Franco Ñáñez es un “relojito” en el mediocampo de Colón de Arroyo Cabral, que se ilusiona con obtener un nuevo título en la Liga Villamariense de Fútbol.
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“Fue un torneo muy difícil y Colón afrontó finales desde la primera fase”
Franco Ñáñez se ganó en pocos partidos el reconocimiento del hincha. “Da gusto jugar en un club tan pasional”, dijo y afirmó: “Llegamos a la final merecidamente. Este equipo combina juventud y experiencia, juega y mete”
El “Pulpo” mueve sus tentáculos para ocupar espacios, para hacer relevos, para achicar, corta el juego, recupera, instala al equipo en campo rival, lo ordena en el propio, limpia la salida, hace jugar, y cuando puede se suelta al ataque. Todo lo hace bien.
Es el “5” rompedor, el “5” que juega y hace jugar, el “5” moderno, el “5” tapón, el “5” que se pone el equipo al hombro, el “5” que puede jugar solo o con “doble 5”. Se adapta a lo que gusten mandar.
Llegó de Argentino con un prestigio ganado en la Liga y lo está haciendo valer en silencio, con humildad, pero a la vez con fuerte personalidad. En Colón “se puso a los hinchas en el bolsillo” y cada vez que el balón pasa por sus pies lo aplauden. “Eso a veces me juega en contra”, responde por con timidez a la hora de dialogar con la prensa y recibir el elogio. “Yo sólo trato de jugar para el equipo”.
Le sobran propuestas para el torneo Clausura, pero el “Pulpo” sólo piensa en la final ante Universitario. “Ya perdí una final con ellos. Tienen un gran equipo. Voy vengando derrotas, me pasó con Ticino y ahora con la ‘U’. También me tocó salir campeón dos torneos consecutivos con Argentino. No son revanchas, son los momentos lindos del fútbol”, precisó.
Las alegrías del fútbol
“Siempre son más las tristezas que las alegrías en el fútbol, porque sólo sale campeón uno en cada torneo. Sabía que ante Atlético Ticino era una final, no una semifinal. Y tenía mucha fe en que íbamos a pasar, pese a que el rival era el campeón, y tiene un gran equipo”, afirmó Franco Ñáñez.
Insistió en que “el año pasado perdí con Argentino un partido clave en esta misma cancha con Atlético Ticino. En estas instancias es necesario mantener una concentración del 100%. Atlético Ticino tiene jugadores de mucha jerarquía, y si te descuidas, te convierten. No hay margen de error y mi función es clave para que las líneas siempre estén bien equilibradas y no te sorprendan”.
“Páez está muy rápido y fuerte”
Destacó que “Ayrton (Páez) está muy rápido, pero además muy fuerte. El ‘Enano’ sale para cualquier lado, y es impredecible. Gracias a Dios no pudo convertir, pero fue muy difícil poder detenerlo. Es un gran jugador”.
“Te aparece por todos lados, maneja bien los perfiles. Había que bloquear el pase para Páez, y no perder el orden de las líneas, para mantenerlas bien juntas. Sabemos que en velocidad te desequilibra, y hay que evitar que reciba”, señaló.
“De menor a mayor”
Resaltó que “vamos de menor a mayor. Arrancamos el torneo con un equipo nuevo. Es bravo porque son torneos cortos, y tenés que lograr buenos resultados cuando recién te estás conociendo con los compañeros”.
Agregó que “nos costó mucho, hasta que encontramos el equipo y recién nos hicimos fuertes en los playoffs”.
“Hoy podemos decir que llegamos a la final merecidamente, pero el camino fue muy complicado”.
“Hay muy buenos jugadores en Colón, pero nadie ponía un peso por nosotros. Por nombres teníamos con qué dar pelea, pero con eso no basta. Había que encontrar el equipo para poder llegar a este tipo de partidos decisivos”.
El momento de demostrar
Recalcó que “cuando se fue Leo (Comba) era el momento en que más unidos teníamos que estar. Ya sabíamos lo que podíamos dar, pero había que demostrarlo”.
