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"Se ha suspendido la libertad de pensar la vida a partir de la naturaleza"

El referente de la preservación de la cultura de pueblos originarios fue reconocido como miembro honorario del Centro de Investigaciones Precolombinas, lo que abre la puerta a una difusión de los conocimientos de las comunidades en ámbitos académicos.

En un importante gesto de reconocimiento de los conocimientos de los pueblos originarios, el Centro de Investigaciones Precolombinas, un ámbito de generación de contenidos académicos clave, designó como miembro honorario a Inti Huamani, un destacado referente defensor de los derechos de las comunidades originarias en toda América.

Huamani, referente de la comunidad diaguita que ha recorrido el mundo en el acompañamiento a las organizaciones que trabajan por la defensa de los derechos de pueblos originarios, fue reconocido por esta asociación civil dedicada a la producción científica sobre el mundo andino-amazónico.

El aporte realizado durante años en la preservación de los conocimientos de los pueblos indígenas se ve actualmente reflejado en la gran labor de la Universidad del Monte, en las comunidades wichi del chaco salteño junto a la fundación Deuda Interna.

“Ya en el año ’90, en un congreso que se realizó en Córdoba, habíamos planteado el debate sobre la importancia de incluir el pensamiento de las comunidades en las investigaciones, siendo que la mayoría de las fuentes que se utilizaban en todos los trabajos eran miembros de las comunidades. Lo que pasa es que el ámbito académico, ya sea por contexto u obligación, parece que no avala nuestros conocimientos; este reconocimiento, en tanto, del Centro de Investigaciones Precolombinas, es dado ante la alternativa de que nuestras publicaciones sean equiparadas a ese ámbito”, consideró Huamani, quien agregó: “Es algo que se logra tras muchos años de trabajo por todo el país; de hecho, hasta el año 2003 teníamos reuniones constantemente, con casi 40 encuentros regionales por año, pero actualmente no llegamos ni a 7 u 8”.

Además de ser miembro honorario de la Comisión Nacional de Investigación del Genocidio para el Resarcimiento Histórico de los Pueblos Originarios de Argentina, representante cultural de la Asociación Indígena de la República Argentina AIRA, y de la Comisión de Juristas Indígenas Argentinos, y asesor cultural del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas en Otawa (Canadá), entre otros reconocimientos, se destaca el aporte de Huamani en la difusión de la cultura originaria.

- Los conocimientos que se manejan en las comunidades y que ustedes tratan de compartir, ¿llegan a su publicación y posterior difusión?

- No están llegando, hay muy pocas versiones, pero estamos tratando de llegar a un acuerdo, porque creo que esto debería trabajarse en un ámbito académico. Hay reglamentaciones que contemplan que uno debe ser un académico para poder publicar contenidos, pero no se tiene en cuenta que los pueblos originarios son las bases de esas autorías, por eso vamos a discutir en un futuro que se abran estos espacios académicos y se contemple la diversidad de quienes participan.

- Hay buenos espacios para la difusión de conocimientos de las comunidades como la Universidad del Monte, de la que usted ha sido una parte significativa.

- La Universidad del Monte está recalando en México, Ecuador, Bolivia, entre otros lugares, en cuanto a nuestra propia educación, últimamente afirmada en México por el antropólogo Enrique Dussel, quien sostiene que todos los intelectuales, creativos y educadores se basan en el eurocentrismo, siendo que se debería mostrar los propósitos propios y forjar lo propio. Estos aspectos ya los íbamos madurando desde hace muchos años, como lo que hablaba Simón Rodríguez en Venezuela del 1800, en relación a que lo peor que se podía hacer en América era adaptar el modelo europeo. Es por esto que en este momento recibimos un reconocimiento por mantener esferas de educación desde hace años, como lo hemos hecho con la Universidad del Monte, compartiendo nuestros saberes, porque el monte en sí es una universidad, y allí uno va a recoger sus conocimientos.

En el mundo de la pandemia

Inti Huamani, radicado en la comuna San Roque, analizó el contexto actual por el que pasan las comunidades de los pueblos originarios, contemplando que el impacto desde lo económico y en el respeto a los derechos humanos se han visto gravemente perjudicadas. Del mismo modo, señaló que la generación de conocimientos también se ve afectada, pero desde una “óptica institucional, no es por una definición propia, pero nosotros somos bancos de datos de saberes que buscamos un tiempo donde compartirlo, pero ese tiempo parece estar interrumpido”, comentó el referente. Agregó, en tanto, que ve “que en estos momentos debemos concentrarnos en reflexiones de lo que serán los soportes en un futuro para lo que es el planeta en el que vivimos”.

- ¿Cuánto pueden ayudar estos conocimientos de las comunidades originarias para recomponer la convivencia con la naturaleza y volver a las raíces después de la realidad que vive el mundo en la actualidad?

- El término “regreso” se contempla cuando se vuelve a un espacio, pero aquí no hay una vuelta, sino que hay una memoria que rige los tiempos. El aspecto de que los Estados han suspendido situaciones propias de cada lugar, no haber interpretado los diversos lugares del mundo, sus culturas, todo ha hecho que se suspendiera la libertad de cómo pensar la vida a partir de la naturaleza, que nos enseña otros modos. Muchos piensan que por situación biológica han vivido, pero no han derivado esa situación desde la autonomía. Los pueblos originarios, además de estar alineados en situaciones más graves, somos los pueblos que mantenemos esa naturaleza, más allá de que los avances tecnológicos nos permiten una mejor comunicación, por ejemplo. Las generaciones que estamos en este sistema no estamos pasando por situaciones de pensamiento de vida, sino por un programa sistematizado de poder, que es la confusión máxima que suspende la libertad de las personas.

Siguiendo en esta línea, Huamani destacó la importancia de enfocarse en los ritmos de vida y los vínculos entre las personas, y puso un ejemplo referido a las costumbres propias de los pueblos originarios: “Es algo que se puede aplicar también en la medicina, comparándola con una planta que nos acompaña ante cualquier patología, pero que también tiene la función de aportar en la prevención. Es decir, te cura, pero también nos alerta sobre la importancia de cuidarnos. Las plantas están presentes en las comunidades, que son las que usamos para las medicinas”, sostuvo.