El frío no debe congelar las ideas.
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No se trata de pasar el invierno. El ingenio para sobrevivir, debe ir acompañado de un proyecto claro, consensuado y profundo del ente rector del fútbol local hacia los clubes, para lograr una jerarquización real de nuestro fútbol.
No se puede sufrir tantos años con un salvavidas en el medio del mar, sin ver la costa jamás, y rezando por un milagro diariamente.
Es prolongar la agonía. Insertos en ese mar de dudas, sin salidas contundentes, los clubes encuentran ayudas pasajeras, pero no soluciones efectivas. Salvo que los pocos dirigentes (transformados en héroes sin reconocimientos que receptan críticas permanentes por lo que hacen o por lo que dejan de hacer, porque no alcanza nunca para llegar a buen puerto) logren embarcarse en un proyecto en común, nunca podrán dejar de escapar con manotazos de ahogado.
Deberán pensar y debatir en cada reunión del Consejo Directivo de la Liga, en vez de enredarse en discusiones puntuales que sólo abren heridas, y se desangran posteriormente pasándose facturas y engrosando el egoísmo que culmina con desafiliaciones y eliminaciones.
En esta carrera por sobrevivir, no habrá más aptos en la supervivencia, ni ganadores. Sólo pérdidas.
El Consejo Federal exigió que los afiliados a la Liga cumplan con los requisitos básicos. Sólo la mitad los cumplió, y el resto se debate en soledad para lograr la continuidad de su afiliación en la Liga.
Al mismo tiempo, el miércoles se conocerán los informes de la comisión de field, que el lunes culmina con las inspecciones de estadios. Las canchas que no estén en condiciones, deberían ser inhabilitadas para jugar los cuartos de final.
Los clubes están buscando escapar (Unión Central presentará hoy ante la prensa un interesante proyecto), pero para pasar el invierno en el fútbol, se requerirá más que una inspección de estadios.
Falta un proyecto para jerarquizar nuestro deporte. El fútbol debe partir de su esencia: ser solidario, proteger lo que tiene, para luego ir por más. Sumar y no eliminar.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María.
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No se puede sufrir tantos años con un salvavidas en el medio del mar, sin ver la costa jamás, y rezando por un milagro diariamente.
Es prolongar la agonía. Insertos en ese mar de dudas, sin salidas contundentes, los clubes encuentran ayudas pasajeras, pero no soluciones efectivas. Salvo que los pocos dirigentes (transformados en héroes sin reconocimientos que receptan críticas permanentes por lo que hacen o por lo que dejan de hacer, porque no alcanza nunca para llegar a buen puerto) logren embarcarse en un proyecto en común, nunca podrán dejar de escapar con manotazos de ahogado.
Deberán pensar y debatir en cada reunión del Consejo Directivo de la Liga, en vez de enredarse en discusiones puntuales que sólo abren heridas, y se desangran posteriormente pasándose facturas y engrosando el egoísmo que culmina con desafiliaciones y eliminaciones.
En esta carrera por sobrevivir, no habrá más aptos en la supervivencia, ni ganadores. Sólo pérdidas.
El Consejo Federal exigió que los afiliados a la Liga cumplan con los requisitos básicos. Sólo la mitad los cumplió, y el resto se debate en soledad para lograr la continuidad de su afiliación en la Liga.
Al mismo tiempo, el miércoles se conocerán los informes de la comisión de field, que el lunes culmina con las inspecciones de estadios. Las canchas que no estén en condiciones, deberían ser inhabilitadas para jugar los cuartos de final.
Los clubes están buscando escapar (Unión Central presentará hoy ante la prensa un interesante proyecto), pero para pasar el invierno en el fútbol, se requerirá más que una inspección de estadios.
Falta un proyecto para jerarquizar nuestro deporte. El fútbol debe partir de su esencia: ser solidario, proteger lo que tiene, para luego ir por más. Sumar y no eliminar.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María.