Néstor Franz, experto en producción ovina y participante de la mesa, habló con Tranquera Abierta sobre el trabajo ya realizado, y lo que queda por delante.
“Fue muy positivo el encuentro con el ministro Busso y que se visibilice la producción ovina, que lógicamente está unos cuantos escalones abajo de las otras cadenas como la bovina, la porcina o la aviar”, explicó el especialista.
Franz recordó que “al caer la Ley Ovina Nacional, se cayeron los fondos fiduciarios asociados. Era una ley que tenía cosas muy interesantes e incluso estaba cumpliendo los objetivos para los cuales se había armado”.
Y agregó: “A partir de ahí cada provincia intentó desarrollar un plan estratégico de mediano y largo plazo a 10 años. Y la intención es apuntar fuerte a la carne, a pesar de que la producción ovina tiene múltiples facetas como la del cuero y la leche también. Y en ese contexto observamos el gran potencial que tiene la carne ovina en Córdoba dado que las cabañas se desarrollaron, incorporaron genética, apuntando a razas carniceras y pensando en un cordero pesado precoz para corte”.
¿Cómo es ese animal?
Es un animal joven, de 150 días aproximadamente. Pensemos que el tradicional que se come es de 90 días y tiene de 10 a 14 kilos. El que pensamos desarrollar es del doble, de 25 kilos de piso. Eso nos va a permitir hacer los cortes porque si no la proporción carne-hueso no da bien. El otro objetivo es cubrir el bache de oferta que va de abril a septiembre, que es cuando no hay carne en góndola. Nosotros tenemos concentrado el corderito en torno al verano, a las fiestas. Eso no es malo porque se vende todo, pero hay un bache que no soporta ninguna cadena de producción. Hay 6 meses sin oferta; y no se puede sostener una cadena de producción que trabaja esporádicamente.
¿Y entonces?
La idea es que los consumidores compren un kilo, dos kilos, lo que necesiten y no tenga que llevarse media res.
¿Cuánto avanzaron ya?
Se estuvo trabajando en un paquete tecnológico en estos últimos años para lograr el producto, sobre todo en campos agrícolas, con base forrajera y a su vez con uso de subproductos de la industria, que en nuestra zona hay disponibilidad, como burlanda o expeller de soja. Hay que recordar que vamos a duplicar el peso y alargar un poco el tiempo de permanencia del animal en el campo. Entonces, vamos a duplicar la cantidad de carne con la misma cantidad de animales que tenemos. Al producto tranquera adentro ya lo hemos logrado. De hecho hay un protocolo de cordero pesado que se presentó en la Exposición de Otoño de la Rural de Río Cuarto. Y se complementa con dos manuales de manejo y bienestar animal para la producción ovina. Todo ese conocimiento está y hay productores que ya lo están llevando a la práctica y funciona. Incluso hay un módulo experimental de ovinos en el Inta Manfredi, orientado a razas carniceras, muy interesante y que los productores pueden visitar.
¿Qué pasa tranquera afuera?
Bueno, el punto débil es del segundo eslabón para adelante; hablamos de frigorífico, ciclo 2 para los cortes, envasado al vacío, refrigerado, distribución. Todo eso está, pero a medias.
Ahí es donde más trabajo hay...
La idea del proyecto implica un programa comunicacional, uno de prospectiva de la cadena a mediano y largo plazo; y fijar qué estrategias y desarrollos vamos a tener en cuenta. Es algo estratégico, para fijar políticas sectoriales. Por eso la intención era presentarle todo al ministro Sergio Busso para que lo pudiera evaluar. Y la verdad que la recepción que tuvimos fue muy positiva porque van a acompañar la idea. Ahora viene todo un cronograma de trabajo muy arduo por delante. Y como hablamos de un plan estratégico integral tienen que estar todos los actores de la cadena involucrados.
¿Cómo está la producción en la provincia?
Hablamos de un proyecto provincial y todos sabemos que Córdoba tiene 4 o 5 áreas ecológicas bien diferenciadas y cada una requiere de un ajuste por sus particularidades. No es lo mismo lo que hay que hacer en Río Cuarto que en Villa María del Río Seco. Para eso vamos a hacer un plan piloto donde podamos llevar adelante toda la cadena y que vamos a llamar cluster. Esto se haría en Río Cuarto, una suerte de plan piloto para luego replicar.
¿Por qué desde Río Cuarto?
Río Cuarto es ideal porque además tenemos un frigorífico que se está poniendo a punto para la faena ovina. Hay otros frigoríficos en Traslasierra y Cruz del Eje que hacen corderos, pero los tradicionales, no los pesados. Este sería el primero en sumarse a esta iniciativa del cordero pesado. Si luego avanza sobre los cortes, va a facilitar un montón el desarrollo de la cadena. Esto es parte de lo que nos motivó mucho en el último tiempo, además de un crecimiento en la consulta de los productores muy notorio. Ahora aparecieron empresas de servicios para la cadena que antes no estaban, industrias de alimentos balanceados específicos en Río Cuarto que no había, otras que hacen estructuras para corrales, camas profundas para el parto de las ovejas, entre otros. Son todos indicadores de que la actividad está creciendo.