La alfombra verde del miniestadio “Blas ‘Pachacho’ Mariscotti” recibió bien temprano a los niños de las escuelas de fútbol de los locales y Centro Social de Las Higueras.
Sorpresa. Más de un centenar de personas rodeando el rectángulo de juego acompañando a los niños, que con sus profesores jugaron durante una hora a ser los “grandes” protagonistas.
Esa misma inocencia del aprendizaje del juego se observó cuando ya el árbitro saltó al campo de juego y desde 2011 hasta 2007 se sucedieron cinco horas de acción en el campo de juego.
La final del año pasado en 2010 se repitió, y esta vez Renato Cesarini marcó claras diferencias en el juego y en las individualidades.
En las categorías más chicas -2011 y 2010- se pudo observar talentos de proyecto de jugadores que, si no son apurados por la competencia misma, pueden llegar a ser jugadores de fútbol en el futuro.
Las instalaciones diseñadas por el arquitécto del fútbol que fue “Pachacho” hoy son transitadas por más de 600 niños, jóvenes y mayores desde primera división hasta la escuela de fútbol. Santiago Mariscotti, el presidente del club, mira cómo crece y crece la entidad, enclavada en el sector sur del barrio Pueblo Alberdi.
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