Mientras el autobús descubierto de dos pisos avanzó lentamente hacia el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, la escuadrilla acrobática de la fuerza aérea sobrevoló la emblemática avenida parisina formando con sus fumígenos la bandera tricolor roja, blanca y azul. El avión que transportó de regreso a la selección francesa aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle, al norte de París.
Allí los carros de bomberos del aeropuerto formaron un arco de agua de homenaje bajo el cual pasó lentamente el avión hasta el punto de detención.
El capitán Hugo Lloris, con el trofeo en la mano, y el seleccionador Didier Deschamps salieron primeros del avión.
Fueron recibidos por la ministra de Deportes, Laura Flessel, mientras el personal del aeropuerto cantaba "Merci les Bleus" (Gracias, Bleus).
A partir de esta llegada empezaba una agenda cargada para el equipo campeón del mundo.
En un autobús decorado con dos estrellas y con la mención "Campeón del mundo" se dirigieron hacia los Campos Elíseos.
Allí, cerca del Arco del Triunfo, transbordaron en el autobús descubierto con el cual recorrieron la emblemática avenida tal como lo habían hecho hace 20 años, el 13 de julio de 1998, los Bleus campeones del Mundial organizado por Francia.
En Zagreb
Una ciudad vestida de rojo y blanco: sin abandonar la euforia pese a la derrota en la final del Mundial el domingo ante Francia (4-2), Zagreb recibió ayer a la selección nacional de fútbol, de regreso al país tras el histórico subcampeonato en Rusia-2018.
"¡Levantad las manos! ¡Croaaaaacia!", grita un animador a la multitud mientras el avión de los jugadores, escoltado a la entrada en el espacio aéreo croata por dos Mig-21 de la Fuerza Aérea, sobrevoló poco después la plaza Jelacic, donde decenas de miles de personas llevaban horas reunidas, para ver de cerca a Luka Modric, Ivan Rakitic y compañía.
"¡Juega mi Croacia! ¡Cuando te veo, mi corazón se enciende!", cantó la multitud, para matar el tiempo en la espera, haciendo ondear banderas al viento.
Muchos de los asistentes vistieron camisetas con los característicos cuadros rojos y blancos.
En las pantallas situadas en el lugar, los hinchas pudieron ver la llegada del equipo a suelo croata tras su aventura rusa.
Tras pasar por un arco de agua preparado por los bomberos del aeropuerto Franjo Tudjman, llegó el desembarque de la aeronave.
En las pantallas se vio a Modric en la pasarela del avión y la multitud que le esperaba en la plaza central de Zagreb lo celebró.
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