El intenso frío de la mañana fue el principal tema de conversación entre cada uno de los presentes en el acto protocolar que se llevó a cabo durante la mañana en la Plaza Capitán de los Andes.
El acto se desarrolló con los abanderados de las escuelas e instituciones de la ciudad, además de los alumnos de intercambio de la Universidad de Villa María.
No hubo discursos, si danzas folklóricas, a cargo de la Agrupación Folklórica Villa Nueva.
Posterior a ello, se realizó el Tedeum en la parroquia “Nuestra Señora del Rosario”, encabezado por el vicario de la diócesis, Alberto Bustamante, quien hizo una reflexión en donde criticó la corrupción y pidió trabajar por la patria.
Bustamante pidió por la patria
En una reflexión en la que citó tanto al cardenal Jorge Bergoglio, como a Mafalda, Alberto Bustamante sintetizó en la letra del Himno Nacional argentino la necesidad de contribuir al desarrollo de la patria.
“Jesucristo nos ha planteado que el camino de la realización personal y comunitaria pasa por cargarse en nuestras espaldas y en nuestros brazos la vida de los demás, pasa -por como le gustaba decir al cardenal Bergoglio- por ponernos la patria al hombro”, marcó.
“El grito sagrado, libertad, libertad, es el grito de un pueblo, el grito popular. No es el grito de un sector que se apropia del pueblo”, señaló y agregó: “A veces, cuando hablamos de la gente, creemos que interpretamos a todo el pueblo. Cuando a veces se trata de la inquietud de un porcentaje, de un sector determinado. La voz del pueblo en su conjunto sólo la pueden percibir algunos sabios que son capaces de ir mas allá de sus propios esquemas mentales, del chiquitaje de sus propios intereses”.
“Dios nos dé la gracia, sobre todo a los dirigentes, a quienes tenemos alguna responsabilidad de servicio a la comunidad. Dios nos dé la gracia de escuchar e interpretar el grito colectivo, y de no callarlo por la sordera de la búsqueda de los intereses sectoriales”, profundizó el sacerdote.
“Es un grito que clama libertad. Libertad como anhelo y como propósito, porque hoy sabemos que no basta con una independencia formal y una democracia formal. Estamos hablando de la libertad de todo el pueblo. Una libertad que no puede ejercerse sin los medios suficientes para que todos puedan vivir con dignidad. Para que todos puedan elegir un proyecto de vida personal y familiar. Sino fuera así, ¿de qué libertad y soberanía podríamos hablar?”.
Juan Drovandi
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No hubo discursos, si danzas folklóricas, a cargo de la Agrupación Folklórica Villa Nueva.
Posterior a ello, se realizó el Tedeum en la parroquia “Nuestra Señora del Rosario”, encabezado por el vicario de la diócesis, Alberto Bustamante, quien hizo una reflexión en donde criticó la corrupción y pidió trabajar por la patria.
Bustamante pidió por la patria
En una reflexión en la que citó tanto al cardenal Jorge Bergoglio, como a Mafalda, Alberto Bustamante sintetizó en la letra del Himno Nacional argentino la necesidad de contribuir al desarrollo de la patria.
“Jesucristo nos ha planteado que el camino de la realización personal y comunitaria pasa por cargarse en nuestras espaldas y en nuestros brazos la vida de los demás, pasa -por como le gustaba decir al cardenal Bergoglio- por ponernos la patria al hombro”, marcó.
“El grito sagrado, libertad, libertad, es el grito de un pueblo, el grito popular. No es el grito de un sector que se apropia del pueblo”, señaló y agregó: “A veces, cuando hablamos de la gente, creemos que interpretamos a todo el pueblo. Cuando a veces se trata de la inquietud de un porcentaje, de un sector determinado. La voz del pueblo en su conjunto sólo la pueden percibir algunos sabios que son capaces de ir mas allá de sus propios esquemas mentales, del chiquitaje de sus propios intereses”.
“Dios nos dé la gracia, sobre todo a los dirigentes, a quienes tenemos alguna responsabilidad de servicio a la comunidad. Dios nos dé la gracia de escuchar e interpretar el grito colectivo, y de no callarlo por la sordera de la búsqueda de los intereses sectoriales”, profundizó el sacerdote.
“Es un grito que clama libertad. Libertad como anhelo y como propósito, porque hoy sabemos que no basta con una independencia formal y una democracia formal. Estamos hablando de la libertad de todo el pueblo. Una libertad que no puede ejercerse sin los medios suficientes para que todos puedan vivir con dignidad. Para que todos puedan elegir un proyecto de vida personal y familiar. Sino fuera así, ¿de qué libertad y soberanía podríamos hablar?”.
Juan Drovandi
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