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"Tenemos un avance de siembra bastante interesante en la provincia"

El secretario de Agricultura, Marcos Blanda, indicó que la soja y el maíz ofrecen buenas perspectivas para la próxima campaña. También se refirió a la declaración de zona de desastre en los sectores golpeados por el fuego.

Marcos Blanda, secretario de Agricultura de la Provincia, indicó que la proyección de la cosecha gruesa es “bastante interesante” para Córdoba. Al avance de siembra, que ya se puede constatar, hay que sumarle los “alentadores precios internacionales” que existen en la actualidad.

Blanda habló, además, de lo que significa la Declaración Nacional de Desastre Agropecuario para las zonas afectadas por los incendios en la provincia.

- ¿Qué significa la Declaración de Desastre Agropecuario que la Nación acaba de aprobar para la Provincia?

- Con nuestra ley provincial se declaró en tres oportunidades, a través de tres decretos, el Desastre Agropecuario. Cada uno de esos decretos se homologó a nivel nacional, para tener un reconocimiento de que los daños son como están detallados en el decreto provincial. Así, la Nación acepta el pedido de homologación para lograr los beneficios para los productores agropecuarios de Córdoba. En este caso, lo que se ha homologado es el tercer decreto, los otros dos ya estaban homologados. Este último, abarca los incendios ocurridos desde octubre hasta noviembre; es decir, la última etapa. De este modo, se concluye el trámite administrativo legal y se obtienen los beneficios.

- ¿Qué implican esos beneficios para los productores? 

- Principalmente, son cuestiones administrativas y económicas. En lo que corresponde a la ley provincial, lo principal es el Impuesto Inmobiliario Rural. A su vez, a nivel nacional, tiene otras connotaciones con Afip y todo lo que son los plazos. Con esto, se pueden reacomodar estos pagos con prórrogas o diferentes moratorias. Y lo que es el acceso al Fondo Nacional para Emergencia de Desastres Agropecuarios, en el cual se estipula el destino de fondos, como ha ocurrido en Córdoba, donde el gobernador puso a disposición 1.000 millones de pesos para asistir a los damnificados, y eso permitió poder asistir -desde las diferentes carteras del gobierno de Córdoba- con todo tipo de herramientas, financiamientos, subsidios. Con la Declaración de Desastre a Nivel Nacional, se genera la solicitud de Córdoba para que se liberen más fondos para los damnificados.

- También hay otro tema muy importante, relativo a los incendios, que es el proceso de recuperación de esa tierra en términos productivos.

- Se está trabajando interdisciplinariamente, tanto con las carteras provinciales en conjunto con Ambiente, como también con la estructura nacional como es Inta y Senasa. Aportan información y datos de cada una de las zonificaciones. Hemos tenido eventos desde el norte de la provincia hasta el departamento Río Cuarto, que fue uno de los más damnificados, donde tenemos ecosistemas totalmente diferentes. Entonces, con esa cuestión, hay que analizar cada una de las ecorregiones para dar respuesta a cada una y magnificar los efectos que ha tenido el fuego. Todos esos análisis se están trabajando también con los legisladores, los intendentes, ONG y grupos de profesionales, con los colegios profesionales. Es un equipo interdisciplinario en cada región, evaluando cómo es la reacción de cada una de las zonas.

- En el país, siempre está la expectativa por el aporte del campo a la economía nacional. Ahora, las miradas están puestas en los resultados de las próximas campañas. ¿Cuáles son las expectativas y la información que hay hasta el momento?

- Bueno, el cierre de campaña 19-20, que en plena pandemia estaba en proceso de recolección a principios de año, ha tenido valores importantes en la cosecha gruesa de en gran parte de los productores de Córdoba. Y esto incluye tanto los niveles de producción como el uso de tecnología. Sobre la campaña 20-21, que está en proceso de finalización de la fina, el tiempo y el clima no han acompañado en el orden de precipitaciones y, por eso, hemos tenido las condiciones ambientales que favorecieron la ocurrencia de los incendios. Como consecuencia, ha bajado la intención de siembra por no tener perfil de agua en el suelo y evitando las zonas marginales y, por otro lado, los rendimientos por hectárea no fueron los esperados, porque se aguardaba algún tipo de aportes de precipitaciones -que fue escaso o no llegó-. Entonces, los valores promedio han sido inferiores, pero tenemos un avance de siembra de lo que es la gruesa para 20-21 bastante interesante, con una muy buena intención de siembra de lo que es maíz, sobre todo trasladándose al maíz tardío con estas últimas precipitaciones, que han ocurrido en 40 o 60 días. La implantación de soja también viene bien y, a diferencia de lo que han sido años niños o húmedos, este año estamos más al límite esperando con cada una de las precipitaciones, porque estamos con un año Niña. Los perfiles no fueron recargados adecuadamente, y es como que estamos en la mirada de cuántas son las precipitaciones que están ocurriendo cada semana, cada 10 días, cada 15 días, con valores que no son tan importantes, pero que van haciendo una evolución de los cultivos. Estos aportes que están ocurriendo hoy, en gran parte de la provincia, obviamente, son significativos para los cultivos ya implantados y para todos los que faltan implantar.

- ¿Los precios internacionales también son un aliciente, un impulso para apostar a la siembra y a la inversión?

- Hoy los precios internacionales son alentadores. En maíz, hemos tenido un crecimiento en el cultivo en la provincia muy interesante, a lo largo de los últimos años, en los que el productor ha apostado no solamente al cultivo, sino a la tecnología y a un equilibrio en la rotación para el cuidado del recurso suelo, y está dando su respuesta. Entonces, hay una mayor apuesta al maíz. Sabemos que cuando hablamos de maíz la mirada está puesta, principalmente, en la evolución del maíz de Estados Unidos y su transformación en bioetanol. Eso repercute en los precios. Son alentadores y, en un año Niña, entendían que los rendimientos o las expectativas de los volúmenes de Sudamérica iban a ser inferiores, con lo cual eso repercute y se refleja en el precio.