realizó en la sede del Concejo Deliberante de la que participaron ediles, médicos y personas que padecen esta intolerancia.
Esto en el marco de una ciudad que desde hace años cuenta con una ordenanza que regula distintos aspectos que apuntan a hacer más fácil la vida de los celíacos, con lo cual rige la obligación para comedores y restaurantes de tener un menú especial e incluso los supermercados deben contar con una góndola para ubicar productos sin TACC.
Como se conoce, la celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, que es el conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales.
Puede afectar tanto a niños como a adultos, a la par que las estadísticas muestran que “actualmente, la incidencia es mayor en mujeres, que en varones”.
El encuentro se hizo en la casona de calle Mitre, en la que también hubo degustación de alimentos aptos que se realizan en el marco de una iniciativa local.
Sobre la charla, estuvo a cargo de los profesionales de la salud Carolina Rosa Unanue, José Luis Oggero, Mariana Castro y Ramiro Ferreyra, quienes señalaron que “la celiaquía se presenta en personas que tienen predisposición genética a padecerla y que se estima que en Argentina 1 de cada 100 habitantes puede ser celíaco”.
También se sumaron el legislador José Escamilla y funcionarios municipales, entre ellos la subsecretaria de Habilitaciones, Valeria Suárez.
Sobre el encuentro
“Fue un encuentro muy rico en el que se escuchó que existe, y esto en el marco de la ordenanza, cantidad de establecimientos preparando alimentos aptos para celíacos, y que también en los restaurantes encuentran menúes para celíacos y en los supermercados góndolas separadas del resto y con la debida cartelería”, explicó la concejal Mónica Lazos del bloque Villa María para la Victoria-PJ, ante la consulta de este diario.
Lazos destacó que la ciudad “avanzó muchísimo” en ese sentido, y apuntó que se habilitaron microemprendimientos para la elaboración de comidas e incluso espacios para la venta de productos específicos.
Anticipó que además “se abrió la puerta para seguir trabajando en lo que falta y reflexionando acerca del tema”.
Lazos recordó que años atrás, en los primeros encuentros que mantenían con personas celíacas, eran muchos los reclamos por todo lo que faltaba en la ciudad, y destacó cómo se dio un cambio de panorama.
Admitió que “seguramente” falta mucho por hacer todavía pero celebró los avances dados.
Mariana Corradini
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Como se conoce, la celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, que es el conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de estos cuatro cereales.
Puede afectar tanto a niños como a adultos, a la par que las estadísticas muestran que “actualmente, la incidencia es mayor en mujeres, que en varones”.
El encuentro se hizo en la casona de calle Mitre, en la que también hubo degustación de alimentos aptos que se realizan en el marco de una iniciativa local.
Sobre la charla, estuvo a cargo de los profesionales de la salud Carolina Rosa Unanue, José Luis Oggero, Mariana Castro y Ramiro Ferreyra, quienes señalaron que “la celiaquía se presenta en personas que tienen predisposición genética a padecerla y que se estima que en Argentina 1 de cada 100 habitantes puede ser celíaco”.
También se sumaron el legislador José Escamilla y funcionarios municipales, entre ellos la subsecretaria de Habilitaciones, Valeria Suárez.
Sobre el encuentro
“Fue un encuentro muy rico en el que se escuchó que existe, y esto en el marco de la ordenanza, cantidad de establecimientos preparando alimentos aptos para celíacos, y que también en los restaurantes encuentran menúes para celíacos y en los supermercados góndolas separadas del resto y con la debida cartelería”, explicó la concejal Mónica Lazos del bloque Villa María para la Victoria-PJ, ante la consulta de este diario.
Lazos destacó que la ciudad “avanzó muchísimo” en ese sentido, y apuntó que se habilitaron microemprendimientos para la elaboración de comidas e incluso espacios para la venta de productos específicos.
Anticipó que además “se abrió la puerta para seguir trabajando en lo que falta y reflexionando acerca del tema”.
Lazos recordó que años atrás, en los primeros encuentros que mantenían con personas celíacas, eran muchos los reclamos por todo lo que faltaba en la ciudad, y destacó cómo se dio un cambio de panorama.
Admitió que “seguramente” falta mucho por hacer todavía pero celebró los avances dados.
Mariana Corradini