Una menor de apenas 12 años oriunda de La Carlota fue retirada de su núcleo familiar tras haberse comprobado que era víctima de todo tipo de abusos. Tras ser entregada a sus abuelos que viven en Almafuerte, se corroboró que la pequeña está embarazada y, a pesar de su calvario, no está dispuesta a abortar.
“Siento que algo se mueve y no quiero que lo maten por algo que me hicieron a mí”, dijo la niña ante los agentes sanitarios que la asisten.
Según la información publicada por Radio FM Sol de Río Tercero, los agentes sanitarios intervinientes plantean que la nena no tiene la madurez suficiente para llevar adelante un embarazo.
María Emilia Moscoso es la profesional abogada que acompaña a la abuela de la niña y habló en exclusiva con Desayuno con Noticias, programa radial, y detalló todas las aristas de este caso estremecedor. “Se vulneraron todos los derechos de la niña, el sistema llegó absolutamente tarde”, aseguró.
La menor de 12 años vivía con su madre en la ciudad de La Carlota y, por denuncia de personas del entorno por supuestas vejaciones y abusos, la Uder de aquella localidad la retiró del hogar familiar y se la entregó a sus abuelos paternos, que residen en la vecina ciudad de Almafuerte.
La abogada de la abuela dijo que se vulneraron todos los derechos de la niña. “El sistema llegó absolutamente tarde”, sentenció.
“La retiran de su localidad de origen porque entienden que los derechos de la niña habían sido vulnerados”, precisó.
La abogada explicó que la nena tiene un cuadro de desnutrición, falta de atención de la salud, maltrato psicológico, maltrato físico severo y abusos sexuales reiterados con la sospecha de que era víctima de explotación sexual”, planteó la profesional.
“Se vulneraron todos sus derechos”
“Hemos llegado tarde como sistema y con todas las vulneraciones que la menor había sufrido fue entregada a sus abuelos en una estación de servicio sin respetar en nada los derechos del niño”, subrayó.
A comienzos del mes de febrero la menor fue retirada de la casa en la que vivía en La Carlota y entregada a los abuelos. Durante los primeros días, al regular su alimentación, la niña vomitaba después de comer. Primero creyeron que la regularización en el régimen de comidas podía llevar un tiempo. Pero cuando fue a revisión médica le indicaron que cursaba un embarazo, que hoy tiene cuatro meses y medio de gestación.
“Nadie le comunicó a la abuela que la menor estaba embarazada. Al día siguiente, la abuela fue a hacer la denuncia y la niña es muy reservada, propio de quien pasó por esas situaciones, pero habló e identificó a sus agresores. Padeció abusos de distinto tipo durante casi toda su vida”, recalcó Moscoso.
Y agregó: “Se intervino con terapia psicológica para establecer la realidad socioambiental actual de la niña, pero todavía nadie compareció como querellante porque la abuela, al no tener guarda legal, no tiene estatus para hacerlo”.
A esa situación se suma además que el padre de la menor vive en otra provincia. “Primero se debe hacer el otorgamiento de la guarda para después avanzar en los otros pasos legales”, resaltó.
No quiere abortar
De acuerdo con lo que plantea la sancionada Ley de Aborto No Punible, la niña podría abortar en cualquier momento de su embarazo si así lo quisiera, pero el aborto no es obligatorio.
Sin embargo, la pequeña dijo que quiere continuar el embarazo y sus abuelos estarían dispuestos a acompañarla.
“La niña quiere continuar con el embarazo y no sería lo más conveniente en ese estado de vulneración de derechos sumarle una situación más, esa niña necesita paz”, planteó la profesional.
“Ella siente que algo se mueve en su panza y les planteó a sus abuelos: ‘No quiero que lo maten por lo que me hicieron los otros; yo no sé cómo ser mamá, pero puedo aprender si me ayuda mi abuela’”, concluyó.