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José Bailone y la situación que atraviesa el automovilismo en medio de la pandemia

El piloto villanovense había debutado en el automovilismo nacional pero sólo pudo correr una competencia. "Vivimos de las carreras, los pilotos y los mecánicos estamos ante un panorama muy adverso", indicó

La adrenalina, la pasión, la velocidad, el contexto. El taller, las carreras, las pruebas, los boxes, el rugir de motores, los amigos, la gente que sigue el auto, los viajes.

El mundo del automovilismo se encuentra sin su aire para respirar.

Son días muy complejos para el ciudadano en general, pero los deportistas han dado muestras del sufrimiento en carne propia.

Cualquiera sea la actividad, el hábitat de la cotidianidad no es el encierro y se padece.

José Ignacio Bailone, el piloto villanovense que comenzó el 2020 con todos los sueños a cuestas dialogó con Puntal Villa María sobre la situación que vive él y el mundo automotor en medio de la pandemia.

A punto de cumplir 26 años, el chico que a los 7 años comenzó a correr en karting en la categoría 50 escuela con un motor preparado por su papá y su tío, hoy además de correr cuenta con un equipo de competición y es palabra autorizada.

“La actividad está muy complicada. Muy parada, nosotros dependemos de un deporte en el que somos muchos. Así que menos posibilidad de realizarse. Vivimos de las carreras, por lo tanto los pilotos y los mecánicos estamos ante un panorama muy adverso y esperando que se solucione todo lo antes posible”, cuenta sobre el padecimiento y los problemas del aislamiento.

José Ignacio corrió la última carrera el 22 de febrero cuando debutó en el Turismo Nacional a bordo de un Clio en Clase 2.

-¿Cómo es la actividad por estos días en el taller?

- Se puede hacer pocas cosas, se mete mano pero estoy en casa, en el taller mucho no se puede hacer. Más allá de eso, tratamos de estar en nuestros domicilios para colaborar con el pedido del Gobierno, cuidarnos a nosotros mismos y por supuesto a la sociedad en general.

-¿Cómo es para un piloto el encierro obligatorio?

-Es bravo para todos. Por ahí los de nuestro rubro estamos muy acostumbrados a estar en la calle, recorrer talleres, viajar los fines de semana, entonces se torna un poco más complicado.

En cuanto al entrenamiento, hago gimnasia para mantener el estado físico y utilizo un simulador para que no se oxiden las muñecas (risas).

-¿Considerás que va a volver la actividad?

-Creo que debería volver lo antes posible, si es que se puede, claro. Si las medidas de seguridad están en consideración y que el país lo permita, por supuesto. Hay muchos equipos que viven de la competencia, que son muy grandes y deben cumplir con el sueldo de los empleados, como así también los que se dedican a los motores y no están en riesgo de contagio.

-¿Que papel juegan los auspiciantes en este tiempo?

-Los auspiciantes son muy importantes en el deporte. Son muy pocos los que pueden sostenerse sin el apoyo externo.

Particularmente no tengo muchos sponsors de Villa María o la región, sino que son de la provincia de Buenos Aires que me brindan un apoyo desde hace varios años y el tiempo va dando la confianza para ellos y también la seguridad para mí. Son un apoyo muy importante, los que permiten que podamos estar todas las fechas en un campeonato.

-¿Qué análisis hacés de tu participación en el Turismo Nacional?

-Es la primera vez que me toca participar a nivel nacional y es toda una experiencia tanto para mí como para todo el equipo.

Estuve presente en el inicio del campeonato, en la segunda que se corrió en San Luis, en La Pedrera, no pude asistir, así que estoy en el puesto 34.

En la primera fecha estaba para llegar en los 10 de arriba pero faltando cuatro vueltas tuve un toque de atrás y me obligó a abandonar. No queda otra que seguir haciendo escuela.

-¿Se extraña más el taller o estar arriba del auto?

-Extraño bastante. Estoy acostumbrado a estar arriba del auto de carrera. Los propios, de algún cliente o conocido.

Son muchos los días de estar parado y se sufre. Pero hay que entender que es por algo de fuerza mayor y no depende de nosotros.

Como ciudadanos tenemos que ayudar y colaborar.

-Muchos deportistas que han pasado por esta sección, hablan y mencionan que el aislamiento les hizo valorar muchas de las pequeñas cosas que por ahí antes dejaban de lado. ¿Qué te deja el aislamiento y lo que se está viviendo como sociedad?

-Es una situación compleja. Lo más facil es quedarse adentro, pero también hay una realidad de muchos ciudadanos que necesitan del día a día para comer y ahí se torna muy difícil y entendible en cierto punto.

Espero que a medida que pase el tiempo vaya mejorando todo y de a poco vuelva a funcionar la sociedad con las medidas y los recaudos correspondientes.

Así pasa los días y espera, al igual que todos los deportistas y la sociedad en general, José Ignacio Bailone, el pibe que nació prácticamente manejando y que está con el bolso cargado de sueños en el automovilismo nacional.

Un hecho impensado como la pandemia le cortó (momentaneamente) un viejo anhelo.

Claro, las ganas, la fuerza de voluntad y la pasión por la velocidad estarán a flor de piel para el regreso.