Rivadavia superó una prueba exigente, llena de presiones, y aunque no podrá relajarse, llega al clásico en la última fecha clasificado y en la punta de la zona Sur.
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Rivadavia se hace respetar
Su cancha es una fortaleza inexpugnable. Ayer venció al campeón Atlético Ticino 2-0 con goles de Jorge Martino y Jonathan Zabala. Le arrebató el liderazgo. El único aspecto negativo fue la expulsión de Tobías Ripa
Consiguió ese doble objetivo ayer, cuando arrancó la fecha en el tercer lugar (puesto a evitar para no enfrentar a Alem), recibió al campeón en su cancha, donde se hizo respetar de idéntica forma que en los partidos anteriores del actual torneo. Hoy está primero.
Es su refugio, una fortaleza inexpugnable, y lo ratificó. Ayer le ganó 2-0 al campeón Atlético Ticino y le arrebató la punta.
“Chacho” Peñaloza armó un equipo fiel a su estilo, aunque con pocos nombres y varios pibes (así se lo pidieron los dirigentes). De atrás hacia adelante, con orden y firmeza defensiva, para que a ese gigante que es Marcelo Berardo le lleguen poco (el “1” responde siempre). No regala espectáculos brillantes, pero es duro. Ganó bien ante un rival que “pinta bien”, más allá que ayer no logró disimular las ausencias de Ayrton Páez, Juan Bianchi y Jonatan Silva.
Mérito del “verde”, que se paró con autoridad en su cancha, y le hizo sentir el partido y las ausencias. Lo friccionó en el medio, le peleó la tenencia con Gozzerino como eje, y Martino como aliado. si bien Becchero y Maldonado se las ingeniaron corriendo para dar batalla formando un triángulo con Bertola, y saliendo rápido con Bergese o Acosta, quienes por muchos pasajes del primer tiempo hicieron olvidar al “verde” que juega con dos “10” por los costados: Javier Demarchi y Zabala.
Para Rivadavia el partido no pasaba por la refriega, sino por no dejar unir circuitos a los volantes con Marín y Tóffolo, que se toparon con una defensa férrea del “verde”, que se mostró sólida, y a la que sólo inquietó con el desequilibrio de Tóffolo, quien con un par de desbordes envió centros para Acosta (palomita) y Marín (mediavuelta), que se toparon ante un muy seguro Berardo.
Poco para ganar. Tampoco le alcanzaría a Rivadavia para justificar el 1-0 que se llevó al entretiempo, pero Bendazzi aguantó bien la pelota arriba, y le permitió a Gozzerino gestar dos situaciones abasteciendo a Bustos primero por derecha, y a Zabala (tuvo la más clara) por izquierda, pero Rodríguez mostró sus reflejos. El 0-0 le quedaba bien al duelo, porque Ticino llegó un par de veces más, pero no alcanzó con el juego aéreo de Monje para desnivelar (por abajo desvió su chance), ni con el olfato de Marín (desvió la suya).
Había que romper el molde. Y lo hizo Jorge Martino, que se batió a duelo con sus ex compañeros campeones, y al igual que en Ticino, cumplió “la ley del ex”. Recuperó una bala perdida, tras un tiro libre de Gozzerino, y amagó con rematar al arco, pero enganchó y tras hacer pasar de largo de dos rivales en el área, con enorme calidad cruzó el balón contra el palo izquierdo. 1-0 (43’). Obra de arte.
Un gol que cambió todo. Es que le quitó presión al “verde”, y lo llenó de obligaciones y de dudas a un Ticino que había realizado un buen papel, pero después de sentir el roce, empezó a sentir las ausencias a partir del 0-1.
En cambio, Rivadavia se energizó, y lo que parecían muchos recaudos, se transformaron en recursos legítimos para defender el triunfo lejos del arco. Con cierta posesión, y más espacios, Jonathan Zabala se encargó de estirar diferencias. Recibió de Martino, y encaró dos veces. La primera se le ensució, retrocedió y arrancó de nuevo, para no detenerse más.
