Los datos revelan una preocupante tendencia en cuanto a la cantidad de intervenciones, principalmente involucrando vehículos motorizados.
Entre los casos más recurrentes, sobresalen los accidentes que involucran autos y motos. De hecho, estos representan la mayoría de las intervenciones de los bomberos, con un total de 47 casos en enero y alcanzando un pico de 60 en agosto.
Esta tendencia al alza coincide con meses de mayor circulación debido a las vacaciones de invierno y otras actividades sociales.
Con un total de 189 intervenciones en agosto, el mes más crítico del año hasta ahora, los bomberos han estado trabajando arduamente para cubrir la demanda de emergencias.
Las cifras presentadas refuerzan la necesidad de intensificar campañas de prevención y educación vial, tanto para conductores como para peatones y ciclistas, con el objetivo de reducir estos alarmantes números.
Accidentes peatonales y ciclistas
Los atropellos a peatones también siguen siendo motivo de alarma. En agosto, los bomberos debieron asistir a tres peatones involucrados en accidentes de tránsito. Sin embargo, el informe señala una variación significativa mes a mes, sin un patrón claro.
Otro dato de interés es el aumento de accidentes entre autos y bicicletas, que registraron su mayor cantidad en septiembre con nueve casos.
Víctimas silenciosas
Uno de los aspectos más tristes del informe es la incidencia de niños y niñas menores de 12 años en los accidentes.
Si bien la cantidad de intervenciones es baja en comparación con los adultos, cada mes se registraron casos que involucraron tanto a niños como a niñas.
Estos números destacan la importancia de mejorar la educación vial desde temprana edad.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa María continúa con su compromiso de asistencia, pero el mensaje es claro: la ciudad necesita un cambio de comportamiento en el tránsito para evitar que estos números sigan escalando.