Crecer y perseguir sueños. Jacinto Pussetto tiene 27 años y es un artista villamariense que está dando pasos agigantados en la profesión que empezó a forjar a los 7 años en el elenco teatral de la ciudad La Quijotada.
Hace apenas unos días fue parte de “Drácula, La Despedida” en el Luna Park.
Las vueltas de la vida y un destino escrito. Su primer contacto con el mundo actoral fue justamente con la obra de Cibrián; su magistral “Drácula” que había llegado a Villa María como una versión interpretada por la recién surgida Quijotada. Nunca se imaginaría ese niño que casi dos décadas después iba a ser parte del elenco principal de esa misma obra en el mítico Luna Park.
“Drácula, el musical” es uno de los musicales argentinos más importantes. Fue escrito y dirigido por la dupla conformada por Pepe Cibrián y Ángel Mahler y producido originalmente por Tito Lectoure. Se estrenó en 1991 en el estadio Luna Park y realizó seis temporadas en el mismo estadio (1991, 1992, 1994, 1997, 2000, 2022), dos temporadas en el Teatro Ópera de Buenos Aires (2003 y 2007), dos temporadas en el Teatro Astral (2011, 2016).
Durante el 30, 31 de agosto y 1, 2 y 3 de septiembre volvió al escenario en el que se estrenó: “La Despedida Final” y el elenco estuvo liderado por Juan Rodó (Drácula), Cecilia Milone (Mina) y un gran elenco. Más de tres millones y medio de personas han visto el musical, no sólo en Argentina.
Este año el ciclo que comenzó hace 32 años terminó con el aliciente de que un joven artista villamariense fue parte de la obra.
Puntal Villa María dialogó con el joven talento local y dijo: “La obra me dejó una satisfacción inmensa. Llegar a formar parte de este musical que ya es todo un fenómeno cultural es felicidad pura. Lo que más me sorprende es la sensación de querer seguir, de impulsar, de motivar. Una parte de mí tenía miedo del ‘¿Y después?’. Pero me di cuenta de que es un motor para seguir creciendo y perfeccionándome. Quiero vivir más experiencias así, por supuesto, pero definitivamente quiero mejorar como artista para lograrlo. Vi desde dentro la inmensidad de esto y deseo ser más sólido como actor y también como persona. Al mismo tiempo me llevo el haber compartido escenario con referentes totales del musical a los que siempre admiré. Una locura hermosa”.
-¿Cómo se da la oportunidad de este musical?
-Todo fue gracias al trabajo que vengo haciendo con Cibrián desde enero. Pasé por muchas audiciones y seminarios que, al mismo tiempo, conseguí gracias a mi paso por el musical “Dorothy” el año pasado. Mucho trabajo duro, compromiso y deseo. Bancar y seguir día a día me dio esta oportunidad que recibí con los brazos abiertos.
-¿Qué significado tiene ser parte de “Drácula”?
-La verdad es que es muchísimo. Por un lado está el aspecto profesional de formar parte de tremenda obra que en el 91 impulsó el crecimiento del teatro musical argentino, ni más ni menos. Y por otro lado, a nivel personal, de niño siempre soñé, imaginé y jugué. Yo me veía así actuando tan profesional y con estos musicales que tanto amaba. Y acá estoy. Es el sueño del pibe. En la última función me lloré la vida justamente por esto último. No se puede dimensionar lo que yo sentí y viví ahí.
Sobre el rol en el musical, Jacinto expresó: “Formé parte de todo el ensamble que implica muchos cambios de personajes y vestuarios con coreografías incluidas. Y a la par formé parte de "Las Mascotas" de Drácula, personaje con una exigencia física mucho más brava de lo que pensé. Desde lo actoral y también desde lo técnico. Fuimos 6 mascotas en total. Cada uno con distintos roles y estilos que había que mantener todo el tiempo. Fueron unos compañeros increíbles”.
-¿Qué percibiste del público?
- La gente simplemente estaba enloquecida. Desde el minuto uno se escuchaban los gritos y aplausos del estadio repleto. Es muy fuerte recibir todo eso, nunca se está listo para algo así. La gente ama profundamente esta obra. ‘Drácula’ tiene una base de fans muy grosa y hermosa. Sentís el apoyo y cariño de la gente. A la salida todos se acercan a saludar, te regalan cosas y te cuentan lo que significa la obra para ellos. Es amor puro. Una locura que ningún otro musical argentino logró replicar a esa magnitud.
-¿Cómo fue el acompañamiento de tu familia?
-Tuve muchísimo acompañamiento, apoyo y contención de mi familia desde que vine en enero. No es para nada facil pero sé que todos ellos realmente entienden esto y genuinamente me bancan y están muy presentes. Considero que fui capaz de conseguir tanto gracias a todos ellos. Y por eso también llegué hasta “Drácula”. En la segunda función del sábado 2 pude tener acá a mi mamá, mi papá y mis hermanos. Los necesitaba mucho porque no los vi más desde enero y movieron cielo y tierra para viajar y verme. Son muy importantes. Mucha familia no pudo venir y también estuvieron muy atentos y presentes en todo, soy realmente muy afortunado.
-¿Cómo continúa tu carrera ahora?
-Estamos por estrenar en Escobar “El Jorobado de París”, en la que trabajo como asistente de producción con un grupo bellísimo. Al mismo tiempo se siguen gestionando más oportunidades y proyectos muy variados. Por lo pronto no se me permite contar mucho, pero en abril se arranca otra aventura. No puedo explayarme mucho.
-¿Tuviste algún momento de frialdad y ponerte a pensar en lo que lograste?
-La verdad es que caí al final de la última función. Cuando me invadió la emoción por todo lo vivido, me di cuenta. Increíble.