Superó 3 adversarios y desparramó a Rodríguez para convertir un golazo y sentenciar la suerte del campeón. 2-0 (7’). Golazo. Justo a tiempo. Un gol en el final de la etapa, y uno en el inicio del complemento, para no dejar dudas, que aquel 0-0 que parecía parejo, ya tenía un legítimo ganador.
Es que no hubo respuestas en Atlético Ticino. Ni sanguíneas, ni futbolísticas. El gol acabó con todas sus ilusiones, y adelantarse sólo permitió que Rivadavia quedara dos veces de cara al tercer gol, cuando Gozzerino asistió a Bustos, que eligió frenarse de golpe, enganchar y definir, pero Rodríguez se lució al tapar (13’). Luego Zabala intentó sorprender al arquero, pero respondió (17’).
Estaba cerca de golear el “verde” ante un rival abatido tras los dos impactos recibidos. Sin embargo, no todo le salió redondo a Rivadavia, porque Ripa cometió dos errores. Primero intentó que el árbitro le sancionara una falta en ataque al caer y tomar el balón con las manos. Aunque el juez Carranza (de buena labor) se lo perdonó, fue implacable al mostrarle la tarjeta roja directa cuando a continuación derribó a Bertola (el árbitro hizo señas con los pies hacia adelante, como aclarando el “planchazo”).
No hubo mala intención, sino que en su inexperiencia, Ripa (hasta allí de impecable partido) procuró con un error tapar otro anterior (cortar la contra), y en un minuto fatal se fue a las duchas por malas decisiones. Nada cambió.
Fue el único aspecto negativo para el “verde”, que se protegió con Vincenti como central (suplantó a Martino, y Gozzerino se las arregló solo como 5, para dejar en claro que fue el mejor de la cancha, para en el final recibir el apoyo de Requena para contener).
Nunca corrió riesgo el triunfo. Atlético Ticino apostó por dos pibes traviesos, que prometen, pero necesitan más rodaje (Favalli y Giacri), y luego adelantó a Monje para empujar (terminó con Cavaglia como líbero, y Silva como stopper junto a Bettiol “tomando la lanza”). No hubo ni señales de humo que interpretaran y conectaran al equipo con Tóffolo, que se fue apagando como la ilusión del campeón, que se bajó de la punta.
Se la arrebató Rivadavia, que se hace respetar en su cancha. Y ya está entre los 8 mejores del torneo.
Síntesis del partido
Rivadavia 2 - 0 Atlético Ticino
Rivadavia: Marcelo Berardo (6); Maximiliano Demarchi (7), Tomás Lorca (6), Tobías Ripa (4) y Joaquín Pereyra (6); Javier Demarchi (5), Jorge Martino (7), Franco Gozzerino (7) y Jonathan Zabala (7); Maximiliano Bustos (6) y Matías Bendazzi (6). DT: Jorge Peñaloza.
Atlético Ticino: Emiliano Rodríguez (6); Matías Bettiol (5), Matías Silva (5) y Lautaro Monje (6); Elías Acosta (6), Delmo Becchero (5), Juan Maldonado (5) y Javier Bergese (7); Gonzalo Bertola (5); Facundo Marín (5) y Maximiliano Tóffolo (6). DT: Germán Vicario.
Goles: P.T. 43’ Jorge Martino (R). S.T. 7’ Jonathan Zabala (R).
Cambios: S.T. 22’ Andrés Vincenti por Martino (R); 25’ Martín Giacri y Lucas Favalli por Maldonado y Marín (AT); 38’ Silvio Cavaglia por Becchero (AT); y 39’ Ignacio Requena por Zabala (R).
Suplentes: Matías Moreno, Kevin Bolobanich y Leandro Aris (R); y Agustín Cativelli y Gaspar Becchero (AT).
Expulsado: S.T. 20’Ripa (R).
