El día del festejo llegó. La residencia permanente Roberto Velo de Ípola cruzó la frontera de un año más cumplido y su trayectoria alcanzó los 84 el pasado 9 de julio. Con sobrado motivo para celebrar, los abuelos y abuelas que allí se albergan disfrutaron hoy de una jornada que contó con diversas actividades y, al mediodía, compartieron el tradicional locro.
Por la mañana, en el salón central del hogar, tuvo lugar el momento de entretenimiento con distintos juegos de mesa, una actividad que se hace de manera frecuente, complementando a los talleres de folclore, las instancias de aprendizaje en lecto-escritura y la nueva propuesta de tallado en vidrio, con la que ya han creado mandalas para decoración.
Para la celebración pusieron manos en la masa para preparar las tortas fritas que comieron a mitad de mañana, mientras que el equipo de cocina estuvo a cargo del locro para el mediodía. Asimismo, el encuentro fue propicio para festejar los cumpleaños del mes de julio.
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Para la celebración pusieron manos en la masa para preparar las tortas fritas que comieron a mitad de mañana, mientras que el equipo de cocina estuvo a cargo del locro para el mediodía. Asimismo, el encuentro fue propicio para festejar los cumpleaños del mes de julio.