En diálogo con Tranquera Abierta volvió a la carga con “emparejar la cancha con las cooperativas que cumplen funciones de acopio pero sin pagar los mismos impuestos” que las empresas que él representa. Hasta remarca que “tienen puertos para exportar”, para que ya no queden dudas a quien se refiere.
Ya sobre el sector agropecuario habla del Gobierno, a quien cuestiona porque “vino a cambiar las cosas y después de un año y medio seguimos esperando, especialmente en señales claras con las retenciones”. Y no duda en remarcar que “en muchas cosas este Gobierno se parece al anterior”.
¿Cómo está el sector del acopio hoy en Argentina?
Es un sector que obligadamente se ha ido transformando porque tiene que competir contra la exportación mano a mano en las compras directas; tiene que competir con las cooperativas, y ahí tenemos un problema impositivo porque la cooperativa hace lo mismo que hacemos nosotros: van a ver a los productores, no sólo a sus socios, van a ver a cualquier productor y hacen lo mismo que nosotros, o sea, acopian grano, lo venden, y cobran una comisión. Lo que pasa es que de la plata que yo gano tengo que pagar el 35% de Impuesto a la Ganancia y la cooperativa no paga nada. Entonces, cuando yo quiero hacer un silo, tengo que sacar un crédito y la cooperativa no porque dispone de ese 35%. En ese marco es donde estamos reclamando al Gobierno para que se equilibre esto, o sea, a igual trabajo, a igual actividad, igual carga impositiva.
¿Creen que las cooperativas debe ser una herramienta para otra escala de negocio?
Pensemos en el Credicoop, por ejemplo. Es un banco de primera línea, pero las cooperativas no están pensadas para eso. Las cooperativas son grupos de, por ejemplo, horticultores del Gran La Plata que se juntan para mandar un camión de hortalizas al mercado central, o cooperativas de tabacaleros. Tienen una función social, pero cuando usted ya es una empresa, cuando usted tiene puertos, cuando usted factura millones y millones de dólares, cuando usted está entre las cinco exportadoras más grandes de la República Argentina, ¡epa, epa!
Lo dice por ACA...
Sí, pero no solamente. Repito, que también tenemos entidades financieras de primera línea. Y las principales compañías de seguros son cooperativas! Y está mal eso.
¿Y eso cómo impacta en el negocio de los acopiadores?
Independientemente de las tratativas que hacemos y que a veces obligan a remar en dulce de leche, esto exige al acopio a tener otras entradas y eso es lo que ha pasado con el acopio en los últimos 20 años, en donde algunos van para arriba, otros van para abajo, otros van a los costados.
¿Cómo es eso?
Van para abajo, digamos, en los eslabones productivos. Entonces, se empieza a sembrar, otros van para arriba y empiezan a exportar, otros tienen molinos de trigo, molinos de maíz, feedlots, estaciones de servicio, todo lo que es agroquímico, herbicidas, en fin; buscando cosas que refuercen el negocio.
¿El que quedó sólo con acopio no la está pasando bien?
El que se ha quedado con el acopio de manera exclusiva, sin ningún aditivo, está complicado.
¿Cómo ve al sector agrícola hoy desde su eslabón?
A mí me parece que tenemos un primer problema y es que el Gobierno no entiende al sector. Es cierto que ha hecho muchas cosas por el campo, se lo reconocemos, por supuesto. Para mí, lo más importante es el parar con las descalificaciones, con las agresiones, que no es un tema menor, a un sector tan productivo y que aporta tanto al país como es el campo.
Pero...
Pero acá estamos hablando de números y el Gobierno no entiende cómo es esto, y no puede ser de que yo voy a sembrar trigo y realmente no sepa qué derecho de exportación voy a tener en enero cuando lo coseche. Cuando habla el ministro y dice “vamos a ver, vamos a ver”; no! Discúlpeme ministro, usted está hablando de cosas que no tiene ni idea, no sabe cómo es el proceso productivo en el campo. Miren, el otro día estaba sacando números. Hoy el trigo, que es lo que vamos a empezar a sembrar ahora, tiene el 9,5% de retenciones. Con ese porcentaje el gobierno está recaudando un poco más de lo que recaudó en esta última cosecha que pasó. Si lo lleva al 12%, como estaba antes, el gobierno saca 100 millones de dólares más que el año pasado. Con lo cual, no es como nos dicen “venimos a sacar impuestos”. O sea, en este caso aumenta la presión impositiva. Al campo le sacan US$ 100 millones más sólo con el trigo.
