Por eso desde el gobierno provincial se retomó el reclamo por dos temas centrales: retenciones y biocombustibles, que intentarán tener una estrategia similar con un trabajo legislativo en el Congreso.
El proyecto de Biocombustibles ya está en Diputados, aunque con tránsito más lento del que se esperaba por contar con el respaldo de una decena de provincias. Con los derechos de exportación se intentará también contar con una base amplia para elaborar una propuesta que vaya al Congreso.
“Es una inquietud y una preocupación que venimos teniendo y en la que el gobernador Llaryora insiste desde hace tiempo. Y desde el momento mismo en que se hizo cargo de la gestión lo ha tratado de poner en agenda, hablando con los sectores y no naturalizándolo. O sea, ahora hay un contexto en el que se plantea la baja de impuestos y uno de los más gravosos que tiene el sector productivo son las retenciones. Y eso me parece que requiere, fundamentalmente, una visión mucho más fuerte, más acordada entre el sector privado y el público para tratar de que los representantes de los productores o de la gente que vive en provincias productoras, como el caso nuestro de Córdoba, pero también Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Santiago del Estero, La Pampa, podamos ir hacia una normativa que avance fundamentalmente en algo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo, y es que desaparezcan las retenciones. Obviamente se lo tiene que hacer de una manera gradual, y en eso estamos trabajando”, remarcó Busso.
¿Es un trabajo similar al que se hizo con biocombustibles? ¿Empezar desde abajo, juntando masa crítica, e impulsar un proyecto en el Congreso con respaldo de varias provincias?
Exacto. Y estamos muy cerca porque hay un acuerdo amplio. Es un impuesto tan penalizante para la producción, y más en un momento donde, sobre todo en la parte agrícola, está muy complicado. Salió en estos días una nota de un dirigente agropecuario que decía que es el momento oportuno porque están dadas distintas condiciones. Primero la necesidad, porque el negocio está haciendo agua por todos lados, pero por el otro lado porque hay una voluntad política en los sectores que gobiernan y en la gran mayoría de los diputados y senadores de esta región. Por eso me parece que hay que trabajarlo y no hay que ser demagógico, hay que ser racional.
¿Cómo sería?
Siempre dijimos que en el caso de la soja, que tiene retenciones del 33% bruto de lo que se produce, vayamos con un programa de desgravación a 5 o 6 años, que sería un periodo más o menos racional para tratar de no perjudicar la macroeconomía. Porque desde Córdoba creemos que las retenciones y la ley de biocombustible son dos ejes centrales que estamos impulsando y que son fundamentales si queremos realmente generar un modelo productivo.
¿La discusión por el presupuesto puede ser un ámbito para dar esa discusión?
Sí, puede ser, porque además hoy el presidente está planteando esto de bajar impuestos. Y hablamos de un sector que realmente está haciendo un aporte extraordinario, que no tiene RIGI, no tiene ningún tipo de incentivos, es un sector que solamente pone. Me parece que habría que, por lo menos, discutir en serio para darle señales más claras a un sector productivo que viene, insisto, poniéndole el hombro hace más de 20 años al país. El presupuesto es un ámbito de discusión, de consenso, que me parece que puede generar un espacio para poder discutir estos temas. Ojalá que se pueda dar. Hay que hacerlo sin ningún tipo de ataduras, sin ningún tipo de prejuicios, pensando fundamentalmente que con esto no se sacan recursos del Estado Nacional, al contrario, se pone mucho más virtuoso un esquema productivo, porque cuando uno saca retenciones, atrás de eso hay inversión, hay trabajo, y por lo tanto hay otros impuestos que se pueden recaudar.
Hablando de presupuesto, en las reuniones que tuvieron con los dirigentes del agro cordobés, ¿hablaron del presupuesto provincial 2025, impuestos para el agro particularmente?
La reunión fue la continuidad de charlas que venimos teniendo periódicamente con todos los sectores. En este caso fue con la Mesa de Enlace provincial. Y allí el eje central fueron retenciones y biocombustibles. En el tema impositivo provincial, el Impuesto Inmobiliario Rural vuelve en un 90% al sector a través del Fondo de Desarrollo Agropecuario. La verdad que la Provincia en sí no tiene una actitud recaudatoria desde el punto de vista de usarlo para otros fines, y en ese sentido queremos ser lo más racional posible. Allí están los consorcios camineros, los consorcios canaleros, los consorcios de conservación del suelo, la seguridad rural, y también el financiamiento de caminos rurales mejorados, sean pavimentados o enripiados. Estamos tratando de tener una actitud lo más racional posible, sabiendo que el mayor peso que tienen los productores lo tienen precisamente a partir de las retenciones. Cuando un productor paga el impuesto inmobiliario y las retenciones, hay una diferencia abismal. En el impuesto inmobiliario paga 50 kilos de soja por hectárea. Ese mismo productor, este año, pagó 1.500 kilos de soja por hectárea en retenciones. Por eso me parece que vale la pena discutir en serio el tema de retenciones, que es algo absurdo, y que todos los gobiernos estuvieron muy cómodos con esto, porque son recursos fáciles de recaudar, y quedan todos en el Estado Nacional. Bueno, es hora de sincerar, como se han sincerado muchas cosas, también es hora de sincerar la presión tributaria del sector productivo.