Con la camiseta de favorito y su dupla de ataque Suárez-Cavani afilada arranca el viernes el Mundial para Uruguay, enfrentando a un Egipto que aguarda con el corazón en la mano la recuperación de su gran estrella, Mohamed Salah.
Uruguay dejó en la mañana del jueves su remanso de paz en Nizhni Nóvgorod -donde levantó su campamento base- para instalarse en Ekaterimburgo. Hoy (9.00 hora de Argentina) comenzará a medir sus posibilidades en una Copa en la que se permite soñar.