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Pensar en nativas: "No se valora ni se cuida, lo que no se conoce"

La investigadora de la UNRC, Antonia Oggero, es especialista en flora autóctona y escribió un libro sobre las especies originarias del sur provincial. ¿Qué beneficios otorgan su implementación en nuestro hogar?

La vegetación de un hogar puede contribuir a mejorar la calidad de vida no solo de los residentes del espacio sino también del núcleo habitacional que lo rodea. Y conocer muy bien las especies que hemos de incorporar en nuestro jardín y en el espacio público que complementa nuestra fachada puede ser una decisión clave al momento de pensar nuestro hábitat no solo desde lo estético sino también desde el cuidado y respeto por el medio ambiente.

Sin lugar a dudas que por haber surgido y evolucionado en nuestro mismo ecosistema, las plantas autóctonas aventajan a las exóticas en las cualidades que las convierten en predilectas. Pero hay mucho más.

Antonia Oggero es investigadora y docente del Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas (UNRC) y en diálogo con Puntal ADC resalta el potencial que tienen las plantas nativas y de la necesidad de bregar por su cuidado e implementación. En ese marco, se muestra convencida que previo a ello es necesario conocer las cualidades que la distinguen y los aportes ambientales que ofrecen al momento de ser incorporadas en el ámbito hogareño.

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“No se valora ni se cuida lo que no se conoce”, resume Oggero, quien acumula más de 30 años de investigación y que a lo largo de su trayectoria a recopilado en un libro las innumerables especies nativas que caracterizan a nuestro sur provincial, considera que es muy importante el trabajo interinstitucional al momento de revalorizar los ejemplares autóctonos.

-¿Cuál es la importancia de incorporar especies nativas en nuestros hogares?

-Las plantas autóctonas están adaptadas a su lugar de origen. Han evolucionado junto con el suelo y con el ambiente, entonces si tenemos años de sequía, resisten a esa sequía. Si tenemos años con muchas lluvias, resisten a esas lluvias. Ellas tienen la plasticidad suficiente como para adaptarse a todo ello y a la vez son amortiguadoras de ruido. Sus raíces tienen un sistema radical que buscan hacia la profundidad lo que hace que no puedan ser derribadas fácilmente ante tormentas intensas. Nuestra región se caracteriza por ser una zona de muchísimo viento y con ello que se registren las tormentas de tierra, porque estamos emplazados sobre una matriz agrícola impresionante. Entonces, es importante contar con cortinas forestales o disponer de vegetación, justamente para filtrar todo lo que son partículas para filtrar ruidos, disminuir las temperaturas propias de las urbes.

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-¿Cómo trabajan en la promoción de las nativas?

-Desde la Universidad venimos trabajando mucho con el Consejo del Arbolado Urbano y junto al Municipio asesorando e intercambiando ideas, viendo qué especies se pueden incorporar y cómo se pueden ir introduciendo nativas por las bondades que tienen. Porque la gente a veces se resiste un poco y muchas veces es importante pensar en el consumo de agua y en la fauna que atraen, y todo eso se puede lograr a través de la educación. Y la Universidad nos permite trabajar mucho en extensión, hacia la afuera, con vecinales, con escuelas con la misma Municipalidad y con otras municipalidades, con ONG’s para difundir a través de talleres y charlas todo lo que tenga que ver o todo lo que se encuadre dentro de la educación ambiental. Para mí es fundamental para dar a conocer, porque no se cuida ni se valora lo que no se conoce. Primero se genera conciencia, porque en el conocimiento hay una fuerte generación de conciencia y el hecho de promover qué potencial tienen las especies autóctonas comparadas con las exóticas al momento de pensar en una vivienda.

Javier Borghi