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El agro sí rebotó en "V" y evitó que la actividad económica caiga más

El sector creció 82% en junio, después del salto de mayo, que había alcanzado el 101,4%. Por eso el retroceso del 3,9% del Estimador del Indec llegaría casi al 9% si no se tuviera en cuenta al campo y la agroindustria

Hay un contraste fuerte entre lo que ocurre con el sector agropecuario argentino y el resto de las actividades económicas del país en este 2024. Y esa foto quedó expuesta en el último informe publicado por el Indec esta semana en donde se observa que, mientras el promedio de la economía volvió a caer 3,9% en junio, el agro creció ese mismo mes un 82%. Y dado el peso específico del campo en la actividad económica nacional, el bajón general del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae), no fue peor. De hecho, si se quitara del estimador el sector agropecuario, la caída de la economía sería cercana al 9%.

También se sumó la pesca con una mejora del 34,8% y la minería, con un 4,6% positivo.

Entre los de peor desempeño se encuentran dos claves como Construcción (-23,6%) e Industria (-20,4%).

Vale destacar que no es el primer rebote fuerte del agro en la comparación interanual, algo que lo beneficia por tener un espejo muy deprimido por el efecto de la severa sequía que padeció el sector en 2023. Ya en mayo había mostrado un crecimiento fuerte que alcanzó el 101,4%, lo que implica que duplicó el nivel de actividad del año pasado. En abril, mostró un alza del 66%. Luego hay 6 meses previos de crecimiento del agro, siempre en la comparación interanual.

Más atrás, luego de la minería y canteras aparecen Enseñanza y Servicios de Salud como los que más tiempo cumplen en signo positivo. En cuarto lugar aparece el campo.

La actividad minera crece desde abril de 2021, lo que muestra una característica clave de esa actividad y que resulta necesaria para la generación de recursos de forma más previsible: la no estacionalidad y la independencia del contexto climático.

Respecto al agro, hay que recordar que el mayor repunte del año se dio en los meses de mayor movimiento enmarcados en la cosecha gruesa: abril, mayo y junio.

Fueron los mismos meses en los que el año pasado se produjo un derrumbe que fue del 40,6%, 49,6% y 44,9% respectivamente.