No le encontrarán explicación lógica, porque el fútbol no se guía por la lógica. Tampoco análisis. Ni pregunten si fue justo, porque no es un deporte justo el fútbol.
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River Plate de los milagros
Cuando el juez adicionó 5’ y Nahuel Franco convirtió para Argentino, era un “entierro”. Pero lo levantó García, y con una estupenda definición de Enzo Bertholet, el “millo” de Víctor Bengoa empató 1-1. Histórica clasificación
En cambio, atrévase a creer cuando le digan que en el fútbol existen los milagros, y nunca está dicha la última palabra. Benditas sean las alegrías de los pobres.
De vez en cuando la vida... El humilde River de Víctor Bengoa escribió una página histórica al clasificar a cuartos de final ayer al empatar 1-1 agónicamente el cotejo de la última fecha ante Argentino.
No fue histórico porque lo consiguió en el final del partido, sino porque el “millonario” nunca pudo clasificar en los torneos cortos modernos, creados desde 2010, cuando logró el ascenso al coronarse campeón de la “B”, pero justo se unificó las categorías.
Ayer, cuando a los 47’ Nahuel Franco convirtió el gol, estaba enterrado en su propio “Pozo”. Pero el milagro se consumó a los 49’, cuando una patriada de García (la figura de la cancha) terminó en el gol del empate de Enzo Bertholet.
Así de sufrida es la vida de River, que el domingo confirmó que jugaría ante Argentino (ambos elencos de Villa María) en Arroyo Algodón porque “El Pozo” estaba anegado.
Pero ayer la policía le avisó 4 horas antes de abrir la cancha (9.30) que no le podía enviar adicionales. José “Titino” Barrionuevo movió cielo y tierra porque “hicimos todo para jugar. Hacía 3 días que estaba la bomba sacando agua de la cancha. Cuando la Policía me dijo que no me podían enviar adicionales a Algodón y sí al Pozo, le dije la verdad al presidente Claudio Martínez. Había mucho barro y hasta charcos, pero quería jugar el partido, y sólo tenía mi cancha como opción. No fue verso, fue un esfuerzo increíble, y por suerte no fue en vano. Clasificar es el broche de oro a tanto esfuerzo que hacemos en River”.
Emocionado, el presidente graficó lo mucho que sufre River día tras día para sobrevivir y participar en la Liga. Lo que nunca imaginó era lo que sufriría para clasificar.
En el lodo del impresentable piso de “El Pozo” (las reservas jugaron sólo 40 minutos para preservarlo), Argentino jugó y River sufrió.
Los pibes de Christian Romero no tenían nada para perder, y tan diezmados como eliminados, soltaron su fútbol sagrado y desfachatado en el barro del “millonario”.
Para River, el empate era todo. La clasificación era el oro y el barro, y la debía lograr como sea. Así fue.
Argentino jugó en el barro con pibes atrevidos de su semillero, con “Lana” Díaz guiando para encontrar el mejor camino al arco de Garofani. Se hacía muy difícil jugar en el barro. Hasta era difícil estar parado en ese piso casi sin césped, que debajo de tanto lodo, es duro como el cemento. Pero lo intentó.
River tenía que sacarla, como fuera. Y el nerviosismo lo condicionaba tanto como el campo de su Pozo para cambiar de planes. No fue el mejor plan, porque River clasificó porque supo a qué jugar cada partido, pero ayer no jugó.
Argentino no pudo, y River quiso, no escapó ni de su nerviosismo, ni de su plan austero. Las situaciones generadas por juego fueron del “lobo”, pero Calderón perdió con Garofani (tras centro de Franco); Díaz elevó tras doble pared con Candiotto; quien luego recibió una asistencia de Larghi (tras gran maniobra personal) pero García salvó milagrosamente.