Amonestados: Lorca y Requena (R); y Acosta, Becchero y Giacri (AT).
Árbitro: Alvaro Carranza.
Asistentes: Marcelo Salguero y Martín Ludueña.
Cuarto juez: Lucas Brasavente.
Reserva: Rivadavia 0 - Atlético Ticino 0.
Estadio: Rivadavia.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María
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Es su refugio, una fortaleza inexpugnable, y lo ratificó. Ayer le ganó 2-0 al campeón Atlético Ticino y le arrebató la punta.
“Chacho” Peñaloza armó un equipo fiel a su estilo, aunque con pocos nombres y varios pibes (así se lo pidieron los dirigentes). De atrás hacia adelante, con orden y firmeza defensiva, para que a ese gigante que es Marcelo Berardo le lleguen poco (el “1” responde siempre). No regala espectáculos brillantes, pero es duro. Ganó bien ante un rival que “pinta bien”, más allá que ayer no logró disimular las ausencias de Ayrton Páez, Juan Bianchi y Jonatan Silva.
Mérito del “verde”, que se paró con autoridad en su cancha, y le hizo sentir el partido y las ausencias. Lo friccionó en el medio, le peleó la tenencia con Gozzerino como eje, y Martino como aliado. si bien Becchero y Maldonado se las ingeniaron corriendo para dar batalla formando un triángulo con Bertola, y saliendo rápido con Bergese o Acosta, quienes por muchos pasajes del primer tiempo hicieron olvidar al “verde” que juega con dos “10” por los costados: Javier Demarchi y Zabala.
Para Rivadavia el partido no pasaba por la refriega, sino por no dejar unir circuitos a los volantes con Marín y Tóffolo, que se toparon con una defensa férrea del “verde”, que se mostró sólida, y a la que sólo inquietó con el desequilibrio de Tóffolo, quien con un par de desbordes envió centros para Acosta (palomita) y Marín (mediavuelta), que se toparon ante un muy seguro Berardo.
Poco para ganar. Tampoco le alcanzaría a Rivadavia para justificar el 1-0 que se llevó al entretiempo, pero Bendazzi aguantó bien la pelota arriba, y le permitió a Gozzerino gestar dos situaciones abasteciendo a Bustos primero por derecha, y a Zabala (tuvo la más clara) por izquierda, pero Rodríguez mostró sus reflejos. El 0-0 le quedaba bien al duelo, porque Ticino llegó un par de veces más, pero no alcanzó con el juego aéreo de Monje para desnivelar (por abajo desvió su chance), ni con el olfato de Marín (desvió la suya).
Había que romper el molde. Y lo hizo Jorge Martino, que se batió a duelo con sus ex compañeros campeones, y al igual que en Ticino, cumplió “la ley del ex”. Recuperó una bala perdida, tras un tiro libre de Gozzerino, y amagó con rematar al arco, pero enganchó y tras hacer pasar de largo de dos rivales en el área, con enorme calidad cruzó el balón contra el palo izquierdo. 1-0 (43’). Obra de arte.
Un gol que cambió todo. Es que le quitó presión al “verde”, y lo llenó de obligaciones y de dudas a un Ticino que había realizado un buen papel, pero después de sentir el roce, empezó a sentir las ausencias a partir del 0-1.
En cambio, Rivadavia se energizó, y lo que parecían muchos recaudos, se transformaron en recursos legítimos para defender el triunfo lejos del arco. Con cierta posesión, y más espacios, Jonathan Zabala se encargó de estirar diferencias. Recibió de Martino, y encaró dos veces. La primera se le ensució, retrocedió y arrancó de nuevo, para no detenerse más.
Superó 3 adversarios y desparramó a Rodríguez para convertir un golazo y sentenciar la suerte del campeón. 2-0 (7’). Golazo. Justo a tiempo. Un gol en el final de la etapa, y uno en el inicio del complemento, para no dejar dudas, que aquel 0-0 que parecía parejo, ya tenía un legítimo ganador.