“A Ticino lo teníamos que atacar, para luego poder defenderlo. Eso lo hace un buen equipo”.
“Si bien tenemos jugadores desequilibrantes arriba y le podíamos entrar, había que soportar los embates de ellos, estar siempre bien parados y concentrados, y esperar los errores que ellos en algún momento iban a cometer. Por suerte los pudimos aprovechar y les convertimos dos goles”.
“No había que meterse tan atrás”
El final del partido lo encontró recibiendo el cariño de sus familiares muy futboleros, de sus hermanos, de su padre, sobrinos (sus pequeños hijos y su señora no fueron por el cruel frío del invierno, pero a la final no se la pierden).
Lo más curioso es que también los hinchas rivales lo felicitaban y reconocían su gran partido, su generoso despliegue y su jerarquía. Para el “Pulpo” sólo se trata de su forma de jugar. Le sobra humildad.
“Ya estoy un poco viejo para hacer semejante despliegue, hubo que correr mucho, pero todo sea por el equipo”, expuso.
“No había que meterse atrás. La idea era jugar el partido como lo hicimos en los primeros 15’ minutos, para poder llegarles. Después nos ocuparon mejor los espacios, no pudimos generarlos y perdimos la tenencia de la pelota. No la podíamos agarrar para manejarla en el final del primer tiempo”, manifestó.
Recalcó que “nunca pensamos en meternos tan atrás como en el segundo tiempo. Nos llevó el rival, y nos costó jugar sin la pelota”.
“Voy vengando derrotas”
Franco Ñáñez, que en su formación lució los mismos colores de Colón cuando jugó en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario, sostuvo que “el año pasado fue una batalla contra Ticino cuando lo enfrenté con Argentino, y este año volvió a ser una batalla”.
“Como te dije, voy vengando derrotas, pero no pienso en eso, porque no se trató de una revancha, y tengo el mayor respeto por la gente, los jugadores y el cuerpo técnico de Atlético Ticino”.
“Todos saben que quiero mucho a Argentino, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza el deseo de venganza, o considerar que esta era la revancha de lo que sucedió el año anterior”.
“Hoy estoy en Colón y eso es lo que vale. Mi cabeza está puesta en este club y saben que doy todo lo que tengo en una cancha. Mi único deseo era poder llegar a otra final, siempre respetando al rival y confiando en mis compañeros. Ahora pensaremos en ganar la final, sabiendo que Universitario es otro gran equipo”.
“La gente de Colón me quiere demasiado. Me tratan muy bien, me recibieron bárbaro, es gente muy pasional, y da gusto jugar acá”.
“Es más lindo jugar en Cabral”
Descartó la posibilidad de jugar en Plaza Ocampo: “A eso lo deciden los dirigentes, pero si me dan a elegir prefiero jugar en cancha de Colón”.
Argumentó que “por historia, por los triunfos que conseguimos ante Alem y Atlético Ticino, y por el sentimiento de la gente, me parece que lo más lindo será jugar en nuestra cancha en Arroyo Cabral”.
Reconoció que “Universitario nos ganó la final con Argentino, y paso de un duelo muy duro a otro. No podemos equivocarnos porque lo pagaremos caro. Sabemos que Universitario es un equipo muy bien trabajado y con muy buenos jugadores”.
“Trabajaremos para ganar. Nos tocó afrontar todas finales desde la fase clasificatoria, y fue un torneo muy difícil para Colón”.
“Cuando estábamos abajo no daban un peso por nosotros. Ahora estamos en la final, y hay que ganarla. No me olvido que me eligió Leo (Comba), que hoy está disfrutando como hincha y eso es muy bueno. Lamenté mucho que se fuera, porque tengo muy buena relación con él, le estoy agradecido, y el fútbol tiene estas cosas ingratas. Leo dejó a Dani (Barrera), que sin experiencia lo está haciendo muy bien y sacó al equipo adelante. Me pone feliz por los dos, que son buenas personas”.
