Si bien el contexto actual de la ganadería en la Argentina luce bastante mejor que años atrás, sigue lejos de romper una tendencia de estancamiento que acumula ya una década y media.
En ese marco, un reciente informe del exsecretario de Agregado de Valor de la Nación y dirigente agropecuario, Néstor Roulet, pone una señal de atención al remarcar que “a las buenas noticias que tuvo en el año 2023 la ganadería por las políticas que implementó el Estado nacional como bajar las retenciones a las vacas, sacar las trabas burocráticas a las exportaciones y comenzar a transparentar los mercados, hoy escuchamos una presunta mala noticia, como es el aumento de la participación de la hembra en la faena”, alertó.
El trabajo repasa que desde hace años la participación de hembras en la faena superior al 43% encendía una luz de alerta “porque nos indicaría una liquidación de madres. En la actualidad ese porcentaje supera el 47%”, puntualiza.
Sin embargo, el informe destaca que esta liquidación de hembras también tienen dos aristas, una mala y otra buena: la mala es que del 47% de las hembras que se faenan, el 60% son vaquillonas futuras madres; la buena es que la vaca de rechazo hoy tiene un buen precio y el productor está haciendo una acción de limpieza porque no quiere tener una vaca vacía o con poca probabilidad de que quede preñada en el campo, lo que resultaría que de acá a 2 año el índice de destete sea mayor (hoy de apenas el 65 %), traduciéndose en una mayor producción de terneros.
“No hay duda que esta acción en busca del equilibrio, para luego crecer, tiene consecuencias no deseables como es la de no poder reponer, con tanta participación de vaquillonas en la faena, madres para el año 2026, en el caso que siga los mismos índices de faena”, explica el trabajo.
Para calcular la disponibilidad de vaquillonas que van a parir y serán el reemplazo de las vacas en el año 2026, e informe toma datos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería donde a las vaquillonas iniciales (Cuadro 1) le descuenta la mortandad (3%), la probable faena (de seguir en el mismo nivel que el año 2024) para el año 2025 y con una preñez del 80% (en el país es más baja), lo que permite calcular que en el año 2026 habrá 2.381.921 vaquillonas preñadas para reemplazar a las vacas de rechazos.
Sabiendo las vaquillonas preñadas que vamos a tener a disposición, sigue el informe de Roulet, “hay que calcular cuantas vacas tendremos que reemplazar en el año 2026. Para esta cuenta, al stock inicial dado a conocer por la Secretaría en diciembre de 2024 le restamos la mortandad y la participación de la vaca en la faena (suponiendo que será muy similar al año 2024), lo que nos dará las vacas a reemplazar”, indicó. Con esto dos resultados (vaquillonas disponibles y vaca a reemplazar) “obtenemos (Cuadro 2) que, en el año 2026, habrá nuevamente una disminución de madres”, afirmó.