“La Liga Villamariense de Fútbol tiene dos plazas para el nuevo torneo Regional Federal Amateur de AFA. Lo que debemos hacer es cumplir las normas reglamentarias, que son requisitos indispensables que el Consejo Federal nos solicita”, explicó Claudio Martínez.
El sencillo mensaje del titular de la Liga a los integrantes del cuerpo de delegados, despertó como primera respuesta, dejando al desnudo las limitaciones propias de muchos clubes afiliados, lo siguiente: “Eso es si queremos participar en los torneos nacionales, pero si no queremos participar, no necesitaríamos cumplir con esas normas reglamentarias”.
Grave error, y cruel realidad.
La realidad de algunos clubes de nuestra Liga es preocupante, porque están dependiendo de “monedas” para cumplir sólo algunos requerimientos que le permiten participar “con lo justo” de los torneos oficiales de la Liga.
Es la Liga la que les guiña un ojo y les permite participar sin cumplir normas reglamentarias básicas, que ahora salen a la luz como requisitos indispensables para continuar en la actividad oficial.
No son imposibles. El grave error es que se considere que cumplir esas normativas es algo nuevo, o que se estime que es sólo para participar en torneo nacionales.
Si un club no tiene sus balances al día, o supera el plazo establecido estatutariamente para realizar una asamblea, y por lo tanto sus autoridades han prolongado sus mandatos más de lo correspondiente, está transgrediendo las reglas ante inspecciones jurídicas, y reglamentariamente tampoco puede participar en la Liga.
Cuestión de fondo
No nos olvidamos que los clubes no son defendidos por el estado, y nadie reconoce el increíble rol social que desempeñan.
Rara vez le otorgan algún subsidio que pasajeramente les permite “sacar la cabeza de abajo del agua”, y esa bocanada de aire apenas les permite sobrevivir a duras penas año tras año.
Por ello, de ninguna manera se trata de atacar a los pocos dirigentes que están trabajando en los clubes, sino encontrar la forma de que los clubes reciban el respaldo necesario para poder estar “al día” ante inspecciones jurídicas, y se adapten a los requisitos básicos para continuar afiliados a la Liga.
No es una cuestión de forma, ni de fondos, es de fondo.
El presidente de Unión Central estimó que “si mi club sale campeón, no va a participar en un torneo nacional”. No es ese el tema.
Es entendible y coherente lo que expresa Oscar Gattario. Por razones económicas, hoy su entidad no puede lanzarse a plano nacional. Sin embargo, una histórica entidad que es fundadora de la Liga, debe adaptarse a los requisitos mínimos para sostenerse en el fútbol oficial y competitivo.
Unión Central está en regla, pero no es una cuestión de sobrevivir, o de querer jugar o no un torneo superior para cumplir con las normas de afiliación a la Liga. Lo que está en juego es una cuestión de cumplir o no con los requisitos para estar o no afiliado.
Los que no cumplan estos requisitos básicos, ya no podrán formar parte de la Liga. Por lo tanto, es una cuestión de fondo, y no sólo de forma. Hay que solucionarlo.
Mensaje contundente
Al Consejo Federal no le importa el rol social de nuestros clubes.
Si Villa María tiene 20 clubes ó 25 ó 10 no le cambia nada a la AFA.
No le dan nada a las Ligas. Las obligaron a contratar seguros para espectador y deportistas, le exigen montos de afiliación y otros muy superiores a los locales para jugar sus torneos (sumado a árbitros, policías y mejoras en sus estadios), y no le brinda certámenes atractivos para poder llenar la cancha y sumar sponsorización acorde.
Por ello, para salvar la actividad, la Liga deberá profundizar el debate, y en vez de partirse, luchar unidos por soluciones que permitan respetar las normas mínimas.
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Grave error, y cruel realidad.
La realidad de algunos clubes de nuestra Liga es preocupante, porque están dependiendo de “monedas” para cumplir sólo algunos requerimientos que le permiten participar “con lo justo” de los torneos oficiales de la Liga.
Es la Liga la que les guiña un ojo y les permite participar sin cumplir normas reglamentarias básicas, que ahora salen a la luz como requisitos indispensables para continuar en la actividad oficial.
No son imposibles. El grave error es que se considere que cumplir esas normativas es algo nuevo, o que se estime que es sólo para participar en torneo nacionales.
Si un club no tiene sus balances al día, o supera el plazo establecido estatutariamente para realizar una asamblea, y por lo tanto sus autoridades han prolongado sus mandatos más de lo correspondiente, está transgrediendo las reglas ante inspecciones jurídicas, y reglamentariamente tampoco puede participar en la Liga.
Cuestión de fondo
No nos olvidamos que los clubes no son defendidos por el estado, y nadie reconoce el increíble rol social que desempeñan.
Rara vez le otorgan algún subsidio que pasajeramente les permite “sacar la cabeza de abajo del agua”, y esa bocanada de aire apenas les permite sobrevivir a duras penas año tras año.
Por ello, de ninguna manera se trata de atacar a los pocos dirigentes que están trabajando en los clubes, sino encontrar la forma de que los clubes reciban el respaldo necesario para poder estar “al día” ante inspecciones jurídicas, y se adapten a los requisitos básicos para continuar afiliados a la Liga.
No es una cuestión de forma, ni de fondos, es de fondo.
El presidente de Unión Central estimó que “si mi club sale campeón, no va a participar en un torneo nacional”. No es ese el tema.
Es entendible y coherente lo que expresa Oscar Gattario. Por razones económicas, hoy su entidad no puede lanzarse a plano nacional. Sin embargo, una histórica entidad que es fundadora de la Liga, debe adaptarse a los requisitos mínimos para sostenerse en el fútbol oficial y competitivo.
Unión Central está en regla, pero no es una cuestión de sobrevivir, o de querer jugar o no un torneo superior para cumplir con las normas de afiliación a la Liga. Lo que está en juego es una cuestión de cumplir o no con los requisitos para estar o no afiliado.
Los que no cumplan estos requisitos básicos, ya no podrán formar parte de la Liga. Por lo tanto, es una cuestión de fondo, y no sólo de forma. Hay que solucionarlo.
Mensaje contundente
Al Consejo Federal no le importa el rol social de nuestros clubes.
Si Villa María tiene 20 clubes ó 25 ó 10 no le cambia nada a la AFA.
No le dan nada a las Ligas. Las obligaron a contratar seguros para espectador y deportistas, le exigen montos de afiliación y otros muy superiores a los locales para jugar sus torneos (sumado a árbitros, policías y mejoras en sus estadios), y no le brinda certámenes atractivos para poder llenar la cancha y sumar sponsorización acorde.
Por ello, para salvar la actividad, la Liga deberá profundizar el debate, y en vez de partirse, luchar unidos por soluciones que permitan respetar las normas mínimas.