Argentino, con tantos pibes de buen pie y tantas bajas, manejó mucho más y mejor el balón, pero cometió errores gruesos en el retroceso, que le permitieron a River llegar claro. Alaniz se encargó de frustrar el gol de la tranquilidad que el “millonario” requería. Primero un cabezazo a López, luego un mano a mano a Chiotti, más tarde el “1” voló hacia atrás para quedarse en la línea con el balón que Genaro había definido tras centro de Chiotti, y finalmente López elevó desde la medialuna.
River entendió recién en el complemento que debía ser protagonista en su cancha, y salió de su encierro para clasificar. No cambió su esquema, pero sí su actitud. A los 5’ ya había soltado a Ferreyra a posición ofensiva (nunca había proyectado a sus laterales en la etapa inicial), y aunque desvió al igual que “Puma” Rodríguez, instalar al defensor y al volante central en posición de tiro, demuestra que era otra la intención.
Se atrevió a más, y Argentino al agregar a Carrera y Centeno (con claras características ofensivas) por Barbieri (lesionado) y Cacciavillani, perdió recuperación y quedó expuesto. A todo o nada.
River entendió que debía leer el partido nuevamente. Arriesgar sólo lo necesario ante un rival muy jugado a buscar el gol que se les negaba. Rearmó el 4-4-2 con López más como doble 5 junto a Rodríguez, y apostó al veloz Matías Alvarez para acompañar a Genaro.
Argentino chocó con la muralla que García armó con Marín, con dos laterales que dieron el alma y cuatro volantes que se corrieron un pueblo para sostener el 0-0.
Los pibes de Argentino corrieron más de lo que jugaron y aunque reclamaron un par de penales que no les sancionaron (la mano de Ferreyra pareció más evidente que la falta posterior contra Candiotto), la expulsión de Claudio Díaz por supuesta agresión a Bertholet (codazo dijo el árbitro) desató una gresca. El cotejo estuvo detenido 5’, y el juez expulsó a Centeno y Calderón (A); Moyano, Marín y Genaro (R) por tumulto y agresiones.
Al reanudarse, Alaniz le tapó un mano a mano a Alvarez, y López le “regaló” el balón en el rebote. Se iba el partido, pero Nahuel Franco probó desde lejos y la bala perdida ingresó por debajo del cuerpo de Garofani (47’). García levantó del entierro a su equipo, lo cargó en sus hombros y lo llevó al área rival. Bertholet lo “resucitó” con disparo a la derecha (49’). Milagro. A veces el fútbol regala estas emociones.
Síntesis del partido
River Plate 1 - 1 Argentino
River Plate: Matías Garofani (5); Mayco Arce (5), Cristhian García (8), Lautaro Marín (4) y Mayco Ferreyra (7); Enzo Bertholet (6), Nicolás Rodríguez (7), Julián López (6) y Maximiliano Tissera (7); Jonas Chiotti (5) y Joaquín Genaro (4). DT: Víctor Bengoa.
Argentino: Dante Alaniz (7); Nahuel Franco (6), Francisco Barbieri (5), Tomás Cacciavillani (5) y Horacio Busso (5); Benjamín Martínez (6), Alexander Vieyra (5), Gonzalo Larghi (7) y Claudio Díaz (4); Isaias Candiotto (7) y Matías Calderón (4). DT: Christian Romero.
Goles: S.T. 47’ Nahuel Franco (A); y 49’ Enzo Bertholet (RP).
Cambios: P.T. 40’ Diego Carrera (6) por Barbieri (A). S.T. 6’ Alexander Centeno por Cacciavillani (A); 19’ Matías Alvarez por Chiotti (RP); 37’ Pedro Berazategui por Busso (A); 40’ Mayco Sánchez por López (RP); y 47’ Matías Sánchez por Ferreyra (RP).
Suplentes: Martín Morales y Damián Moyano (RP); y Federico Nickel y Leandro Gómez (A).
Expulsados: S.T. 25’ Díaz, Centeno y Calderón (A); y Moyano, Marín y Genaro (RP).
Amonestados: García, López y Arce (RP); y Vieyra, Busso, Centeno, Franco y Alaniz (A).
