La intención era compartir una charla, unos mates, antes de irse. Sucede siempre, cada vez que vuelve, para luego volver a irse. No abordarlo en los primeros días, dejarlo que llene los ojos y los pulmones con horizontes y aires de su tierra natal, el corazón se inunde de afectos, de amigos, y entonces sí, después de esos días, hablar y Franco Jara habla, se confiesa, se entusiasma.
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Unos mates con Franco Jara
Al delantero le faltan tres goles para ser el máximo artillero en la historia del Pachuca. En septiembre se cumplirán cuatro años de su llegada al fútbol mexicano. Un repaso por los mejores momentos, el presente y el futuro
Transmite un enorme orgullo de haber tenido ilusiones, pero sobre todo siente orgullo por no haber dejado ni un día de tratar de cumplirlas.
No hay necesidad de preguntas preestablecidas, ni de apuntes, ni grabadores.
-Me vuelvo con el entusiasmo que se necesita para encarar un nuevo desafío, cada temporada lo representa. Pachuca es un grande del fútbol de México y exige que sus futbolistas entreguen todo, porque siempre hay que ir por triunfos que pongan al club en el lugar que merece estar.
-¿En la cabeza del futbolista qué lugares ocupan el pasado, el presente y el futuro?
-Están bien diferenciados. Mucho tiene que ver cómo ha sido ese pasado. Si allí hubo títulos, alegrías, se instalan, no se van nunca, y casi siempre esos recuerdos vuelven mejorados.
El presente es el estadío en el que el futbolista debe concentrarse, porque en ese presente está gran parte de lo que puede venir en el futuro, goles, triunfos, títulos, mejores ingresos.
Ser responsable en el presente es mejorar el futuro, si entreno bien, me alimento bien, estoy concentrado, seguro que en ese porvenir habrá alegría. Pero con el fútbol es un deporte colectivo para que los objetivos se cumplan es necesario que la mayoría del plantel piense de la misma manera.
-¿Se realizó el mismo estudio médico que Ignacio Scocco dio a conocer en la prensa?
-Sí, porque lo consideré necesario. Quizá a los 23 años no pensaba de la misma manera, pero hoy que superé los 30 uno se da cuenta que el futbolista siempre tiene que invertir en su carrera, aún cuando en el club que juega, en este caso Pachuca, tenga nutricionistas, médicos, kinesiólogos, psicólogos de primer nivel y todo a disposición. El cuerpo es la herramienta del futbolista, un desgarro puede dejarte afuera de varios partidos importantes. Entonces, todo lo que sume bienvenido sea. Ese estudio es de un grupo médico español, que mediante un hisopado de saliva te brinda un estudio completísimo de tu cuerpo. Allí está todo, la actualidad de tu físico, qué te sugieren comer, cómo y cuándo. Qué comidas son necesarias y de qué manera deben ser cocidas, las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Muchas de estas cuestiones uno ya las sabe por los médicos del club y otras las descubrís en un trabajo que consta de unas 300 páginas.
-¿Llega bien al inicio de la pretemporada, entonces?
-Estupendamente bien, no sólo en la cuestión física, sino también anímica. Estoy muy cerca de cumplir cuatro años en Pachuca y siempre hay desafíos por delante.
-En las últimas temporadas no hubo títulos. ¿Volver a ganar es uno, se supone; y convertirse en el goleador histórico el otro?
-Hay que ubicarlos juntos, no podemos separarlos, porque son complementarios. Yo tengo que dejar todo lo que tenga para que Pachuca vuelva a estar en una final por el título y seguramente mis compañeros ofrecerán su parte. ¿El récord? Lo dejemos ahí, esperando por los goles que espero lleguen pronto, pero es mejor no desesperarse.
-Goles no le faltaron nunca, no pasó por una sequía que lo preocupara...
-En la última temporada anual marqué 21 goles y por sexto año consecutivo fue el máximo artillero del club. Pero como comentábamos antes, ya está, ya fue, pertenece al pasado. Ahora faltan tres y estoy seguro que lo alcanzaré, pero no debo concentrar mis esfuerzos y mi pensamiento en ello, sería contraproducente.
-Pero sin embargo, al ver el sol cada mañana, esa situación se presenta en su cabeza.
-(Jajajaja) es inevitable. Sucede que cuando estás a tres goles, es muy cerca. ¿Si voy a seguir ejecutando los penales? Claro, pero no por una cuestión personal y para acercarme al récord. Soy el encargado y los vengo pateando desde hace un largo tiempo.
-Pelé llegó al récord de los 1.000 goles con un penal que le convirtió al “Gato” Andrada. ¿Si se presenta la posibilidad que su récord sea con un penal, lo pateará o preferirá que sea de otra manera?
-Lo pateo, sin dudas. Voy a buscar la pelota y me hago cargo, como lo hice siempre. No sabía lo de Pelé, ahora con más razón. Uno nunca sabe si habrá otro partido, otra posibilidad, entonces hay que aprovechar el momento. El fútbol está lleno de momentos de decisiones. Y la mayoría de las decisiones deben ser inmediatas, sin demasiado tiempo para pensar.