“A mis hijos y mi señora los llevo a la final en cancha de Colón. Hoy hacía mucho frío y les pedí que se queden. Siempre toda la familia me apoya y los que pudieron vinieron. Me bancan siempre en las buenas y malas. Colón es un equipo que combina juventud y experiencia, sabe jugar y meter”.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María
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Es el “5” rompedor, el “5” que juega y hace jugar, el “5” moderno, el “5” tapón, el “5” que se pone el equipo al hombro, el “5” que puede jugar solo o con “doble 5”. Se adapta a lo que gusten mandar.
Llegó de Argentino con un prestigio ganado en la Liga y lo está haciendo valer en silencio, con humildad, pero a la vez con fuerte personalidad. En Colón “se puso a los hinchas en el bolsillo” y cada vez que el balón pasa por sus pies lo aplauden. “Eso a veces me juega en contra”, responde por con timidez a la hora de dialogar con la prensa y recibir el elogio. “Yo sólo trato de jugar para el equipo”.
Le sobran propuestas para el torneo Clausura, pero el “Pulpo” sólo piensa en la final ante Universitario. “Ya perdí una final con ellos. Tienen un gran equipo. Voy vengando derrotas, me pasó con Ticino y ahora con la ‘U’. También me tocó salir campeón dos torneos consecutivos con Argentino. No son revanchas, son los momentos lindos del fútbol”, precisó.
Las alegrías del fútbol
“Siempre son más las tristezas que las alegrías en el fútbol, porque sólo sale campeón uno en cada torneo. Sabía que ante Atlético Ticino era una final, no una semifinal. Y tenía mucha fe en que íbamos a pasar, pese a que el rival era el campeón, y tiene un gran equipo”, afirmó Franco Ñáñez.
Insistió en que “el año pasado perdí con Argentino un partido clave en esta misma cancha con Atlético Ticino. En estas instancias es necesario mantener una concentración del 100%. Atlético Ticino tiene jugadores de mucha jerarquía, y si te descuidas, te convierten. No hay margen de error y mi función es clave para que las líneas siempre estén bien equilibradas y no te sorprendan”.
“Páez está muy rápido y fuerte”
Destacó que “Ayrton (Páez) está muy rápido, pero además muy fuerte. El ‘Enano’ sale para cualquier lado, y es impredecible. Gracias a Dios no pudo convertir, pero fue muy difícil poder detenerlo. Es un gran jugador”.
“Te aparece por todos lados, maneja bien los perfiles. Había que bloquear el pase para Páez, y no perder el orden de las líneas, para mantenerlas bien juntas. Sabemos que en velocidad te desequilibra, y hay que evitar que reciba”, señaló.
“De menor a mayor”
Resaltó que “vamos de menor a mayor. Arrancamos el torneo con un equipo nuevo. Es bravo porque son torneos cortos, y tenés que lograr buenos resultados cuando recién te estás conociendo con los compañeros”.
Agregó que “nos costó mucho, hasta que encontramos el equipo y recién nos hicimos fuertes en los playoffs”.
“Hoy podemos decir que llegamos a la final merecidamente, pero el camino fue muy complicado”.
“Hay muy buenos jugadores en Colón, pero nadie ponía un peso por nosotros. Por nombres teníamos con qué dar pelea, pero con eso no basta. Había que encontrar el equipo para poder llegar a este tipo de partidos decisivos”.
El momento de demostrar
Recalcó que “cuando se fue Leo (Comba) era el momento en que más unidos teníamos que estar. Ya sabíamos lo que podíamos dar, pero había que demostrarlo”.
“A Ticino lo teníamos que atacar, para luego poder defenderlo. Eso lo hace un buen equipo”.
“Si bien tenemos jugadores desequilibrantes arriba y le podíamos entrar, había que soportar los embates de ellos, estar siempre bien parados y concentrados, y esperar los errores que ellos en algún momento iban a cometer. Por suerte los pudimos aprovechar y les convertimos dos goles”.