Con la misma alícuota del año anterior...
Exactamente. Una cosa es el porcentaje, pero lo que hay que mirar son los valores absolutos. Hablamos de plata. ¿Cuánta plata es? Son 100 millones de dólares más que el gobierno le va a sacar al campo en la campaña 25-26. Pero hay una cosa que también acá es vertebral y eso nos pasa cuando las políticas agropecuarias las hace gente que no sabe, no tiene ni idea de lo que es el campo. Hay un trabajo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muy interesante, en donde muestra que con rendimientos en promedios históricos y a los precios que está hoy el trigo a enero la provincia de Buenos Aires tiene una ecuación levemente positiva, aceptable. Pero hacia el norte, está todo rojo. Si usted lo pasa desde el 12% al 9,5%, toda esa parte se le empieza a poner en un verde suave, un verde lavado, pero por lo menos el productor no pierde plata. Le cambia el signo de la ecuación con algo que realmente es miserable para el gobierno. Entonces, a veces uno dice, che, pero estos en algunas cosas son como los que estaban antes, es un capricho. No puede ser que no nos digan ahora que vamos a sembrar, que vamos a comprar semillas, que tenemos que comprar fertilizantes, qué impuesto vamos a pagar. Porque la plata la tenemos que poner ahora. Esto no es la timba a la cual está acostumbrado el ministro de Economía; parece que son todos financistas, todos operadores de bolsa. La bolsa hoy sube 10, mañana baja 5. En cambio acá enterramos la plata hoy, y la tenemos que ir a buscar en enero.
Saltando muchos obstáculos en el medio...
Claro! Que obviamente no dependen ni del gobierno, ni de nosotros, y eso hay que bancarlo de la misma manera que hay que bancar el aumento o la baja de los precios internacionales. Son las reglas de juego, como le pasa a cualquier empresario de cualquier rama.
Remarca que quienes toman decisiones tienen un gran desconocimiento del campo, ¿cree que es sólo desconocimiento?
Por lo menos este Gobierno no lo hace por algún otro motivo, y creo que al campo lo mira con mucha simpatía. Quizá en el Gobierno anterior había una cuestión de piel y uno pensaba que aparte de todos, tenía mala leche. Yo esto lo descarto con este Gobierno. Pero bueno, evidentemente está muy acostumbrado al tema de las finanzas y no escuchan a los que están en la parte productiva. Porque en la Secretaría de Agricultura hay gente que conoce el tema. Pero bueno, no son escuchados. No están para opinar.
Son una parte de Economía, que controla toda la botonera...
Es así. Pero lo peor es que no se escucha. No se escucha esta parte productiva. No hay tiempo para esto. Tenemos que ir al Fondo Monetario, tenemos que ir a Wall Street, tenemos que ir al Banco Mundial, tenemos que ir a verlo a Trump. Y no hay tiempo para hablar de la parte de producción.
¿Qué pasa si, como lo ratificó Milei, el 1° de julio las retenciones vuelven al nivel previo?
Sería una catástrofe. Insisto, en el trigo estamos hablando de una diferencia de 100 millones de dólares y lamentablemente van a estar muy, pero muy mal los productores del norte. Cuando usted del 26% lleva el 33% el derecho de exportación de la soja es grave. Porque la soja en pesos argentinos hoy vale lo mismo que costaba un año atrás. Bajó el mercado internacional, y eso hay que bancárselo. El dólar bajó, son las redes de juego. Ahora, lo que debe entender es que los costos subieron muy fuerte. Hay un informe que muestra que el Gobierno va a recaudar en 2025 por derecho de exportación el máximo de los últimos 11 años. Entonces usted dice eso y dice, ah!, entonces están ganando plata. No, no! Quizá estemos peor que hace 4 o 5 años atrás. ¿Por qué? Porque los costos han subido mucho más que los precios. Entonces no puede ser que un productor pierda plata porque el Estado le roba un 33% del bruto. Es indignante, pero repito, no es de este Gobierno porque venimos del kirchnerismo. Pero bueno, vinieron para cambiar las cosas.