-¿Después del récord que se acerca, de un nuevo campeonato, de llegar a los cuatro años en Pachuca y finalizar el contrato existente qué imagina para el futuro?
-Aunque estemos hablando de cuatro meses es adelantarnos al tiempo de manera innecesaria. Lo único real es que septiembre llegará, lo demás es futurología. Tengo claro que habrá que elegir, también Pachuca tendrá que elegir si desea renovar mi contrato. Yo estoy muy cómodo aquí y cada vez que llegó una oferta para cambiar de club (no las menciona, pero fueron varias, Independiente, Rosario Central, del fútbol de Estados Unidos, entre otras), siempre con mi representante (Marcelo “Bocha” Valeri”) que está conmigo desde hace 15 años optamos por quedarnos. Pachuca me ha tratado muy bien y yo soy agradecido con los que me muestran afecto y con las personas de palabra.
-En estos cuatro años ha tenido que adaptarse a distintos entrenadores (pasaron Diego Alonso y ahora Martín Palermo, entre ellos) y también a distintas duplas ofensivas.
-Es una constante en la vida del futbolista. Por eso decía que hay que enfocarse en el presente, que demasiadas situaciones complejas y para resolver presenta cada día. Cuando llegué a Pachuca (la contratación fue anunciada el 9 de septiembre de 2015) el entrenador era Diego Alonso, después vino Pako Ayesterán y finalmente Martín Palermo. En cuanto a las duplas de ataque estuve con “Chuqui” Lozano, Jonatan Urretavizcaya y Leonardo Ulloa, entre otros, casi todos con características. Algunos se fueron y siempre me quedé y terminé jugando. ¿Las razones? Obviamente que las respuestas las tienen quienes deciden, que son los entrenadores, pero en todo lo que decía, en el trabajo, las responsabilidad, la decisión de quedarme y no optar por otro destino están algunas de esas razones.
-¿Lo sorprendió Martín Palermo?
-Mucho. Y fundamentalmente porque sabe lo que pasa por la cabeza de un futbolista y actúa en consecuencia. Independientemente del trabajo en la semana y la manera de plantear cada partido, que sabe como hacerlo, Palermo no ha perdido la esencia del futbolista. Está en los detalles, sabe cuándo y cómo debe hablar, corregir, aconsejar. Yo tengo características diferentes a su juego, pero me favorece que sea un entrenador que busque ser protagonista, que piense en el ataque, que el arco rival nos encuentre siempre cerca.
Franco Jara volviendo a México, con unos cuantos abrazos y saludos, el corazón lleno, los ojos desbordantes de horizontes villanovenses, la nariz impregnada de los olores inconfundibles del Pinar de Las Tejas y la ilusión intacta. Allí va el “Jinete”, lo esperan más goles, un récord y un septiembre que no está tan lejos en el que habrá que tomar decisiones.
Alberto Arce (p). Redacción Puntal Villa María
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No hay necesidad de preguntas preestablecidas, ni de apuntes, ni grabadores.
-Me vuelvo con el entusiasmo que se necesita para encarar un nuevo desafío, cada temporada lo representa. Pachuca es un grande del fútbol de México y exige que sus futbolistas entreguen todo, porque siempre hay que ir por triunfos que pongan al club en el lugar que merece estar.
-¿En la cabeza del futbolista qué lugares ocupan el pasado, el presente y el futuro?
-Están bien diferenciados. Mucho tiene que ver cómo ha sido ese pasado. Si allí hubo títulos, alegrías, se instalan, no se van nunca, y casi siempre esos recuerdos vuelven mejorados.
El presente es el estadío en el que el futbolista debe concentrarse, porque en ese presente está gran parte de lo que puede venir en el futuro, goles, triunfos, títulos, mejores ingresos.
Ser responsable en el presente es mejorar el futuro, si entreno bien, me alimento bien, estoy concentrado, seguro que en ese porvenir habrá alegría. Pero con el fútbol es un deporte colectivo para que los objetivos se cumplan es necesario que la mayoría del plantel piense de la misma manera.
-¿Se realizó el mismo estudio médico que Ignacio Scocco dio a conocer en la prensa?
-Sí, porque lo consideré necesario. Quizá a los 23 años no pensaba de la misma manera, pero hoy que superé los 30 uno se da cuenta que el futbolista siempre tiene que invertir en su carrera, aún cuando en el club que juega, en este caso Pachuca, tenga nutricionistas, médicos, kinesiólogos, psicólogos de primer nivel y todo a disposición. El cuerpo es la herramienta del futbolista, un desgarro puede dejarte afuera de varios partidos importantes. Entonces, todo lo que sume bienvenido sea. Ese estudio es de un grupo médico español, que mediante un hisopado de saliva te brinda un estudio completísimo de tu cuerpo. Allí está todo, la actualidad de tu físico, qué te sugieren comer, cómo y cuándo. Qué comidas son necesarias y de qué manera deben ser cocidas, las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Muchas de estas cuestiones uno ya las sabe por los médicos del club y otras las descubrís en un trabajo que consta de unas 300 páginas.
