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El Banco Mundial reconoce que el acuerdo con el FMI tiene un alto costo por la pronunciada recesión

Aun así, lo considera “un mal necesario”. Prevé una caída del PBI de 1,3 por ciento para el corriente año y un crecimiento de 2,9% para 2020

El Banco Mundial estima que el ajuste fiscal necesario para cumplir el programa del Fondo Monetario Internacional “está cobrando un alto precio en términos de la actividad económica”, pero respaldó el plan como “un mal necesario”.

El reporte, presentado ayer en Washington, pocos días antes del comienzo de la asamblea de primavera del FMI y el Banco Mundial la semana que viene, señala que “Argentina comienza 2019 inmersa en una severa recesión, y se proyecta que el PBI caerá un 1,3% este año, tras una contracción de 2,5% en 2018”. Recién vislumbra una recuperación para 2020, cuando estiman que la economía crecerá un 2,9%.

Dice, además, que en 2018, “el peso se depreció un 66% con respecto al año previo, la inflación se mantuvo cercana al 50%, y la tasa de interés de política monetaria tuvo que ser incrementada por encima del 70% en octubre para prevenir una mayor depreciación”.

Pero el informe, que fue presentado por el economista jefe para América Latina Carlos Veigh en una conferencia de prensa, hace una advertencia sobre el programa que la Argentina pactó con el FMI. “A pesar del apoyo sin precedentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se tradujo en un paquete revisado de 57.100 millones de dólares en octubre de 2018, y del éxito del Banco Central en la estabilización del peso a inicios de este año, el ajuste fiscal necesario para cumplir con el programa del FMI está cobrando un alto precio en términos de la actividad económica y el peso ha vuelto a sufrir un revés”.

El organismo, sin embargo, resalta que “pese a todo, el gobierno argentino se muestra firmemente comprometido a cumplir con el ajuste fiscal acordado con el FMI, a pesar de que las elecciones presidenciales de octubre pondrán a prueba, sin duda alguna, su determinación”.

Un tema técnico, pero de mucha importancia, sacó a la luz diferencias entre el BM y el FMI: la banda cambiaria. ​Consultado sobre si está de acuerdo con el sistema de bandas de flotación para frenar el dólar y la inflación que la Argentina acordó con el FMI, Veigh discrepó con esa política: “Personalmente sería de la idea de que Argentina pudiera intervenir dentro de la banda cambiaria. Me preocupa cuando (el dólar) llegue al techo (de la banda)”. 

“Mi posición en general es que el Banco Central se reserve el derecho de intervenir para apaciguar las fluctuaciones del mercado”.

Trago amargo

Al referirse al “alto precio” que está pagando la Argentina en términos de recesión, Veigh dijo que “es indudable y no es culpa de Argentina ni de nadie”. Y explicó que “cuando uno tiene una política fiscal y una política monetaria sumamente restrictivas se afecta el crecimiento del país en cuestión. Esto es lo que ha sucedido en Argentina, pero lamentablemente está siendo un mal necesario porque Argentina no podía continuar con la crisis financiera de abril de 2018”.

Veigh agregó: “Creo que las cosas en Argentina se están haciendo bien, el tipo de cambio se está estabilizando, la inflación sigue alta, pero yo diría que está contenida, y se espera un crecimiento positivo para 2020”.

Sobre el impacto del ajuste en el aumento de la pobreza, Veigh señaló que “es muy positivo que la administración en Argentina está muy dedicada a proteger a los pobres y a los más vulnerables de los efectos negativos de la recesión”.

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