Preguntado sobre qué sería capaz de hacer con tal de ganar la final del domingo en el Estadio Luzhniki de Moscú, el jugador croata respondió: "Pagaría cualquier cosa por lograr el triunfo, la victoria de mi país, Croacia... Sí, definitivamente colgaría las botas el mismo lunes si ese fuese el precio por ganar la Copa".
"Aunque no lo voy a hacer", matizó rápidamente con una gran sonrisa. Rakitic aseguró que pese a que la final será su partido 71 de la temporada, "habrá energía suficiente" para jugar la final y que a dos días del gran duelo no puede "tener mejores sensaciones como croata".
"Cuando decidí jugar internacionalmente por Croacia, tienes sueños y quieres jugar una final de un gran torneo. Ahora ese sueño se ha cumplido", añadió el jugador del Barcelona, nacido hace 30 años en Suiza, país en el que se refugiaron sus padres huyendo de la guerra en los Balcanes a principios de la década de los años 1990.
"El partido más grande de nuestras vidas"
"Es un partido histórico, el más grande de nuestras vidas.Tenemos que darlo todo y tener un poco de suerte para tener el resultado que queremos", destacó.
"Solo hay que ver la alegría de la gente en Croacia, ese orgullo, esa unidad... (Este partido) No es cosa de 23 jugadores, un entrenador y su cuerpo técnico, sino que concierne a los 4,5 millones de habitantes de Croacia", argumentó.
"Si hubiese un estadio con capacidad para 4,5 millones de espectadores, el domingo se llenaría", aseguró.
También defendió que el premio al mejor jugador del torneo debería ser para su compañero Luka Modric. "Creo que el premio debería ser para un croata y nuestro capitán es el que más lo merece... aunque lo que más deseamos el domingo es ganar la final".
Piropos al árbitro Pitana
Rakitic también se felicitó de que sea el argentino Nestor Pitana quien arbitre la final del domingo: "Me puse contento de que fuera él el designado para la final porque nos arbitró muy bien contra Dinamarca (en octavos de final) y creo que ha hecho un torneo fantástico".
"Tiene una gran actitud y una muy buena relación con los jugadores. Es un gran árbitro", añadió.
Finalmente, dedicó un "¡Chapeau!" al tenista serbio Novak Djokovic, que esta semana aseguró que quería el triunfo de Croacia en el Mundial y que por ello ha sido criticado por algunos en su país.
"Tenemos que dejar la historia detrás nuestro", dijo en referencia a la guerra que enfrentó a ambos países en la década de los 90. "Nole es un jugador extraordinario y también una persona maravillosa. Le deseo toda la suerte del mundo y ojalá que el domingo pueda jugar él también la final del torneo de Wimbledon y la gane".
Comentá esta nota Noticias Relacionadas