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"La paz no se negocia", expresó el presidente de Ecuador

Lenín Moreno envió un mensaje a través de las redes sociales luego de ratificar que no derogará el decreto que liberó el subsidio a los combustibles. Siguen las violentas protestas.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, envió hoy un mensaje a través de sus redes sociales, destacando que "la paz no se negocia", luego de ratificar que no derogará el decreto que liberó el subsidio a los combustibles, por el que se desataron protestas violentas en todo el país.

"Este mensaje es para ti compatriota, que cuidas a tu familia, que quieres volver a clases, que sabes que esta lucha se gana trabajando, con valentía y el coraje para sentar un precedente por el futuro de los que amamos. ¡La paz no se negocia! #EcuadorPaísDePaz #ApoyoALaDemocracia", sentenció Lenín Moreno.

"No es posible derogar el decreto; lo hemos dicho a los mediadores y a los dirigentes indígenas", enfatizó por otro lado, en una entrevista televisiva. Además, aclaró que "en ningún momento se le cruzó por la cabeza renunciar a la presidencia" remarcando que "se tomaron las medidas adecuadas".

Crece la tensión

Decenas de miles de indígenas, trabajadores y estudiantes ecuatorianos profundizaron hoy sus protestas y marcharon hasta las cercanías del militarizado Palacio de la Presidencia.

El objetivo era llegar al Palacio de Carondelet, pero el edificio está completamente rodeado y resguardado por fuerzas de seguridad. Sin embargo y pese a los esfuerzos de la Policía de frenar sus avances, una marea de manifestantes se instaló a solo cuatro cuadras hacia el Norte, en la Plaza del Teatro.

La marcha de los indígenas, en tanto, culminó en la Plaza de Santo Domingo, también a cuatro cuadras, pero hacia el Sur.

Desde el lunes, los manifestantes comenzaron a llegar por miles a la capital siguiendo un llamado de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) para luchar contra la suspensión de los subsidios al combustible, una medida enmarcada en un plan de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En paralelo, los principales sindicatos del país convocaron a un paro nacional y se sumaron a las protestas.

Con algunas rutas cortadas, sin transporte urbano y con la capital prácticamente tomada y llena de barricadas, el gobierno no pudo retomar las clases, como había prometido, lo que sumó a la sensación de parálisis en una buena parte del país.

En este difícil contexto, el presidente intentó recuperar el control de la capital y volvió hoy a Quito, aunque su gobierno no informó de su paradero exacto por razones de seguridad.

Moreno había abandonado Quito el lunes a la noche y se había instalado en la ciudad de Guayaquil, el corazón económico del país y tradicional bastión de la centro derecha.

El pedido de Correa

En las últimas horas, Rafael Correa, el hombre que recoge tanto la rivalidad del presidente como el rechazo de la cúpula del movimiento indígena, había pedido nuevamente elecciones anticipadas como una solución a la crisis.

"Si es necesario que sea candidato, lo seré. A mí me inhabilitaron para ser presidente porque todo fue ilegal, todo fue inconstitucional, pero de vicepresidente para abajo, yo no tengo ningún problema para participar", indicó en una rueda de prensa en el Parlamento Europeo, al que fue invitado por la bancada de Izquierda Unida.

Pero por ahora no parece haber posibilidades ni de convocar a elecciones ni de abrir un diálogo.

En medio de las crecientes protestas, que ya dejaron dos muertos, decenas de heridos y más de 600 detenidos, el gobierno redobló la apuesta y anunció un aumento del pasaje de colectivo urbano, que pasa de 0,25 a 0,35 dólares.

Este es uno de los aumentos que los manifestantes y la cúpula del movimiento indígena citaron como argumento para comenzar las protestas, el fin de semana pasado.