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Historias en pandemia: jóvenes y adultos se sumaron al voluntariado

Durante casi ocho meses, estudiantes, docentes y trabajadores decidieron colaborar en los puestos de control en Huinca. Sólo los movilizó las ganas de ayudar. Satisfechos con la tarea, cuentan sus experiencias.

Pasaron alrededor de 200 días y noches a la vera del camino, o resguardándose en casillas. Escuchando las quejas de muchos, los ruegos de otros y hasta algún agravio. Pero allí estuvieron por más de siete meses los vecinos voluntarios que se ofrecieron para ser parte de los controles en los accesos a Huinca Renancó.

Entre ellos, docentes, estudiantes y trabajadores, que en esta cuarentena asumieron el compromiso de cuidar a otros, aun poniendo en riesgo su propia salud.

En la historia de un grupo de voluntarios que trabajó en los accesos a Huinca Renancó, están las de otros tantos que en toda la región y, de manera anónima, realizaron actividades en los puestos sanitarios.

Marcos (18) y Nicolás (20) fueron dos de los tres voluntarios huinquenses más jóvenes. Alternaron los estudios con las actividades que realizaban por turnos de ocho horas diarias.

Tras la finalización de las actividades, los jóvenes señalaron a Puntal que fue una experiencia positiva.

En el caso de Marcos fueron tres meses y en el de Nicolás, cinco. Ambos trabajaron en el puesto de control ubicado sobre el acceso este a Huinca por ruta 35.

“Escuché que necesitaban gente, pregunté cómo tenía que entrar y me anoté como voluntario. En mi caso también estudio. Fue una linda experiencia. En general la gente entendía, pero a veces te encontrás con casos en los que se ponía más molesta", señala el joven. “Tuvimos buenas y malas. Hubo gente que por ahí no entendía la situación, otro tema era el clima", subraya Marcos.

Por su parte, Nicolás (20) cuenta: "Hoy se termina y con mi compañero estuvimos tres meses juntos. Es cansador que te controlen tanto tiempo, pero creo que fue para bien. Fue una experiencia laboral buena, además conocí a muchísima gente. En mi caso tengo un tío que estaba en el control, me interesó y entré de voluntario. Me voy contento por haber podido ayudar", dice el joven que cumplió cinco meses en el puesto.

Docente voluntario

Carlos Trossero es docente de Huinca Renancó y durante la pandemia, decidió colaborar siendo parte de los voluntarios en los puestos de control.

Finalizada la tarea, y en diálogo con Puntal, el profesional contó de la experiencia vivida.

“Fui uno de los primeros en anotarme y empecé a colaborar de la manera en que uno podía hacerlo. Acatando y aplicando las directivas que nos daban los inspectores municipales que estaban en el COE”, precisa.

Durante los primeros tres meses de instalarse los controles, el docente estuvo de domingo a domingo. Luego, durante la semana.

“La verdad que la pasé bien. Porque me parece que en algunas funciones uno tiene que usar el sentido común. A mí me conoce mucha gente y cuando la gente te reconoce el trato es diferente”, expone.

Trossero admitió que también hubo momentos de tensión “porque siempre está el que quiere tener la razón. Pero es propio del ser humano. Pero poniéndole la mejor energía y haciéndole entender que lo que estamos haciendo es poner la cara para cumplir órdenes y cuidar, todo se resolvía”.

Compartió la labor con otros docentes y vecinos, y en los distintos puestos de acceso a la ciudad.

Trossero destacó la presencia de jóvenes estudiantes que hacían de voluntarios, un cartero que en sus horas libres también colaboraba.

Consultado si tras tantos meses de controles, se ha logrado generar conciencia en los vecinos para cumplir con las normativas y cuidados que impone la pandemia, Trossero dijo: “Yo creo que hay que seguir dando continuidad a la concientización de la gente. Hace 33 años que soy docente y vi el deterioro de la educación. En los últimos años a la sociedad le hemos enseñado que tienen derechos nada más, y no le hemos enseñado que hay obligaciones. Nos han enseñado que solo podemos exigir y en este solo exigir pedimos libre circulación y un montón de cosas; pero no sé si vamos a tener los cuidados necesarios”.

Y advirtió: “Si no nos cuidamos en 15 - 20 días tenemos los controles de nuevo”.

Nostalgia

Marcela López es integrante de la Dirección de Tránsito municipal y estuvo en los controles de acceso durante estos largos meses. Asegura que la experiencia fue enriquecedora.

Al momento de la nota con Puntal, estaban procediendo a desarmar el puesto. López señala: “La verdad que en este momento me baja un poco de angustia porque como que me había encariñado con esta tarea. Fue un trabajo a conciencia: trabajar y luchar día a día para evitar que no ingresara el virus. Dialogábamos con la gente y entendía y rescataba la dedicación y tiempo que dedicábamos a esto”.

López apeló a la responsabilidad de los vecinos y agradeció a todos quienes se sumaron a la tarea. “Siento que hicimos las cosas bien, porque debo destacar que ninguno de quienes participamos de estos controles nos contagiamos. Ahora seguiremos cuidando dentro de la ciudad”, finalizó.