Árbitro: Carlos Guzmán.
Asistentes: Gonzalo Corzo y Mario Oyola.
Cuarto juez: Luciano Racca.
Reserva: River Plate 1 - Argentino 0.
Estadio: River Plate.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María
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De vez en cuando la vida... El humilde River de Víctor Bengoa escribió una página histórica al clasificar a cuartos de final ayer al empatar 1-1 agónicamente el cotejo de la última fecha ante Argentino.
No fue histórico porque lo consiguió en el final del partido, sino porque el “millonario” nunca pudo clasificar en los torneos cortos modernos, creados desde 2010, cuando logró el ascenso al coronarse campeón de la “B”, pero justo se unificó las categorías.
Ayer, cuando a los 47’ Nahuel Franco convirtió el gol, estaba enterrado en su propio “Pozo”. Pero el milagro se consumó a los 49’, cuando una patriada de García (la figura de la cancha) terminó en el gol del empate de Enzo Bertholet.
Así de sufrida es la vida de River, que el domingo confirmó que jugaría ante Argentino (ambos elencos de Villa María) en Arroyo Algodón porque “El Pozo” estaba anegado.
Pero ayer la policía le avisó 4 horas antes de abrir la cancha (9.30) que no le podía enviar adicionales. José “Titino” Barrionuevo movió cielo y tierra porque “hicimos todo para jugar. Hacía 3 días que estaba la bomba sacando agua de la cancha. Cuando la Policía me dijo que no me podían enviar adicionales a Algodón y sí al Pozo, le dije la verdad al presidente Claudio Martínez. Había mucho barro y hasta charcos, pero quería jugar el partido, y sólo tenía mi cancha como opción. No fue verso, fue un esfuerzo increíble, y por suerte no fue en vano. Clasificar es el broche de oro a tanto esfuerzo que hacemos en River”.
Emocionado, el presidente graficó lo mucho que sufre River día tras día para sobrevivir y participar en la Liga. Lo que nunca imaginó era lo que sufriría para clasificar.
En el lodo del impresentable piso de “El Pozo” (las reservas jugaron sólo 40 minutos para preservarlo), Argentino jugó y River sufrió.
Los pibes de Christian Romero no tenían nada para perder, y tan diezmados como eliminados, soltaron su fútbol sagrado y desfachatado en el barro del “millonario”.
Para River, el empate era todo. La clasificación era el oro y el barro, y la debía lograr como sea. Así fue.
Argentino jugó en el barro con pibes atrevidos de su semillero, con “Lana” Díaz guiando para encontrar el mejor camino al arco de Garofani. Se hacía muy difícil jugar en el barro. Hasta era difícil estar parado en ese piso casi sin césped, que debajo de tanto lodo, es duro como el cemento. Pero lo intentó.
River tenía que sacarla, como fuera. Y el nerviosismo lo condicionaba tanto como el campo de su Pozo para cambiar de planes. No fue el mejor plan, porque River clasificó porque supo a qué jugar cada partido, pero ayer no jugó.
Argentino no pudo, y River quiso, no escapó ni de su nerviosismo, ni de su plan austero. Las situaciones generadas por juego fueron del “lobo”, pero Calderón perdió con Garofani (tras centro de Franco); Díaz elevó tras doble pared con Candiotto; quien luego recibió una asistencia de Larghi (tras gran maniobra personal) pero García salvó milagrosamente.
Argentino, con tantos pibes de buen pie y tantas bajas, manejó mucho más y mejor el balón, pero cometió errores gruesos en el retroceso, que le permitieron a River llegar claro. Alaniz se encargó de frustrar el gol de la tranquilidad que el “millonario” requería. Primero un cabezazo a López, luego un mano a mano a Chiotti, más tarde el “1” voló hacia atrás para quedarse en la línea con el balón que Genaro había definido tras centro de Chiotti, y finalmente López elevó desde la medialuna.