-¿Llega bien al inicio de la pretemporada, entonces?
-Estupendamente bien, no sólo en la cuestión física, sino también anímica. Estoy muy cerca de cumplir cuatro años en Pachuca y siempre hay desafíos por delante.
-En las últimas temporadas no hubo títulos. ¿Volver a ganar es uno, se supone; y convertirse en el goleador histórico el otro?
-Hay que ubicarlos juntos, no podemos separarlos, porque son complementarios. Yo tengo que dejar todo lo que tenga para que Pachuca vuelva a estar en una final por el título y seguramente mis compañeros ofrecerán su parte. ¿El récord? Lo dejemos ahí, esperando por los goles que espero lleguen pronto, pero es mejor no desesperarse.
-Goles no le faltaron nunca, no pasó por una sequía que lo preocupara...
-En la última temporada anual marqué 21 goles y por sexto año consecutivo fue el máximo artillero del club. Pero como comentábamos antes, ya está, ya fue, pertenece al pasado. Ahora faltan tres y estoy seguro que lo alcanzaré, pero no debo concentrar mis esfuerzos y mi pensamiento en ello, sería contraproducente.
-Pero sin embargo, al ver el sol cada mañana, esa situación se presenta en su cabeza.
-(Jajajaja) es inevitable. Sucede que cuando estás a tres goles, es muy cerca. ¿Si voy a seguir ejecutando los penales? Claro, pero no por una cuestión personal y para acercarme al récord. Soy el encargado y los vengo pateando desde hace un largo tiempo.
-Pelé llegó al récord de los 1.000 goles con un penal que le convirtió al “Gato” Andrada. ¿Si se presenta la posibilidad que su récord sea con un penal, lo pateará o preferirá que sea de otra manera?
-Lo pateo, sin dudas. Voy a buscar la pelota y me hago cargo, como lo hice siempre. No sabía lo de Pelé, ahora con más razón. Uno nunca sabe si habrá otro partido, otra posibilidad, entonces hay que aprovechar el momento. El fútbol está lleno de momentos de decisiones. Y la mayoría de las decisiones deben ser inmediatas, sin demasiado tiempo para pensar.
-¿Después del récord que se acerca, de un nuevo campeonato, de llegar a los cuatro años en Pachuca y finalizar el contrato existente qué imagina para el futuro?
-Aunque estemos hablando de cuatro meses es adelantarnos al tiempo de manera innecesaria. Lo único real es que septiembre llegará, lo demás es futurología. Tengo claro que habrá que elegir, también Pachuca tendrá que elegir si desea renovar mi contrato. Yo estoy muy cómodo aquí y cada vez que llegó una oferta para cambiar de club (no las menciona, pero fueron varias, Independiente, Rosario Central, del fútbol de Estados Unidos, entre otras), siempre con mi representante (Marcelo “Bocha” Valeri”) que está conmigo desde hace 15 años optamos por quedarnos. Pachuca me ha tratado muy bien y yo soy agradecido con los que me muestran afecto y con las personas de palabra.
-En estos cuatro años ha tenido que adaptarse a distintos entrenadores (pasaron Diego Alonso y ahora Martín Palermo, entre ellos) y también a distintas duplas ofensivas.
-Es una constante en la vida del futbolista. Por eso decía que hay que enfocarse en el presente, que demasiadas situaciones complejas y para resolver presenta cada día. Cuando llegué a Pachuca (la contratación fue anunciada el 9 de septiembre de 2015) el entrenador era Diego Alonso, después vino Pako Ayesterán y finalmente Martín Palermo. En cuanto a las duplas de ataque estuve con “Chuqui” Lozano, Jonatan Urretavizcaya y Leonardo Ulloa, entre otros, casi todos con características. Algunos se fueron y siempre me quedé y terminé jugando. ¿Las razones? Obviamente que las respuestas las tienen quienes deciden, que son los entrenadores, pero en todo lo que decía, en el trabajo, las responsabilidad, la decisión de quedarme y no optar por otro destino están algunas de esas razones.
-¿Lo sorprendió Martín Palermo?
-Mucho. Y fundamentalmente porque sabe lo que pasa por la cabeza de un futbolista y actúa en consecuencia. Independientemente del trabajo en la semana y la manera de plantear cada partido, que sabe como hacerlo, Palermo no ha perdido la esencia del futbolista. Está en los detalles, sabe cuándo y cómo debe hablar, corregir, aconsejar. Yo tengo características diferentes a su juego, pero me favorece que sea un entrenador que busque ser protagonista, que piense en el ataque, que el arco rival nos encuentre siempre cerca.
Franco Jara volviendo a México, con unos cuantos abrazos y saludos, el corazón lleno, los ojos desbordantes de horizontes villanovenses, la nariz impregnada de los olores inconfundibles del Pinar de Las Tejas y la ilusión intacta. Allí va el “Jinete”, lo esperan más goles, un récord y un septiembre que no está tan lejos en el que habrá que tomar decisiones.
Alberto Arce (p). Redacción Puntal Villa María