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Miguel Ángel Santoro, el guardián eterno del arco de Independiente

El sábado por la noche el histórico Pepé junto con Ricardo Elvio Pavoni fueron homenajeados por la dirigencia. A partir de ahora, las tribunas norte alta y sur alta llevarán los nombres de las dos glorias del Rojo

El sábado por la noche Independiente vivió una jornada por demás emotiva. Los nombres de Miguel Ángel Santoro y Ricardo Elvio Pavoni quedarán para siempre inmortalizados en las tribunas norte alta y sur alta del Libertadores de América.

Pepé y el Chivo son glorias, emblemas, estandartes, ídolos, próceres. Póngale usted la descripción que quiera, la foto que acompaña la nota habla por sí sola.

En exclusiva con Puntal, así lo cuenta el histórico arquero:

“Fue muy emocionante, muy lindo, a uno lo llena de orgullo. Es toda una vida dentro del club y que tenga este reconocimiento para mí es un halago tremendo, tengo mucha felicidad por lo que he sido nombrado, lógicamente me siento muy feliz”.

-Como corresponde un homenaje en vida para quedar inmortalizado en el estadio, ¿qué implica para usted y su familia?

-Yo pienso que es tener algo fijo para la memoria de mis nietos, bisnietos. Es un logro muy grande para mí y para mi trayectoria.

-La Copa Libertadores cumplió su 60 aniversario y usted la ganó en cuatro oportunidades 1964, 1965, 1972 y 1973. ¿Cuál es el recuerdo más fuerte que tiene como arquero de Independiente?

-Recuerdo la consolidación mía en la Copa de 1964 en el primer equipo, cuando le ganamos a Nacional de Montevideo. Yo tuve la fortuna de jugar como visitante, las cosas me salieron bien y me dieron la oportunidad de jugar la revancha, de ahí en más viví permanentemente en el arco del Rojo.

-¿Qué tenía ese Independiente que lo hacía tan copero, con tanta mística, ganando en todas las canchas?

-En el fútbol para que anden las cosas más o menos bien se habla de la mesa de cuatro patas, los jugadores, el cuerpo técnico, la dirigencia y la hinchada. Contamos con todo eso de excelencia, más allá de un equipo muy equilibrado con buenos jugadores. Teniendo una buena preparación y administración, los resultados están a la vista.

-Siempre se dijo que jugar la Copa como visitante en los 60 y 70 era muy difícil por todas las circunstancias que rodeaban a los partidos, ¿era tan así?

-Cuando jugábamos nosotros pensá que los equipos que enfrentábamos eran la base de la selección de cada país con el que estábamos jugando. Fijate que nosotros tuvimos que eliminar al Santos de Pelé y la base de la selección brasileña que había sido campeona del mundo en 1958 y 1962. En Montevideo contra Nacional y Peñarol pasó lo mismo, tenían seis o siete jugadores de la selección uruguaya. En Perú, en Chile, pasaba lo mismo, te encontrabas con la base de cada selección. Eran partidos muy difíciles, muy trabados.

-¿Cómo puede describir a ese grupo tan exitoso?

-Independiente siempre se caracterizó por tener en esos momentos un gran grupo humano, que se fue formando a través de los campeonatos. Fuimos campeones de Primera en el 60, después en el 63 y ahí tuvimos la fortuna de tener al Profesor González García y a Manuel Giudice como director técnico, coterráneo como ustedes, cordobés. Armaron un grupo humano con gente de mucha experiencia, con grandes jugadores y después las conquistas estuvieron a la vista de todo eso. Se hizo un buen compañerismo, se vivía afuera y dentro de la cancha.

-Ese equipo de los 60 reunía un gran arquero como usted, una defensa con nombres como Navarro y Rolán, que eran durísimos, y una delantera de virtuosos como Mura, Bernao, Tarabini, Savoy. Eran una combinación perfecta.

-Hay una cosa que nos caracterizaba. Independiente podía tener la desgracia de ir perdiendo pero la gente estaba tranquila de que íbamos a dar vuelta el resultado. Marcó un cambio en la preparación física el profesor. Ese cambio se notaba después en el juego, en el que preponderaban la intensidad, la fuerza, la destreza. Los partidos duraban noventa minutos y ahí sacábamos ventaja.

-Más acá en el tiempo, ya en los 70 aparece una figura como el Pato Pastoriza, ¿cómo era como jugador?

-El Pato era un jugador con personalidad. Era un cinco que le pegaba muy bien a la pelota y tenía muy buena salida, muy clara. No era un tipo brusco, sino que era muy intuitivo y anticipaba la jugada. Salía rápido y cumplía una función realmente importante.

-En la final Intercontinental de 1973 dan un batacazo al ganarle a la Juventus en Roma, ¿cómo recuerda ese partido? (Esa final la debió haber jugado Ajax de Holanda pero se negó a disputarla y lo hizo el subcampeón Juventus)

-Para nosotros fue un título determinante, para la coronación de mi carrera como futbolista. Independiente ya había tenido varias oportunidades (derrotas contra Inter y Ajax en el 64, 65 y 72, respectivamente) y no se le había podido dar por circunstancias que son ajenas al juego. Acá fue un solo partido, si no no se jugaba la copa, era en el Olímpico de Roma y perder la prioridad de jugar en casa. El plantel se reunió y en combinación con la comisión directiva aceptamos ir allá y por suerte ese anhelo tan profundo y tan grande se nos pudo hacer realidad.

-¿De esas derrotas contra Inter y Ajax qué recuerda?

-Pensa que el Inter marcó una historia en el fútbol europeo. Tenía un equipo de grandes figuras, cualquier jugador que sobresalía se lo llevaban y ya formaba parte de la plantilla, estaba bien administrado por Helenio Herrera como entrenador. Mientras que el Ajax era el equipo que cambió la táctica de juego, eso del fútbol total, marcando una época nueva con toque y buena circulación, además de grandes jugadores.

-En sus años había referentes en el arco muy especiales, como Buticce en San Lorenzo, Roma en Boca, Carrizo en River o Cejas en Racing, además de usted en Independiente, ¿cómo observa eso hoy?

-Yo pienso que Argentina siempre tuvo grandes arqueros. Hoy no es la excepción y es la etapa en la actualidad en la que está re contra seguro el puesto, en lo local e internacional, en ese sentido vamos a estar bien representados los arqueros.

-Desde 1984 que Independiente no gana la Copa, ¿piensa que se ha perdido esa mística que los rodeaba a ustedes?

-Independiente viene de una situación muy mala, yo pienso que había tocado fondo. Esta gente lo fue recuperando, levantó todas las instalaciones, las mejoró y tiene jugadores que son de la Institución. Lógicamente que después de la Sudamericana 2017 se vendieron algunos jugadores y los que vinieron no estuvieron a la altura de los que se fueron. Esperemos en este nuevo ciclo empezar mejor y esperemos cambiar y remontar esto para que Independiente esté en el lugar que tiene que estar, disputando copas internacionales.

-Por último, le pregunto por la selección, estuvo en el Mundial de Alemania 1974, qué le dejó esa experiencia?

-Me dejó una amargura muy grande porque fuimos muy desorganizados. Pienso que la plantilla era muy buena, con grandes jugadores, estaba Kempes, Houseman, Brindisi, Babington, Perfumo, Bargas, Wolff. Era un equipo que podía haber hecho más, pero desgraciadamente no se pudo cumplir