El economista Diego Dequino será parte hoy de un conversatorio organizado en la Sociedad Rural de Río Cuarto sobre agregado de valor y contexto económico en la Argentina. Junto a él estarán los legisladores nacionales Carlos Gutiérrez y Oscar Agost Carreño, y los dirigentes rurales Javier Rotondo y Heraldo Moyetta, entre otros. Uno de los temas fuertes vinculados al título de la jornada será el de los derechos de exportación. Y justamente sobre eso apuntó Dequino para remarcar que por ahora el Gobierno no tiene demasiado en cuenta al campo: “Parece que es un sector al que no lo tienen en cuenta el Gobierno; podría decir al complejo agroindustrial. Porque el campo no solo está sometido al cepo como el resto de la economía, sino que también es castigado con las retenciones a las exportaciones. Estamos hablando del sector más competitivo de nuestra economía, de mayor entramado social. Tenemos 120, 130 años de entramado social ahí, hay 10, 12 millones de personas que viven de forma directa o indirecta de ese complejo agroindustrial, y el sector que trae las divisas. Bueno, sobre eso no hay ni noticias siquiera de qué van a hacer con los derechos de exportación. Han hecho una promesa vaga diciendo que algún día, cuando nos sobre plata, los van a bajar. Pero no hay certezas”, disparó el economista que hoy ampliará en la jornada que comenzará a las 14:30 en el Salón Chopitea.
Por otro lado, y respecto a otro elemento clave para el agro, Dequino no duda en remarcar que “hay un retraso en el tipo de cambios a esta altura y el gobierno ha ido girando el argumento y ya no dice que no hay retraso, sino que dice que con este tipo de cambio el país puede crecer, que es distinto”.
Esa es otra cuestión que también impacta en el campo, ¿no?
Claro, por supuesto. Obviamente, ahí el campo tiene una Doble Nelson. Tiene, por un lado, un retraso en el tipo de cambio que no es fruto del mercado y eso hay que aclararlo. O sea, el Banco Central y el Gobierno interfieren no solamente en el mercado oficial, que es el que sufre el campo, sino en el blend que recibe. Eso está intervenido con operaciones de bonos que hace el gobierno tiene decidido que 1.100 pesos o 1.150 es el tipo de cambio viable. No es que el mercado ha dicho este valor, no es que están liberados los mercados financieros. Entonces, por un lado está eso y por otro lado está el cepo, que le produce muchas dificultades al sector en el momento de liquidar y en cómo disponer de esas divisas. Y tercero, que el complejo agroindustrial es lo único que lo sufre, están las retenciones.
Ahora, ese dólar ahí es un ancla para la inflación también...
Claro, obviamente. Yo creo que el gobierno va a terminar liberando progresivamente el mercado de cambio y eso seguramente va a ajustar el valor de la divisa.
Y se viene un año con elecciones además...
Sí, sí, eso está claro. Obviamente que, para decirlo elegantemente, el campo suma mucho menos votos, digamos, que la población urbana, si le apretás el bolsillo con el precio de los alimentos o un sprint de inflación por devaluación. El Gobierno parece como más volcado a hacerlo después de las elecciones. Porque la cantidad de votos, la métrica te da más para decir que es como pasó con el gobierno anterior con el plan platita,
Para el año próximo se estima un crecimiento del 5% del PBI, según el cálculo del Gobierno...
Cinco puntos no es algo tan importante si uno presta atención que venimos de una caída de 1,6% en el 2023 y para este 2024 todo indicaría que vamos a una caída superior al 3%. Con lo cual, si el año próximo la economía recupera 5 puntos, en realidad nos va a devolver al valor del 2022. Esto para tampoco celebrar cosas más allá de la cuenta.
Seguiría el serrucho...
Bueno, acá el desafío que tiene el Gobierno es que Argentina salga de esta trampa de no crecimiento en la cual estamos atrapados desde el 2012 a esta fecha. Después de la caída de la convertibilidad, desde el 2004 al 2011 incluido, el Producto Bruto creció 46%. Pero del 2012 hasta esta fecha el Producto Bruto quedó estático y si uno agarra la última parte de la serie, que es el año pasado y este, hemos caído 5 puntos. Argentina no puede generar más riqueza y, por lo tanto, eso produce un montón de inconvenientes, desde la inflación hasta la pobreza, desde la falta de oportunidades hasta la frustración de gran parte de la sociedad, y hasta los capitales que se fugan. Creo que es el desafío principal que tiene el Gobierno y yo sobre eso, si vos me preguntás, yo soy ni optimista ni pesimista, intento mirar los indicadores y la información con la cual se nutre mi profesión. Y los indicadores muestran que el Gobierno hizo varias cosas y una muy importante que fue corregir la participación del Estado en economía. Eso, por supuesto, lo hicieron a los hachazos, con la motosierra, con la licuadora, pero lo hicieron. Están devolviendo al Estado valores parecidos inclusive al 2005, 2006 o parecidos al ‘96, ‘97, ‘98 y fueron momentos donde la Argentina crecía. La segunda tiene que ver con la inflación. Allí también se ha hecho una tarea.
Pero...
Pero por fuera estas dos cosas, cuando uno mira la economía real, desde mayo en adelante, la economía dejó de caer, es decir, caímos brutalmente diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo. Desde mi punto de vista hizo piso la economía, pero desde ahí a la fecha la economía no recupera. Entonces, vos ves a un sector que algún mes factura bien y al siguiente cae, pero mejora otro. O sea, la economía está planchada. Para que recupere en el 2025, el Gobierno debería terminar de formular apuestas que las tienen en desarrollo y no las ha clarificado del todo. Una muy clara es el tema del régimen especial de inversiones, para grandes inversiones, pero eso hasta que empiece a gotear a la economía real va a demorar.