River entendió recién en el complemento que debía ser protagonista en su cancha, y salió de su encierro para clasificar. No cambió su esquema, pero sí su actitud. A los 5’ ya había soltado a Ferreyra a posición ofensiva (nunca había proyectado a sus laterales en la etapa inicial), y aunque desvió al igual que “Puma” Rodríguez, instalar al defensor y al volante central en posición de tiro, demuestra que era otra la intención.
Se atrevió a más, y Argentino al agregar a Carrera y Centeno (con claras características ofensivas) por Barbieri (lesionado) y Cacciavillani, perdió recuperación y quedó expuesto. A todo o nada.
River entendió que debía leer el partido nuevamente. Arriesgar sólo lo necesario ante un rival muy jugado a buscar el gol que se les negaba. Rearmó el 4-4-2 con López más como doble 5 junto a Rodríguez, y apostó al veloz Matías Alvarez para acompañar a Genaro.
Argentino chocó con la muralla que García armó con Marín, con dos laterales que dieron el alma y cuatro volantes que se corrieron un pueblo para sostener el 0-0.
Los pibes de Argentino corrieron más de lo que jugaron y aunque reclamaron un par de penales que no les sancionaron (la mano de Ferreyra pareció más evidente que la falta posterior contra Candiotto), la expulsión de Claudio Díaz por supuesta agresión a Bertholet (codazo dijo el árbitro) desató una gresca. El cotejo estuvo detenido 5’, y el juez expulsó a Centeno y Calderón (A); Moyano, Marín y Genaro (R) por tumulto y agresiones.
Al reanudarse, Alaniz le tapó un mano a mano a Alvarez, y López le “regaló” el balón en el rebote. Se iba el partido, pero Nahuel Franco probó desde lejos y la bala perdida ingresó por debajo del cuerpo de Garofani (47’). García levantó del entierro a su equipo, lo cargó en sus hombros y lo llevó al área rival. Bertholet lo “resucitó” con disparo a la derecha (49’). Milagro. A veces el fútbol regala estas emociones.
Síntesis del partido
River Plate 1 - 1 Argentino
River Plate: Matías Garofani (5); Mayco Arce (5), Cristhian García (8), Lautaro Marín (4) y Mayco Ferreyra (7); Enzo Bertholet (6), Nicolás Rodríguez (7), Julián López (6) y Maximiliano Tissera (7); Jonas Chiotti (5) y Joaquín Genaro (4). DT: Víctor Bengoa.
Argentino: Dante Alaniz (7); Nahuel Franco (6), Francisco Barbieri (5), Tomás Cacciavillani (5) y Horacio Busso (5); Benjamín Martínez (6), Alexander Vieyra (5), Gonzalo Larghi (7) y Claudio Díaz (4); Isaias Candiotto (7) y Matías Calderón (4). DT: Christian Romero.
Goles: S.T. 47’ Nahuel Franco (A); y 49’ Enzo Bertholet (RP).
Cambios: P.T. 40’ Diego Carrera (6) por Barbieri (A). S.T. 6’ Alexander Centeno por Cacciavillani (A); 19’ Matías Alvarez por Chiotti (RP); 37’ Pedro Berazategui por Busso (A); 40’ Mayco Sánchez por López (RP); y 47’ Matías Sánchez por Ferreyra (RP).
Suplentes: Martín Morales y Damián Moyano (RP); y Federico Nickel y Leandro Gómez (A).
Expulsados: S.T. 25’ Díaz, Centeno y Calderón (A); y Moyano, Marín y Genaro (RP).
Amonestados: García, López y Arce (RP); y Vieyra, Busso, Centeno, Franco y Alaniz (A).
Árbitro: Carlos Guzmán.
Asistentes: Gonzalo Corzo y Mario Oyola.
Cuarto juez: Luciano Racca.
Reserva: River Plate 1 - Argentino 0.
Estadio: River Plate.
Edgar Scauso. Redacción Puntal Villa María