“No había que meterse tan atrás”
El final del partido lo encontró recibiendo el cariño de sus familiares muy futboleros, de sus hermanos, de su padre, sobrinos (sus pequeños hijos y su señora no fueron por el cruel frío del invierno, pero a la final no se la pierden).
Lo más curioso es que también los hinchas rivales lo felicitaban y reconocían su gran partido, su generoso despliegue y su jerarquía. Para el “Pulpo” sólo se trata de su forma de jugar. Le sobra humildad.
“Ya estoy un poco viejo para hacer semejante despliegue, hubo que correr mucho, pero todo sea por el equipo”, expuso.
“No había que meterse atrás. La idea era jugar el partido como lo hicimos en los primeros 15’ minutos, para poder llegarles. Después nos ocuparon mejor los espacios, no pudimos generarlos y perdimos la tenencia de la pelota. No la podíamos agarrar para manejarla en el final del primer tiempo”, manifestó.
Recalcó que “nunca pensamos en meternos tan atrás como en el segundo tiempo. Nos llevó el rival, y nos costó jugar sin la pelota”.
“Voy vengando derrotas”
Franco Ñáñez, que en su formación lució los mismos colores de Colón cuando jugó en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario, sostuvo que “el año pasado fue una batalla contra Ticino cuando lo enfrenté con Argentino, y este año volvió a ser una batalla”.
“Como te dije, voy vengando derrotas, pero no pienso en eso, porque no se trató de una revancha, y tengo el mayor respeto por la gente, los jugadores y el cuerpo técnico de Atlético Ticino”.
“Todos saben que quiero mucho a Argentino, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza el deseo de venganza, o considerar que esta era la revancha de lo que sucedió el año anterior”.
“Hoy estoy en Colón y eso es lo que vale. Mi cabeza está puesta en este club y saben que doy todo lo que tengo en una cancha. Mi único deseo era poder llegar a otra final, siempre respetando al rival y confiando en mis compañeros. Ahora pensaremos en ganar la final, sabiendo que Universitario es otro gran equipo”.
“La gente de Colón me quiere demasiado. Me tratan muy bien, me recibieron bárbaro, es gente muy pasional, y da gusto jugar acá”.
“Es más lindo jugar en Cabral”
Descartó la posibilidad de jugar en Plaza Ocampo: “A eso lo deciden los dirigentes, pero si me dan a elegir prefiero jugar en cancha de Colón”.
Argumentó que “por historia, por los triunfos que conseguimos ante Alem y Atlético Ticino, y por el sentimiento de la gente, me parece que lo más lindo será jugar en nuestra cancha en Arroyo Cabral”.
Reconoció que “Universitario nos ganó la final con Argentino, y paso de un duelo muy duro a otro. No podemos equivocarnos porque lo pagaremos caro. Sabemos que Universitario es un equipo muy bien trabajado y con muy buenos jugadores”.
“Trabajaremos para ganar. Nos tocó afrontar todas finales desde la fase clasificatoria, y fue un torneo muy difícil para Colón”.
“Cuando estábamos abajo no daban un peso por nosotros. Ahora estamos en la final, y hay que ganarla. No me olvido que me eligió Leo (Comba), que hoy está disfrutando como hincha y eso es muy bueno. Lamenté mucho que se fuera, porque tengo muy buena relación con él, le estoy agradecido, y el fútbol tiene estas cosas ingratas. Leo dejó a Dani (Barrera), que sin experiencia lo está haciendo muy bien y sacó al equipo adelante. Me pone feliz por los dos, que son buenas personas”.
“A mis hijos y mi señora los llevo a la final en cancha de Colón. Hoy hacía mucho frío y les pedí que se queden. Siempre toda la familia me apoya y los que pudieron vinieron. Me bancan siempre en las buenas y malas. Colón es un equipo que combina juventud y experiencia, sabe jugar y meter”.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María