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El gobierno de Ecuador aseguró que desactivó un golpe de Estado

Pese a que la administración del presidente Lenín Moreno afirmó que el país recupera la normalidad, movimientos indigenistas continúan con una revuelta popular.

El gobierno de Ecuador dio hoy por desactivado un intento de "golpe de estado" promovido por opositores vinculados al ex presidente Rafael Correa con apoyo "foráneo", mientras que los movimientos indigenistas, que lideran desde hace 10 días una revuelta popular, advirtieron que las protestas continuarán hasta lograr que el FMI "se vaya del país".

Pese a que el gobierno del presidente Lenín Moreno aseguró que la normalidad se recupera de a poco en el país, ocho policías, entre ellos una mujer, fueron retenidos por activistas indígenas en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), en una acción que las autoridades consideran secuestro.

Desde el estallido de la crisis, el pasado 1 de octubre, cinco personas murieron en medio de las protestas y más de 800 fueron detenidas, de acuerdo con informes proporcionados por fuentes oficiales u organismos independientes.

La reacción popular, que involucra también a sindicatos y movimientos sociales, siguió a una decisión de Moreno de eliminar un subsidio a los combustibles, con su consecuente impacto en los precios de las naftas, en el marco de un acuerdo de ajuste económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La fuerza de las protestas movió a Moreno a declarar el estado de excepción, que suspende algunas garantías constitucionales, y a mudar la sede del gobierno a Guayaquil, unos 400 kilómetros al suroeste de Quito, ciudad esta última sitiada por acampes, movilizaciones y asambleas de las organizaciones indígenas.