Tras la victoria frente a Argentina en octavos de final (4- 3), que realzó el espíritu triunfalista de los Bleus, los jugadores desataron en su hotel de la concentración en Istra una batalla con extintores de incendios para festejar. Todo terminó sin consecuencias, con la llegada de los bomberos. Para Lloris no era algo nuevo y podría imaginarse que se sentía cómodo, ya que ha sido muchas veces el bombero de los Bleus en campo en este torneo.
Frente a Bélgica, el martes por la noche en la victoria por 1-0 en semifinales en San Petersburgo, tapó un remate de Toby Alderweireld con una estirada espectacular al palo derecho que evitó la apertura del marcador de los Diablos Rojos. Estuvo impresionante.
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