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Dilemas y estrategias

Alberto Fernández estuvo 7 horas en la ciudad. Llegó a las 10 y se fue a las 17. Habló con productores, empresarios y universitarios. Por: Martín Alanis.

Faltan apenas tres semanas para las elecciones primarias y la ciudad recibió a uno de los principales candidatos a la presidencia, Alberto Fernández, del Frente de Todos. Sin dudas que fue el hecho político más destacado de los últimos siete días a pesar de la visita también de tres de los nueve postulantes a diputados nacionales de Hacemos por Córdoba.

Fernández tuvo extensa agenda de actividades sociales, políticas y periodísticas en su segundo recorrido por la provincia tras aquel encuentro con el gobernador Juan Schiaretti en El Panal. 

Esta vez, Villa María estuvo en su agenda. No fue casual. El intendente Martín Gill fue uno de los primeros intendentes peronistas cordobeses que expresaron públicamente el apoyo a la fórmula Fernández-Fernández.

De hecho, la recorrida del exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner estuvo armada por Gill y funcionarios de máxima confianza del jefe comunal. Por eso visitó un tambo en cercanías del aeropuerto y la planta de ACA Bio.

El candidato K busca recuperar en Córdoba un sector importante del electorado que en 2015 apoyó masivamente a Macri. Apunta a muchos peronistas e independientes desencantados con el Presidente tras 4 años de gestión.

Para ello, sabe que el apoyo territorial de los intendentes es clave. Más de 50 se mostraron con él en Carlos Paz. Otros esperan las Paso para salir a jugar en el tramo presidencial, ya que en tramo de diputados todos aceptan la estrategia del peronismo cordobés de impulsar el corte de boleta.

Fernández se instaló dos días en la provincia y 7 de esas 48 horas las pasó en la ciudad. Llegó cerca de las 10 de la mañana. Primero conoció la realidad del sector lácteo a partir del recorrido en un tambo modelo. Además habló con un especialista en la materia.

Luego dialogó con los medios de prensa en la Universidad Tecnológica Nacional y encabezó una reunión con rectores y decanos de universidades de la provincia. Y finalmente mantuvo un encuentro por casi una hora con autoridades de ACA Bio. La producción de bietanol atraviesa momentos de incertidumbre a partir de la anulación de la fórmula de cálculo del precio.

Fernández muestra un tono más conciliador con los cordobeses respecto al que históricamente tuvo el kirchnerismo. Los enfrentamientos de Schiaretti y De la Sota con el gobierno central durante las gestiones de Cristina Fernández, la compañera de fórmula de Alberto, dejó heridas en las autoridades y en el electorado que todavía no cicatrizan. Las elecciones de 2015 y 2017 fueron un reflejo.

Si esta estrategia de acercamiento de Fernández con los cordobeses resulta efectiva habrá que analizarla tras las Paso, con el resultado puesto. La política se evalúa con gestos, pero también con números en la mano.

Dijo que los votos de los cordobeses se los debe ganar por su cuenta sin el apoyo de nadie, en obvia referencia a Schiaretti. Prometió “volver a poner plata en los bolsillos de los argentinos” y reactivar la producción y el consumo. En el plano local, aseguró que le devolverá el trabajo a los cesanteados en la Fábrica Militar.

Boleta corta

Un día antes de la visita de Fernández, los candidatos a diputados de Hacemos por Córdoba hicieron pie en la ciudad. La recorrida estuvo encabezada por Carlos Gutiérrez, primero en la lista, además de Claudia Martínez y la anfitriona Nora Bedano. 

El intendente Martín Gill también ofició de anfitrión y acompañó las actividades de los postulantes peronistas al Congreso Nacional.

Gutiérrez admitió la “complejidad” que enfrenta el gobierno provincial en estas elecciones nacionales. La boleta corta, sin candidato a presidente, en un escenario de creciente polarización entre el macrismo y kirchnerismo, resulta de mínimo muy arriesgado en términos electorales. 

El corte de boleta fue históricamente muy bajo en la Argentina y en 2011 el peronismo cordobés lo vivió en carne propia. La lista encabezada por Caserio sacó apenas 6 de los votos en las Paso y el entonces gobernador De la Sota la terminó bajando de competencia.

Gutiérrez aseguró que el escenario esta vez “es diferente” y se apoyó en el amplio acompañamiento que tuvo Schiaretti en las urnas el 12 de mayo y en el despliegue territorial de los intendentes. De mínima, esperan alcanzar el 20 por ciento de los sufragios que le permita ubicar dos diputados. Son casi 25 puntos menos que los obtenidos por el PJ en las elecciones provinciales.

El juez federal Ricardo Bustos Fierro rechazó un pedido de Hacemos por Córdoba para que haya boletas sólo con el tramo presidencial para facilitar que el elector pueda elegir un presidente de un partido y diputados de otro, sin tener que apelar a la tijera. 

“Las boletas en la categoría presidencial no pueden ingresar al cuarto oscuro ya cortadas; el corte o no de boleta es una decisión que debe tomar el elector”, sostuvo el juez en su fallo.

En esta presentación, hay un reconocimiento implícito a lo dicho anteriormente. No sólo la polarización atenta contra la boleta corta, más aún en una elección ejecutiva, sino también los antecedentes en materia de corte de boleta. El peronismo cordobés lo sabe. No obstante, y como se dijo anteriormente, la política también se hace con resultados y hasta no conocer los números de las Paso es aventurado arriesgar análisis más allá de lo descriptivo.

En la conferencia de prensa, el actual titular de la bancada oficialista en la Legislatura habló de “inequidad” entre los partidos que compiten con boleta larga (es decir, presidente y diputados) respecto a los que presentan boleta corta (sólo diputados). 

En definitiva, se trató de una decisión del peronismo cordobés que resolvió no apoyar ningún candidato presidencial. No se alineó con la estrategia del PJ nacional. Ahora tiene el desafío de instalar a sus candidatos en un contexto que la sociedad mira casi con exclusividad las caras y proyectos de los candidatos a presidente y vice.

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