Es que no hubo respuestas en Atlético Ticino. Ni sanguíneas, ni futbolísticas. El gol acabó con todas sus ilusiones, y adelantarse sólo permitió que Rivadavia quedara dos veces de cara al tercer gol, cuando Gozzerino asistió a Bustos, que eligió frenarse de golpe, enganchar y definir, pero Rodríguez se lució al tapar (13’). Luego Zabala intentó sorprender al arquero, pero respondió (17’).
Estaba cerca de golear el “verde” ante un rival abatido tras los dos impactos recibidos. Sin embargo, no todo le salió redondo a Rivadavia, porque Ripa cometió dos errores. Primero intentó que el árbitro le sancionara una falta en ataque al caer y tomar el balón con las manos. Aunque el juez Carranza (de buena labor) se lo perdonó, fue implacable al mostrarle la tarjeta roja directa cuando a continuación derribó a Bertola (el árbitro hizo señas con los pies hacia adelante, como aclarando el “planchazo”).
No hubo mala intención, sino que en su inexperiencia, Ripa (hasta allí de impecable partido) procuró con un error tapar otro anterior (cortar la contra), y en un minuto fatal se fue a las duchas por malas decisiones. Nada cambió.
Fue el único aspecto negativo para el “verde”, que se protegió con Vincenti como central (suplantó a Martino, y Gozzerino se las arregló solo como 5, para dejar en claro que fue el mejor de la cancha, para en el final recibir el apoyo de Requena para contener).
Nunca corrió riesgo el triunfo. Atlético Ticino apostó por dos pibes traviesos, que prometen, pero necesitan más rodaje (Favalli y Giacri), y luego adelantó a Monje para empujar (terminó con Cavaglia como líbero, y Silva como stopper junto a Bettiol “tomando la lanza”). No hubo ni señales de humo que interpretaran y conectaran al equipo con Tóffolo, que se fue apagando como la ilusión del campeón, que se bajó de la punta.
Se la arrebató Rivadavia, que se hace respetar en su cancha. Y ya está entre los 8 mejores del torneo.
Síntesis del partido
Rivadavia 2 - 0 Atlético Ticino
Rivadavia: Marcelo Berardo (6); Maximiliano Demarchi (7), Tomás Lorca (6), Tobías Ripa (4) y Joaquín Pereyra (6); Javier Demarchi (5), Jorge Martino (7), Franco Gozzerino (7) y Jonathan Zabala (7); Maximiliano Bustos (6) y Matías Bendazzi (6). DT: Jorge Peñaloza.
Atlético Ticino: Emiliano Rodríguez (6); Matías Bettiol (5), Matías Silva (5) y Lautaro Monje (6); Elías Acosta (6), Delmo Becchero (5), Juan Maldonado (5) y Javier Bergese (7); Gonzalo Bertola (5); Facundo Marín (5) y Maximiliano Tóffolo (6). DT: Germán Vicario.
Goles: P.T. 43’ Jorge Martino (R). S.T. 7’ Jonathan Zabala (R).
Cambios: S.T. 22’ Andrés Vincenti por Martino (R); 25’ Martín Giacri y Lucas Favalli por Maldonado y Marín (AT); 38’ Silvio Cavaglia por Becchero (AT); y 39’ Ignacio Requena por Zabala (R).
Suplentes: Matías Moreno, Kevin Bolobanich y Leandro Aris (R); y Agustín Cativelli y Gaspar Becchero (AT).
Expulsado: S.T. 20’Ripa (R).
Amonestados: Lorca y Requena (R); y Acosta, Becchero y Giacri (AT).
Árbitro: Alvaro Carranza.
Asistentes: Marcelo Salguero y Martín Ludueña.
Cuarto juez: Lucas Brasavente.
Reserva: Rivadavia 0 - Atlético Ticino 0.
Estadio: Rivadavia.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María