Junto a ellos aterrizará el Liverpool. El mítico y legendario Liverpool, al que no le faltan galardones europeos. Ganó cinco veces la “orejona”, siendo el club inglés que más veces la obtuvo. Es decir, Liverpool, que no es el mejor en la Premier y que se metió a esta final con un juego vertical, alocado, de manta corta, bien arriba, mal abajo, con el diseño bien de su entrenador, el alemán Jürgen Klopp, propondrá, seguramente, un cotejo en el cual, con viento a favor, cacheteará al Madrid, y a la vuelta, podrá ser noqueado. Que el Liverpool juegue la final garantiza dos cosas, la primera es que, para espectadores neutrales, el partido será sensacional y la otra es que el Madrid gozará de libertades como pocas veces le han dado en este tipo de encuentros. Agrego, que es probable, que sean también un puñado (Barcelona, el Bayern Munich y algún otro) los que le falten el respeto, como lo hará, al menos de entrada, el equipo rojo.
Liverpool es Inglaterra pero no es Londres. Lo separan unos 300 kilómetros de la capital y su idiosincrasia parece reñida con el resto de los habitantes del país. Algunos datos tomados de referencias de la ciudad, que tiene en Argentina como “hermana” a La Plata, cuentan cosas interesantes.
Los Beatles son el primer reflejo de Liverpool. 480 mil habitantes. Dos de sus calles son emblema del cancionero del grupo de La Caverna: Penney Lane y Strawberry Fields. Curioso es el modo en el que sus pobladores se denominan a sí mismos: Scousers. Nada más allá de la tradición: este era el nombre de un plato típico (guiso de pescado), que se cocinaba en el siglo XIX. El Stanley Park es su más famoso espacio verde y separa los dos estadios. Es que el fútbol divide a los habitantes de Liverpool en rojos y azules. No cabe duda de que Liverpool es la cuna del fútbol en el Reino Unido gracias al Liverpool y el Everton.
La canción You'll Never Walk Alone (“Nunca caminarás solo”) compuesta por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein para su musical Carrousel en 1945 es cantada por la afición desde principios de la década de 1960, y posteriormente se adaptó como el himno oficial del club. Esta frase adorna las Puertas de Shankly, de Anfield (su estadio), las cuales fueron inauguradas el 2 de agosto de 1982 en memoria del exentrenador Bill Shankly y se presentan en el actual escudo del club.
Hay una gran diferencia entre los equipos, que, dirigidos por Rafa Benítez, jugaron las últimas finales de Champions para el Liverpool, y este de Klopp.
Y todo radica en la tremenda vocación ofensiva del actual y la muy buena defensa de aquellos conjuntos del 2004 al 2006.
El arquero campeón del 2005 de la final ganada por penales ante el Milan, después de remontar un 0-3, en Estambul, era el Polaco Dudek, no muy confiable, pero con una defensa adelante, tremendamente segura: Carragher, Finnan, Traoré y Hyppia. Hoy, sus laterales son realmente endebles, y eso lo aprovechará seguramente el Madrid.
Cuando el Milan se tomó revancha en 2007, al ganarle la final al Liverpool, dos a uno, en Atenas; el arquero rojo era Pepe Reina y jugaba Mascherano en la mitad de la cancha de los Reds.
El campeón del 2005 tenía una mitad de cancha compuesta por Gerrard, Xabi Alonso, Luís García y Riise y adelante se las arreglaban Kewell y Baros. Hoy con Klopp, el equipo juega con tres arriba: Salah, Firmino y Mané y su medio campo es ágil y vertical con Henderson, Milner y Wijnaldum. Digamos, el equipo campeón del 2005 era un poco más ofensivo, aunque equilibrado que el subcampeón del 2007, pero nada que ver con el alocado juego de hoy que parece una montaña rusa.
Su técnico Klopp es un personaje. Multicampeón con el Borussia Dortmund, pareciera ser un hincha más, un atacante más y el Liverpool ha vapuleado a los más grandes y perdido con conjuntos de menor cuantía justamente por esa manera de entregar el corazón. Alemán de Stuttgart, jugó en el Mainz de delantero y de defensor. Un tipo muy especial.
Liverpool, 18 veces campeón de la Liga Inglesa, aunque hace desde la temporada 89/90 que no lo logra, 7 títulos de la FA Cup, 4 de la Copa de la Liga y 15 de la Community Shield, en su país, más los campeonatos en Europa, 11 en total, entre Champions, Copa de la Uefa y Supercopa. Perdió tres finales intercontinentales, una de ellas ante Independiente.
Los rojos, de la tierra de Los Beatles, con una hinchada sensacional.
Ese será el rival del más que galáctico Madrid.
Parece uno escuchar acordes desde La Caverna y la voz de Paul, John, George o Ringo diciendo: “You’ll never walk alone”, y por más que estén Cristiano Ronaldo y los suyos, el Liverpool nunca caminará solo.
Osvaldo Wehbe TEMAS:
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