“El nivel de implementación de la ley es bastante alto”, afirmó la politóloga y doctorando en estudios de género, Marcela Pozzi, en relación a la Ley de Educación Sexual Integral sancionada en el año 2006.
Organizado por el Instituto de Extensión de la UNVM, y con el apoyo de Ciencias Humanas y la Municipalidad, se dicta un curso sobre la temática en el Centro Cultural Comunitario. El mismo está dirigido a docentes y también a estudiantes de profesorados. Pozzi comentó que la coordinadora del proyecto es la trabajadora social Cecilia Re, quien además es doctorando en estudios de género.
“El curso retoma la idea de la Ley de Educación Sexual Integral y de qué manera implementar una norma que se promulgó en el año 2006. De alguna manera, se transmiten herramientas conceptuales y pedagógicas, transversalizadas por la idea de violencia, discriminación, de qué manera se puede abordar en las escuelas desde una perspectiva de la Educación Sexual Integral. El curso está organizado en cinco grandes módulos conceptuales, uno el género y el sexo; otro, el cuerpo; un tercero sobre violencias y discriminaciones; y para terminar con el posicionamiento docente.
-¿Para los docentes de qué niveles está dirigido?
-De todos los niveles, del inicial al terciario. Y además el curso abrió este año para estudiantes de profesorados de la UNVM. Por eso se co-organizó con Ciencias Humanas y la secretaría de Cultura de la Municipalidad.
-¿La ley se aplica o hay aspectos que la escuela todavía no los enseña, principalmente las católicas?
-El nivel de implementación de la ley es bastante alto, contrariamente a lo que piensa la gente. En relación a los lineamientos curriculares, hay diferenciaciones en relación a las escuelas católicas y aquellas que no lo son. Pero en verdad, la ley lo plantea, deja librado al ideario institucional la enseñanza. Justamente, el Artículo 5 dice que cada escuela adaptará sus contenidos al ideario institucional.
-Es decir, en este tema están más avanzadas las escuelas públicas.
-Sí, públicas y laicas. Igual hay experiencias interesantes en diferentes tipos de escuelas. Han contado, por ejemplo, experiencias donde rompieron con la idea de las filas de varones y mujeres. La educación sexual se plantea como un espacio transversal. Otro ejemplo, clases de educación física mixtas. Y también los rincones de juegos en el nivel inicial.
-¿Cuáles son las dudas que plantean los docentes en relación al tema?
-Hay una cuestión que tiene que ver con el posicionamiento docente. Si bien la educación sexual es una política pública, el docente es el ejecutor y mucho tiene que ver como viven su propia sexualidad. Eso hace que las prácticas sean difíciles de implementar.
-También es una cuestión generacional.
-Sí, y además hay una idea que los chicos y chicas tienen mucha información por medio de internet. Pero la escuela da información más organizada, certera, no tan dispersas como está en la web o en las redes.
-¿Atraviesa a todas las materias?
-Sí, la ley dice que tiene que atravesar a todas las materias.
Martín Alanis
Comentá esta nota
“El curso retoma la idea de la Ley de Educación Sexual Integral y de qué manera implementar una norma que se promulgó en el año 2006. De alguna manera, se transmiten herramientas conceptuales y pedagógicas, transversalizadas por la idea de violencia, discriminación, de qué manera se puede abordar en las escuelas desde una perspectiva de la Educación Sexual Integral. El curso está organizado en cinco grandes módulos conceptuales, uno el género y el sexo; otro, el cuerpo; un tercero sobre violencias y discriminaciones; y para terminar con el posicionamiento docente.
-¿Para los docentes de qué niveles está dirigido?
-De todos los niveles, del inicial al terciario. Y además el curso abrió este año para estudiantes de profesorados de la UNVM. Por eso se co-organizó con Ciencias Humanas y la secretaría de Cultura de la Municipalidad.
-¿La ley se aplica o hay aspectos que la escuela todavía no los enseña, principalmente las católicas?
-El nivel de implementación de la ley es bastante alto, contrariamente a lo que piensa la gente. En relación a los lineamientos curriculares, hay diferenciaciones en relación a las escuelas católicas y aquellas que no lo son. Pero en verdad, la ley lo plantea, deja librado al ideario institucional la enseñanza. Justamente, el Artículo 5 dice que cada escuela adaptará sus contenidos al ideario institucional.
-Es decir, en este tema están más avanzadas las escuelas públicas.
-Sí, públicas y laicas. Igual hay experiencias interesantes en diferentes tipos de escuelas. Han contado, por ejemplo, experiencias donde rompieron con la idea de las filas de varones y mujeres. La educación sexual se plantea como un espacio transversal. Otro ejemplo, clases de educación física mixtas. Y también los rincones de juegos en el nivel inicial.
-¿Cuáles son las dudas que plantean los docentes en relación al tema?
-Hay una cuestión que tiene que ver con el posicionamiento docente. Si bien la educación sexual es una política pública, el docente es el ejecutor y mucho tiene que ver como viven su propia sexualidad. Eso hace que las prácticas sean difíciles de implementar.
-También es una cuestión generacional.
-Sí, y además hay una idea que los chicos y chicas tienen mucha información por medio de internet. Pero la escuela da información más organizada, certera, no tan dispersas como está en la web o en las redes.
-¿Atraviesa a todas las materias?
-Sí, la ley dice que tiene que atravesar a todas las materias.
Martín Alanis