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Con la apertura del turismo, los hoteles locales buscan atravesar un duro 2020

Desde la cámara sectorial sostienen que en estos 8 meses la actividad ha sido prácticamente nula. Dicen que, con el calendario de la Provincia, tienen un horizonte de certidumbre. Hubo tres cierres durante la pandemia

Después de confirmarse la habilitación progresiva de la actividad turística dentro de la provincia, los hoteleros locales confían en que ese calendario ya definido ayude al sector a superar el trance de un durísimo 2020. En tal sentido, esperan que de a poco se reactive el movimiento que alimenta el alojamiento en la ciudad, más vinculado a lo laboral que al ocio en sí mismo.

De acuerdo al plan del gobierno provincial, desde pasado mañana se habilitará la circulación interdepartamental y los propietarios podrán visitar sus casas de verano.

En tanto, el 4 de diciembre se abrirá el turismo a nivel provincial, el 18 de ese mes se autorizará a los dueños con domicilios en otras provincias a ingresar a sus residencias ubicadas en Córdoba, y el 1° de enero se habilitará la temporada de verano a nivel nacional e internacional.

“Creemos que, a partir de esto, habrá más movimiento, sobre todo desde el mes que viene. Habrá más previsibilidad para el turismo de paso y con fines laborales, en lo que atañe a Río Cuarto”, señaló la presidenta de la Cámara de Hoteleros de Río Cuarto, Laura Rivera, en diálogo con Puntal.

En este marco, la empresaria sostuvo que, con el cronograma ya establecido, el sector tiene ahora como principal objetivo recuperar aunque sea una pequeña parte del terreno perdido durante un 2020 muy duro.

“Esperamos recuperar algo y acercarnos aunque sea un poco al promedio histórico de ocupación, para equilibrar pasivos que se han generado este año. Nosotros tenemos un promedio anual del 30 al 40 por ciento de ocupación, y una media de 1,7 noches de pernocte en la ciudad”, detalló Rivera.

“Venimos con ocupación casi nula”

Desde el 20 de marzo a esta parte, unos pocos hoteles de la ciudad tuvieron un mínimo de ocupación albergando a los trabajadores del COE, personas aisladas por Covid-19 y personal esencial.

“Fue mínimo. La ocupación fue prácticamente nula, porque la gente ni siquiera venía de los pueblos de la zona, que para nosotros es importante”, explicó Rivera.

“Veníamos trabajando con personal esencial, y hace más de 20 días que se flexibilizaron los controles en las rutas y esto abrió un poco el panorama. Y ahora esperamos un poco más de movimiento, con la posibilidad de visitar casas y cabañas para los dueños de esas propiedades”, apuntó.

Aperturas

En otro orden, detalló que, en la actualidad, ya hay varios hoteles abiertos en Río Cuarto, aunque otros como el Howard Johnson, Crillón y otros todavía siguen cerrados.

“El gran cambio es la previsibilidad, porque ya se conocen las fechas y las habilitaciones progresivas. Los anuncios con respecto a las facilidades para el pago de impuestos, Epec y otros son importantes. El pasivo de nuestro sector es muy grande, la situación general es gravísima y esto ayuda a continuar”.

Con respecto a la temporada de veraneo, Rivera se mostró cauta en cuanto a las expectativas, dado que hay muchos factores que entrarán en juego para definir el comportamiento de los turistas.

“Habrá que esperar para saber a quién le ha quedado dinero para salir de vacaciones, después de un año como el 2020. Pero los colegas de las sierras tienen muchas y muy buenas expectativas”, señaló Rivera.

Por otro lado, Rivera resaltó que la temporada depende por igual de la vacuna y de la responsabilidad social. “Todos tenemos que adaptarnos a esto que estamos viviendo que es la pandemia”, sostuvo.

Tres hoteles cerraron durante la pandemia

Desde el 20 de marzo y hasta ahora, el parate de la actividad del sector provocó el cierre de tres hoteles de la ciudad. No pudieron zafar de los efectos negativos de las medidas sanitarias dispuestas en todo el país para contener la expansión del Covid-19. Más allá de esto, en la mayoría de los casos todavía no hay certezas sobre si pueden o no reabrir sus puertas como espacios de alojamiento.

El primero y el más emblemático en bajar las persianas fue el Hotel Ópera, algo que se conoció sobre final de julio de este año.

Sin embargo, no fue el único caso, porque luego le siguieron el Hotel San Antonio, cuyas instalaciones serían utilizadas para otros fines y el Hotel Sol, ubicado en la ruta 8, camino a Holmberg, del cual por ahora se desconoce qué futuro le espera.